El arte de Amar Fernanda Custode

El arte de Amar

Fernanda Custode

Quisiera empezar hablando del amor fraternal, cuando se tiene hermanos, son amigos para toda la vida, son seres mágicos con los que podemos contar, tuve la suerte de tener 3 hermanos y ser la mayor de ellos, así que tuve que hacer mil veces de mamá cuando no tenía ni idea de lo que era, consolé su llanto y cubrí sus travesuras. Este es el tipo de amor del que parten todos los demás, pues no lo necesitamos para conseguir fines personales, simplemente se da.

También hablaré del amor hacia un amigo, pues los amigos son la familia que uno escoge, o tal vez por simple coincidencia o como destino. No he vivido tanto como para ser experta en el tema, pero he tenido amigos de todo tipo, muy similares a mí, tanto que podemos compartir cualquier gusto o tan diferentes que de alguna manera nos complementamos, lo que siempre he buscado son personas que tengan metas en la vida, que sean optimistas y que no se dejen vencer, debemos estar con personas que sumen sus cualidades a las nuestras.

“Un millón de palabras no te traerían de vuelta, lo sé porque lo intenté, tampoco un millón de lágrimas, lo sé, porque ya las lloré.”

Bendito aquel que nunca se ha llevado una decepción con alguien que ama, que no ha sido engañado o que no ha tenido que derramar unas cuantas lágrimas provocadas por la persona que juraba nunca lastimarlo en la vida. Para muchos, incluyéndome en el tema, el amor es un sentimiento provocado por mera casualidad, algo que no estábamos buscando sino que apareció por simple coincidencia o talvez el destino, pero para el autor Erich Fromm, amar es más complicado que eso, amar es un arte, es una teoría que debemos aprender ates de siquiera adentrar en aguas peligrosas como es intentar amar a otro ser.

No creo que sea un tema actual el tener miedo a amar, no es lógico sentarse a llorar por un desamor, insisto en mostrarme escéptica sobre que por la pérdida de valores hemos perdido el valor del amor, simplemente es una sociedad más lógica y práctica que busca el beneficio propio antes que nada, el sentirse bien consigo mismo, para lo cual se deben llevar ciertos sacrificios a cabo, entre ellos el arte de amar, deja de ser un arte.

Dicho esto, en la “Teoría del amor”, el amor es la respuesta al problema de la existencia humana, puesto a que un hombre no puede vivir en soledad, y en algo tiene razón, pues somos seres sociables y el aislamiento no es una opción que cualquiera que siga el camino de la cordura quisiera intentar. Aun así, la solución el encontrar el balance entre la satisfacción de estar con otro teniendo siempre en cuenta la independencia personal, el respeto hacia otro sin tener obsesión o dependencia con otra persona.

Una relación tóxica, enfermiza o abusiva es aquella en la que se busca desesperadamente lo que nos hace falta, doy fe de esto, pues al crecer sin una figura paterna, siempre busqué lo que me faltó, recibí el amor que creí merecer, dependiendo totalmente de alguien que si bien me quería estaba seguro que no me amaba, creyendo que “él era todo y yo nada”. Cuando caí en cuenta de ello no era demasiado tarde, pues me di cuenta de que eso no era amor, fue una simple obsesión que más me dio amarguras. El verdadero amor es compartir tu vida con alguien, la alegría, intereses, comprensión, conocimiento, humor, tristeza… lo que resalte de la vida de otra persona, exaltando la vida propia.

La visión del autor sobre el ser humano y su capacidad de amar es bastante pesimista pues siendo el amor un arte no es una capacidad innata, ¿Cómo amar?, ¿Cómo ser amado?, ¿Existe un maestro para eso?, siguiendo con el machismo, el concepto prevalece que el hombre está en busca de poder y riqueza, mientras que la mujer busca belleza estética.

Amar no debería ser complicado, lo difícil sería encontrar el “objeto” indicado al cual amar, tiempos atrás el matrimonio era un acuerdo económico – social, ahora nos sentimos enamorados cuando creemos encontrar el “mejor objeto del mercado”.

Si bien algún día conoceré ese tipo de amor, hay uno muy importante y del cual el autor me parece un tanto equivocado, pues del amor que si puedo hablar es del amor de una madre por su hijo, Es el ejemplo más claro que puedo dar y que tengo la dicha de conocer, el ser mamá siempre cambia a las personas, fue el cambio más importante de mi vida y estoy orgullosa de ello.

A los 17 años no acabas de conocer el mundo, ni siquiera lo comienzas a conocer, si ya has tenido un par de relaciones tampoco puedes decir que has conocido desde ya al amor de tu vida, los estudios también han dejado que desear, no esperes que las cosas sean fáciles y puedas hacer todo a la vez, la sociedad ya te condenó a caer en el estereotipo de “fácil” y “loca” porque en tu vientre ya llevas una vida. Sin embargo, la lucha recién comienza, el amor por ese ser ya existe, la cita a ciegas del amor de tu vida empezó. Los días son largos, las noches eternas y aún no viene la falta de sueño. La gente habla sin conocer, el qué dirán de la familia, ¡que nunca te pase! Te lo advirtieron, aun así en la situación ya estás, apoyo de tu “pareja” es una suerte de pocas, no fue mi caso. ¡Fue tú culpa!, por favor y sin ofender, ese discurso me lo sé, fue mi culpa el nacer mujer, si del otro género fuese yo, sentirían por mí compasión, el varón no está listo para ser papá, se va a asustar e irse, es completamente normal.

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