El Pachuco Y Otros Extremos

El Pachuco y otros extremos

1.- Reporte de Lectura

La adolescencia se puede plantear de diferentes maneras, en diferentes individuos incluso la podemos percibir en nuestra sociedad, en la manera en la que se ha ido cambiando conforme a la historia y a los hechos trascendentales que este país ha sido testigo. Como el adolescente, el país y sus habitantes se preocupan de la imagen, de la actitud que muestra ante alguien ajeno a nuestro entorno. Se busca la identidad como persona y como nación. De ahí las constantes reinvenciones de grupos de identidad que constituyen nuestro pueblo; es un rasgo natural que no se puede cambiar en ninguno de nosotros, además de que México es conocido por ser un pueblo creativo, colorido que siempre busca como resaltar dentro el resto de los pueblos.

Nuestro país está conformado por diversos pueblos, distintas costumbres y eso es precisamente lo que hace reconocible a los ojos del extranjero. Eso sucede con los mexicanos residentes en Estados Unidos, donde a pesar de tratar de adaptarse a ese nuevo ambiente, los rasgos de nuestra cultura nunca loa abandonan, hay quienes los portan con más orgullo que otros. Aunque transcurran los años y se llegue a dominar una lengua que no es la suya, el mexicano siempre tendrá algo tan característico de la tierra que dejo atrás, y no me refiero al acento; que es otra gama de coloridos acentos, dependiendo de qué región del país sea originario. El rasgo al hablar, o caminar, vestir tiende a delatar los orígenes de una persona. Nuestra natural brusquedad puede sorprender a muchos otros, a quienes no están acostumbrados a tratarse así, y no es precisamente que seamos violentos, es la natural voz fuerte cargada de determinación, incluso muchas veces de arrogancia. Una que obtenemos sin darnos cuenta, hasta que alguien nos ha hecho ver. Porque tendemos a ser siempre aquel que debe rebelarse ante lo que no encuentra familiar y cómodo. Esta en nuestra historia, en nuestras venas tener esa chispa de rebeldía incomprendida por los demás. Porque la rebeldía no solo se demuestra con un acto violento o provocador, porque encontramos otras maneras de manifestar nuestra inconformidad. Nuestra manera de vestir contra las normas, los colores que se usa en las ropas etc. Es por eso que a menudo podemos ver a nuestro país como un adolescente que no solo está luchando por lo que no cree justo.

De entre todo el colorido mexicano establecido en Estados Unidos, han sido los pachucos quienes han atraído los ojos de quienes quieren definir que son ellos y a qué país pertenecen. Porque está claro que son jóvenes de origen mexicano pero también son nacidos en Estados Unidos, queriendo adoptar esa aura americana que sus padres pensaban darles. Pero los pachucos aspiran algo más que eso, son esa parte de rebeldía de aquellos mexicanos que “han cruzado el rio”. Es cuando se puede dar cuenta de que el pachuco a perdido ese corazón puro de mexicano, es un ser perdido en el limbo, indeciso en seguir negando de donde viene, y negándose a ser consumido por una sociedad que no conoce y que lo llama extranjero como si esa palabra fuera sinónimo de alguna enfermedad. Es por eso que el pachuco aumenta su hostilidad como un adolescente que no sabe cuál es su verdadera identidad. Sin embargo, el pachuco al mismo tiempo si ha encontrado una nueva identidad al ser “un pachuco”. Se rebela contra todo lo que trate de impartirle una lección. Su manera de vestir contrasta tanto con el entorno en donde vive, exagera en la manera de portar sus trajes, con los colores y sus adornos demuestra todo lo que quiere dar a conocer al mundo, sus amores, sus pasiones sus miedos. Todo eso que cree esta encadenado por su pasado y su nuevo presente. El pachuco sigue siendo un ser agresivo pero en distintos modos, es agresivo con su forma de hablar, de vestir. Es un ser que deja florecer su naturaleza mexicana en un entorno que

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