Hermanos De Sangre

El libro de Barbara Smit trata de la historia de unos hermanos, Fritz, Rudolf y Adolf. Que vivían a principios del siglo XX. Ellos habían sido ex deportistas retirados. Su padre fue el último tejedor de una larga lista de familiares.

Adi el hermano menor era el más ambicioso y más creativo de los hermanos y comenzó a desarrollar una idea de una empresa de calzado deportivo que resistiera bastantes años, como eran años de guerra los dos hermanos mayores Dassler tuvieron que servir a su país durante 4 años. En los últimos meses de guerra Adi fue llamado al frente junto con sus dos hermanos, afortunadamente todos regresaron con bien a casa.

En Alemania después de la guerra el país fue convocado para los Juegos Olímpicos de Berlín y Hitler quería mostrar el poderío alemán al mundo. Adi y Rudi Dassler sabían que era momento de llevar sus zapatillas de clavos a niveles internacionales al poder poner su producto en los pies de algún deportista reconocido. Y quien mejor que el estadounidense Jesse Owens que había roto marcas mundiales y era un símbolo a seguir para muchos aficionados.

Ese método utilizado por Gebrüber Dassler fue preciso para poder lanzar sus zapatillas al mercado internacional y que deportistas de alto nivel de todo el mundo, al pasar por Alemania visitaran su fabrica por un par de las famosísimas zapatillas de clavos.

Con el éxito de su producto los Dassler compraron una mansión de tres pisos, donde vivían con sus respectivas familias los tres hermanos. Rudi con su esposa Friedl, y Adi con Käthe.

En Alemania tras los juegos de Berlin Alemania empezo a caer en guerra de nuevo y como era de esperarse pidieron que la fabrica Dassler cerrara, pero esta evito hacerlo en varias ocasiones.

Una noche cuando países aliados comenzaron a bombardear Alemania Rudi, Friedl y su hijo Armin se acobijaron en el refugio familiar, a eso se les unió Adi y Käthe. Ahí fue cuando ambas familias explotaron al escuchar una frase que Käthe dijo y que ni a Rudi ni a Friedl le agradó.

Al termino de la guerra los países aliados daban muchos rondines por las ciudades alemanas, buscando militares, o altos comandantes de la SS. Un día al pasar cerca de la fabrica Dassler, tropas americanas se acercaron a la fabrica con la intención de volar el edificio con la en busca de oficiales de la SS, pero Käthe con sus encantos logró convencer a los militares de que ahí solo se fabricaban zapatillas.

A Adi se le acusó de "Colaborador activo" del gobierno alemán, que lo acusaba de ayudar a Hitler. En su defensa Valentin Fröhlich ayudó al decir que Adi era productor de zapatos y que sus intenciones no eran ayudar a ningún tipo de gobierno. Al final Adi solo fue acusado como "Colaborador necesario" y quedo libre bajo fianza y con una multa de 30.000 Marcos.

Tras

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