GRACIAS VIENTRE LEAL

Gracias, vientre leal.

Personajes:

Mario – Esposo de Marta.

Marta – Esposa de Mario.

Colorado – Amigo de Mario.

Alfredo – Amigo de Mario y Colorado.

Madre de Mario.

Acto 1

Escena 1 – (Entre Colorado y Mario)

Colorado: A nadie, a nadie ni siquiera a tu mujer ¿Estamos?

Mario: Estamos.

Colorado: Ni el menor de los indicio, ¿eh? Bastante caro hemos pagado ya estos y otros liberalismos. Y la acción de mañana es parcialmente riesgosa. Aun extremando las medidas de seguridad, vos y Alfredo van a corren mucho peligro. Eso lo sabes ¿verdad?

Mario: Esta bien, está bien.

Colorado: (Resoplando) Bueno a las 7 te recogerá Alfredo en Durazno y Convención.

Escena 2 – (Entre Mario y Marta, en la cocina)

Marta le sirve a Mario “Costillitas de a la riojana versión libre”

Mario: (para si mismo) MARTA SIEMPRE BROMEA, Y ME PONE UN PAPELITO SOBRE EL PLATO CON EL MENU DEL DIA, ME PONE COMO COSAS COMO ÑOQUIS A LA ROMANA. ESCALOPE A LA VIENA. CREME PARMETIERE. Y ASI POR EL ESTILO. ESTO DE “LA RIOJANA” SE LE HABIA QUEDADO DE CIERTA VEZ QUE FUIMOS A BUENOS AIRES Y A MI ME HABIA GUSTADO AQUELLA CONBINACION. ERA EN LA EPOCA EN LA PODIAMOS IR DE COMBRAS CADA 3 MESES Y DE PASO VEIAMOS CINE, TEATRO, EXPOSICIONES. NOSOTROS EN MONTEVIDEO VIVIAMOS RODEADOS DE PADRES, SUEGROS, TIOS, PRIMOS, SOBRINOS AQUELLAS ESCAPADAS NOS SERVIAN COMO UNA PUESTA AL DIA DE NUESTRA MEJOR INTIMIDAD. NOS SENTIAMOS MAS UNIDOS MAS PAREJA, CAMINANDO DEL BRAZO POR CORRIENTES QUE EN SU PROPIA CASA DONDE HABIAN OJOS EN TODAS LOS RUMORES Y EN TODOS LOS RETRATOS. PERO HACIA TIEMPO QUE ESAS “LUNAS DE MIEL” SE HABIAN ACABADO AHORA HABIA QUE HACER MILAGROS CON LA PLATA.

Marta: ¿te llamo tu madre?

Mario: si, veinte minutos de un tiron.

Marta: ¿Qué quería?

Mario: Lo de siempre compasión, pobre vieja. Como se mira el ombligo el mundo pede venirse abajo, pero para ella no hay mas importante que el almacenero que le cobro de mas y le peso menos.

Marta: ¿Sabes lo que le pasa? Es bravo llegar a los 70, y estar sola y no haber hecho otra cosa que pensar en si misma. A demás, a esa edad, ¿Vas a pretender cambiarla?

Mario: Ni se me ocurre. Apenas si alguna vez le digo: “ Vieja, ¿Por qué no lees los diarios? Asi a lo mejor te enteras de que la gente muere

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