Estoicismo. Aunque tanto Platón como Aristóteles centran su ética en el concepto de la virtud, fueron los estoicos

Aunque tanto Platón como Aristóteles centran su ética en el concepto de la virtud, fueron los estoicos, con todo, los que llevaron la virtud al extremo, de esa manera el estoicismo enseño que la virtud no es un simple medio para la felicidad, sino que constituye la felicidad misma, por lo tanto pensaban que la esencia de la virtud es la autosuficiencia, la independencia con respecto a todo y a todos. Decían que el mundo está compuesto del cuerpo, que consta de materia ruda aparente a nuestros sentidos, y del alma, materia fina que sopla como un viento a través del mundo. Así que para ellos el cuerpo y el alma no son más que porciones limitadas del cuerpo y el alma del mundo, el mundo entero es Dios o Naturaleza, porque estos dos son la misma cosa.

Según su pensamiento el universo puede no solo llamarse Naturaleza y Dios, sino también Hado y Destino, Razón y Ley. De aquí que el estoicismo sea una forma de materialismo, de panteísmo y de fatalismo. De modo que, nada puede ocurrir, dicen, aparte de lo que ocurre. Para ellos todo lo que acontezca está decretado por el Hado; podrán aceptar sus decretos de buena gana o rebelarse, pero han aceptado de todos modos. Por lo tanto definen que la rebelión es una reacción emocional contra la naturaleza, un berrinche infantil que nada puede cambiar.

No cabía duda que para los estoicos la virtud es el único bien. No es un medio para un fin, sino el fin mismo. “La virtud es su propia recompensa”, la virtud es la disposición del ánimo siempre consistente y armonioso, deben buscarla sin dejarse influenciar por el miedo o la esperanza. Por consiguiente el individuo virtuoso se mantiene firme aunque el mundo se hunda a su alrededor, convencido de su identidad con la naturaleza. Los estoicos insisten en que vivir conforme a la naturaleza es lo más cerca a la felicidad.

El estoicismo debe su atracción a su vigorosa y tenaz insistencia en enfrentase a las cosas tal como son; en aceptar el hecho de que la existencia es dura y la naturaleza inconmovible.

El filosofo moderno Baruch Spinoga en su libro encara una filosofía completamente panteísta y culmina en la forma en qué el hombre puede alcanzar al “bienaventurada inmortalidad”, liberándose de la esclavitud de sus pasiones y realizando su identidad con la naturaleza, que es Dios.

Por definición la virtud estoica es su propia recompensa y no conduce a otra parte alguna, y en sí misma sólo puede ofrecer una resignación sin esperanza al universo cruel , sin embargo eso es lo que qué se cree, la palabra “resignación” es la que más se utiliza para definir a esta teoría, por el contario el estoicismo no propone abandonarse a una fuerza superior a causa de la impotencia humana, sino identificar la propia voluntad con la voluntad universal. Bréhier señala igualmente que no se trata de una resignación dispuesta a aceptar lo peor, sino una aceptación complaciente para el mundo.

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