INforme Museo Santa Teresa

IGLESIA Y MONASTERIO DE SANTA TERESA

El monasterio de Santa Teresa, está situado en la esquina de las calles Peral y Melgar. Fue construido en 1 700 con enormes contrafuertes que sostienen la iglesia en el lado de Peral. Múltiples reconstrucciones le han hecho perder ciertas características originales, pero el interior del monasterio se encuentra casi como en sus primeros tiempos.

MUSEO DE ARTE VIRREINAL

El primer museo de arte virreinal en el Perú se ubica en Arequipa en una parte del Convento de San José y Santa Teresa en el centro histórico.

El Museo está ubicado en la Calle Melgar 303, Arequipa, ocupando el antiguo Claustro de las Oficinas del Monasterio de Santa Teresa. Contamos con 11 Salas de Exhibición permanente y una Sala de Exposiciones Temporales. 9 de las Salas Permanentes son temáticas y 2 mantienen su ambientación original.

La primera Sala es la de Interpretación, en donde el visitante conoce con modelos tridimensionales cómo es que se hacían en la época colonial la pintura mural, la pintura de caballete, la escultura en maguey y la decoración de maderas y tallas. Las siguientes Salas, dispuestas por temas, presentan una de las mejores selecciones del país de obras de pintura, escultura, orfebrería, objetos cotidianos y artes decorativas.

Las Salas que mantienen su ambientación original tienen características muy particulares. La Sala Capitular presenta sus muros íntegramente cubiertos con pintura mural original del Siglo XVIII, con singulares decoraciones que simulan un tapiz con escenas profanas. El otro ambiente que mantiene su ambientación es el Coro Bajo, que está tapizado de pinturas de diferentes épocas y tendencias.

Santa Teresa se presenta como un monumento vivo; por lo que al medio día se cierran 3 de las Salas de Exhibición para que la hermana tañedora toque las 3 campanadas que llaman al Ángelus y anuncian el inicio del rezo del ángelus y de la Hora Sexta, el mismo que podrá ser oído por los turistas sin ver a las monjas. Luego de unos minutos las visitas pueden reanudar el recorrido. Esta es una vivencia única, pues la presencia de las monjas se puede advertir por sus voces al rezar, por el sonido de las campanas en la torre de la iglesia y por el movimiento de un complicado sistema de poleas que mueve las campanas; todo esto en ambientes que se mantienen en uso desde 1710 y que, sin dejar de funcionar, pueden ahora ser visitados.

Al medio del Jardín hay una pileta de translúcido alabastro que con el natural sonido del agua ambienta este oasis de paz en medio del bullicio del centro de la ciudad. Se incluye un recorrido por un colorido callejón con arcos.

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