Viejo Y El Mar

INTRODUCCIÓN

“El viejo y el mar” es un Best-Seller, es una novela corta y heroica sobre un pescador, con esta obra Ernest Hemingway ganó un premio Pulitzer y un premio Nobel en literatura.

Esta obra posee unos diálogos tan nítidos, precisos y con mucha emoción, se descubre poco a poco la impotencia del personaje, en el cual poco a poco se va descubriendo que no fue solo un fracaso sino lo que una persona perseverante puede hacer para poder cumplir sus metas.

DESARROLLO

Esta es la historia de un viejo pescador su nombre es Santiago (protagonista), su amigo Manolín, era un muchacho que le hacía compañía debido a que Santiago fue quien le enseñó a pescar por eso le tiene un gran cariño y admiración. Son dos personajes que aman su trabajo el cual es salir a pescar juntos, pues los dos se apoyan mutuamente: Manolín necesita de Santiago para aprender todo sobre el mar y de la vida; y Santiago necesita de la fuerza juvenil del muchacho.

El viejo (Santiago) había estado pasando por una mala racha de pesca, ya que llevaba casi ochenta y cuatro días sin tener una buena pesca. Por este motivo, los padres del muchacho lo obligaron a que ya no trabaje más con el viejo, debido a que él era salado, para ellos eso significaba que tenía mala suerte. El muchacho no estaba de acuerdo con eso, pero aunque ya no pescara con él, ese no era ningún motivo para no ayudarlo a sacar todas las cosas del bote e incluso en la madrugada ayudarlo a colocar todas las cosas necesarias para salir a pesar, eso a él no le molestaba ya que lo apreciaba mucho y sobre todo porque Santiago vivía solo y era muy pobre.

Un día Santiago decidió dejar atrás su mala suerte y se embarcó con el objetivo de llegar con una buena pesca. El muchacho consiguió el cebo para el viejo, tras unas horas de haber navegado el viejo perdió de vista la costa, pues él creía que lo mejores peces se conseguían al adentrase al mar, después de unas cuantas horas un pez picó el anzuelo. Era un pez enorme, al principio no sabía exactamente que tipo de pez era pero en un momento cuando el pez saltó pudo ver que era un pez espada, dispuesto a luchar hasta la muerte, si era necesario. Tenía una fuerza con la cual el viejo no estaba acostumbrado a luchar. La barca navegó conforme el pez nadó, pues con su gran fortaleza lo fue arrastrando, y el viejo, con temor a dejar ir una buena oportunidad, se dejó llevar hasta el punto en el que dejó que el pez se cansara.

Las fuerzas del viejo cada vez iban disminuyendo y llegó a tener miedo de lo que le llegaría a pasar si pasaran más días sin nada de comida y con solo una botella de agua, esto lo llevo a pensar en la muerte, pero él tenía una fuerte determinación por conseguir

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