Era un viernes de agosto

Metáforas.

Era un viernes de agosto, el invierno era cruel, Juan se dirigía al bar por algo caliente de beber, temblaba como gelatina mientras caminaba. Al llegar a la puerta vio a Camila (quien había sido su pareja por largo tiempo, pero por cosas del destino esta relación se derrumbó como un castillo de naipes). Aún estaba enamorado como un loco.

Entró y se sentó a su lado sin que ella se diera cuenta, su aroma lo llenaba de vida. Pensó en saludarla pero no se atrevía, hasta que sus miradas se cruzaron, el corazón le retumbaba como un tambor aunque no pronunciaron palabra alguna; ella lo miraba pero su silencio era asesino así que Juan tomó la iniciativa.

-Hola Camila, ¿cómo has estado?

Ella sonrió dejando entrever sus dientes blancos como perlas.

-Hola Juan…

No contesto más y esto lo hirió como una daga, sus ojos eran dos océanos pero contuvo las lágrimas; siguió observando la sentía la tristeza en su mirada, su dolor era muy ácido.

Camila no aguanto más, su dolor era muy acido.

-¿Te atreves a hablarme como si nada hubiera pasado?

-Camila perdón, lo de aquella noche fue un error.

Camila sabía que las palabras de Juan eran oscuras, él la había engañado y creía que su arrepentimiento no era sincero, todo era una amarga mentira.

Juan aun la amaba, pero sus actos habían roto el corazón de su amada, ya nunca la volvería a tener entre sus brazos, comprendió que debía partir y solo se limitó a mirarla mientras salía del bar, ahora estaba solo, solo como un gato sin su luna.

Metáfora:

-El invierno era cruel.

-Sus dientes blancos como perlas.

-No contesto más y esto lo hirió como una daga

-sus ojos eran dos océanos

-sus actos habían roto el corazón de su amada

Sinestesia:

-Su aroma lo llenaba de vida.

-Su silencio era asesino.

-La tristeza en su mirada.

-Su dolor era muy acido.

-Las palabras de Juan eran oscuras

-Todo era una amarga mentira.

Comparación:

-Temblaba como gelatina.

-Se derrumbó como un castillo de naipes.

-Estaba enamorado como un loco.

-El corazón le retumbaba como un tambor.

- solo como un gato sin su luna.

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