Historia Del Lino

Historia del Lino

“En el año de 1810, cuando las primeras hilaturas de algodón demostraron las ventajas de la producción industrial sobre la de huso único, Napoleón I se percató de la necesidad de resolver el mismo problema para el lino, y constató que las máquinas de algodón eran absurdamente inadecuadas para dicha fibra, anunciando la celebración de un concurso con un millón de francos de premio al inventor (de cualquier nacionalidad que fuese) de la mejor máquina para hilar el lino. El francés F. de Girard dedicó una gran parte de su vida a este problema, resolviéndolo, si bien no llego a alcanzar el indicado premio, pues Napoleón cayo poco antes de que el inventor hiciera valer sus derechos y el nuevo gobierno no quiso reconocer validez a aquel concurso. Solamente cuatro meses antes de la muerte del inventor, avanzado el año 1845, Paris le asigno una pensión de 6,000 francos. Andando el tiempo y favorecidas por las condiciones económicas y climatológicas de los diferentes países, se instalaron en Europa varias hilaturas de lino y también en Inglaterra, sobre todo en Irlanda que en el año de 1834 contaban 32 importantes instalaciones con un total de usos 20 veces mayor que las de Francia. En Italia la primera hilatura de lino y cáñamo fue el año 1839, en villa d’Almé, y en Cassano d’Adda en el año 1842.”

Dr. Ing Luigi Tonelli, Fibras Textiles Hilatura, 1952, Editorial Científico-Médica, Barcelona, pág. 485

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