El informe “Basta ya”: Memoria histórica y las atrocidades de la guerra en Colombia
Laura Ximena SanabriaEnsayo16 de Octubre de 2021
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Universidad Nacional de Colombia-Sede Bogotá
Facultad de Ciencias Humanas
Historia Sociocultural de Colombia
Laura Ximena Sanabria Riveros
Cód.: 25052052
¡Basta ya! Memorias de guerra y dignidad Capitulo 4: Los daños y los impactos sobre las víctimas.
Basta ya es un informe en modo de narrativa de una realidad pasada viva aun en nuestro presente. Es un relato que se aleja de la idea estatal de una memoria del conflicto armado y más allá de un informe quiere ser un elemento de reflexión para el debate político y social. Es la recopilación de distintas historias y relatos, hecha por el Grupo de Memoria Histórica, a los principales testigos del conflicto. Este informe se desarrolla en cuatro temas distintos abordados a lo largo del texto, que se pueden generalizar en dos grandes ideas. La primera son los daños, modalidades e impactos a la sociedad producto de estos actos. Y la segunda idea es la impunidad y las deficiencias de atención y abandono por parte de las autoridades estatales.
La primera idea tratada se divide en tres ítems. El primero son los daños a las personas vistos tanto como sujetos individuales, como pertenecientes a un grupo social, producto de los actos violentos a manos de grupos armados. El segundo con las modalidades de violencia y tercero son los impactos a la sociedad producto de estos actos. Se observa como por medio de relatos se aborda la temática, con estos se da a conocer el sufrimiento
En cuanto a los daños ocasionados por estos actos, estos son divididos en cuatro categorías: daños emocionales y psicológicos, daños morales, daños políticos y daños socioculturales. Todos estos daños, en especial los emocionales y psicológicos dependen de la modalidad, como masacres, mutilación, cercenamiento, desapariciones, secuestro, y demás, adicional a esto el género, la orientación sexual y la edad influyen tanto en la barbarie y en los actos cometidos como en los daños sufridos por estas personas. La modalidad dependía también de las intenciones de los victimarios, demarcar su territorio, mostrar su poderío, someter o el escarnio público, los actos podrían tener un grado mayor o menor de crueldad, y como si el dolor no fuera suficiente, estos eran cometidos en plazas o lugares emblemáticos, con el fin de generar un mayor dolor a la población. Dando lugar a los daños socioculturales, se encuentran los cometidos a las comunidades indígenas y afrocolombianas, también los daños materiales, ambientales, y económicos.
En cuanto a los impactos en el texto se hace referencia a los ocasionados por los daños producto de las distintas modalidades de violencia, entre estas la violencia sexual; la impunidad, la falta de atención y reconocimiento, y la complicidad de las entidades gubernamentales y militares. Estos impactos generan pérdidas económicas, daños en las relaciones interpersonales, inestabilidad emocional, daño a las redes sociales y colectivas y deterioro a la salud física.
Como resultado de esto las personas sometidas a tales actos de dolor posteriormente no pueden continuar con la carga de este sufrimiento y mueren de pena moral. Teniendo así como resultado, victimas fallecidas tanto de manera directa (a manos de los victimarios) como indirecta.
La segunda idea planteada es la impunidad y las deficiencias de atención y abandono por parte de las autoridades estatales. Parte de su dolor y resentimiento se ven acrecentados por la actitud y la imagen de las autoridades frente a estos actos. En muchas ocasiones se ve la presencia de las autoridades de forma tanto directa como indirecta, con el apoyo económico y político, con el encubrimiento o con la colaboración militar en actos de secuestro y masacres, con la omisión y la falta de intención de ayudar estos mismos a las víctimas, más que la incapacidad de actuar de la fuerza pública es intencionalidad. Entre los colaboradores se encuentran alcaldes, concejales, gobernadores, servidores públicos y personas adineradas, estas últimas se encargaban de der comida y tierras para el sostenimiento de los victimarios.
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