El mundo del trabajo

El mundo del trabajo y las organizaciones desde la perspectiva de las practicas humanas es un texto de Fernando Cruz, el cual habla sobre la consigna de los tiempos modernos “organizaciones cada vez más humanas”, La que surge como la necesidad de otorgar un reconocimiento que parece obvio, pero a menudo ignorado, el cual es humanizar al subordinado, buscando así un acercamiento entre jefe y el trabajador a su cargo. Pero es difícil pensar que para las organizaciones resulta todo un reto reconocer algo ya establecido por la naturaleza, los humanos son humanos, no herramientas o cifras.

Pero no solo se busca un cambio basado en la humanización, más bien parece una cruzada contra una inminente caída económica, por cuenta de un sistema lleno de falencias morales.

Es posible que “humanizar” el capital humano no sea del todo cómodo para los egos de los altos ejecutivos de las organizaciones, ya que esto conlleva a un acercamiento entre esferas sociales distintas, lo que a muchos les resulta impensable, sería como dejar de lado la autoridad, supervalorada y pensada como el motor de toda gran compañía, sin embargo, pareciera importarles más la situación de reconocer que los ellos y los otros son igual de humanos.

Aunque se lograra tal programa (humanizar) tan lógico, ello no implicaría un cambio de pensamiento real, ya que el cambio de pensamiento no se logra con solo una política que se debe adoptar por una mera necesidad de adaptación a la modernidad; solo sería una pauta a seguir para no ser tildados de esclavistas, neoliberales, sin alma y muchos otros adjetivos para definir estos dinosaurios en vía de extinción, carentes de moral que no quieren mostrar su veredero rostro de resistencia al cambió, prefieren mostrar un rostro amable que no concuerda con su pensamiento real.

Así pues, el tratar de estrechar relaciones entre el mal llamado capital humano y el jefe, es netamente algo teórico, que en la práctica es difícil de implementar, que no solo se ve amenazada la autoridad tan importante para el crecimiento económico, sino también el estatus de los señores dueños de apellidos, “capital” y prestigio o también llamados MENTES PRIVILEGIADAS.

Aunque desde mi punto de vista, la búsqueda de un trato más humano, no resolverá una catástrofe económica, más bien constituirá un desorden social para las mentes privilegiadas.

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