El Reflejo

El reflejo

A Emilia nunca le ha gustado su casa, menos su habitación, siempre la ha descrito como un lugar feo, oscuro, frio, tétrico, triste, solo, sin ventanas y con solo una puerta.

Un día cuando su familia le hizo una invitación para ir a comer a un lugar muy fino, Emilia rápidamente fue a buscar su mejor atuendo, y con mucho temor, y muy lentamente abrió la puerta de su habitación y encendió la luz, su pieza estaba fría y por más que la ampolleta fuera una de las más grandes del mundo, no podría acabar con la oscuridad de ese feo cuarto.

Fue en busca de un gran closet de madera viejo y sucio, por cierto este tenía muchas telas de araña. Abrió el closet y este rechino muy agudamente, luego de entre los colgadores saco un hermoso vestido negro, con pequeños destellos brillantes. Después de sacar el vestido y los zapatos, volvió a cerrar el viejo closet.

Emilia fue al baño, ya que se tenía que bañar. Cuando salió de la ducha sintió como si hace un tiempo la estuvieran observando, pensar en eso le dio un gran escalofrió, por esto tomo el secador de pelo y dejo que el tibio aire pudiera quitarle su gran frio. Luego de secarse el cuerpo empezó a secar su largo y oscuro cabello.

Cuando salió del baño fue corriendo rápido a su habitación, pasando por el largo y oscuro pasillo hasta que por fin llego. Empezó a vestirse, luego cuando estaba completamente vestida, empezó a arreglar los pequeños detalles de su lindo atuendo frente al espejo.

Se alertó mucho cuando escucho el timbre, así que fue corriendo a abrir la puerta pero vio que no había nadie, se preocupó ya que vio una figura translucida desaparecer muy rápido, pero pasado unos minutos dejo de tomarle importancia.

Después de un rato volvió a su habitación a peinarse, cuando de repente vio en el espejo un reflejo, se dio cuenta que era su propio reflejo, lo raro era que ella no estaba frente al espejo. Se acercó lentamente y sus pasos hacían que la madera del piso rechinara, hasta que se encontró frente al espejo. Su reflejo era un tanto diferente, ya que tenía oscuros ojos negros llenos de malicia, y una cara muy enojada, como si tuviera un demonio dentro.

Emilia le hablo a su reflejo, pero no tuvo respuesta alguna. De repente su reflejo le respondió: “tu, se supones que eres otra yo, ¡no lo creo yo soy única! “Emilia le respondió: “la verdad nose de que me hablas”. El reflejo se enfureció cada vez más, y quebrando el viejo espejo pudo salir de él. Emilia asustada quedo fijamente mirando el espejo roto, no lo podía creer, pensaba que todo esto era un sueño del cual quería despertar, no se dio ni cuenta de que su reflejo había escapado, cuando de repente pensó en ir a perseguirle y atraparlo, sintió que le enterraban un fuerte cuchillo en el lado derecho, en una de sus costillas.

Así acabo la vida de Emilia, nadie nunca supo ni

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