Juan José Arreola

“Una última confesión melancólica. No he tenido tiempo de ejercer la literatura. Pero he dedicado todas las horas posibles para amarla”. – Juan José Arreola

Juan José Arreola Zúñiga fue un autor mexicano que se destacó ampliamente en el ambiente intelectual y literario de nuestra patria, México, durante el siglo pasado. Arreola supo trascender tanto por la promoción cultural que impulsó en su país como por las diferentes actividades vinculadas a la escritura en las que se enroló, en tanto, sus obras más notables han sido Bestiario, Confabulario y La Feria.

A lo largo de toda su carrera, Arreola, fue distinguido con una importante cantidad de premios entre los que sobresalen: Premio Alfonso Reyes, Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, Premio Nacional en Letras, Premio Xavier Villaurrutia, entre los más destacados.

Entre las particularidades estilísticas que se le reconocen y atribuyen a Arreola y que sin dudas han sido lo que lo han distinguido tanto entre sus pares se cuentan: su capacidad lúdica y un humor punzante a la hora de radiografiar los comportamientos y acontecimientos humanos de su tiempo.

Unos de las fábulas que más me gustaron de su Confabulario fue “Carta a un zapatero que compuso mal unos zapatos” porque en estos días es muy normal en contrarse gente que no ama en lo más mínimo su trabajo y es muy triste, porque como dice Arreola, el trabajo debe de ser algo sagrado y me llama la atención igual porque a pesar de que hizo un muy mal trabajo con sus zapatos, no se dirigió al zapatero de una forma grosera, sino como con cierto exhorto para realizar un mejor trabajo.

Otra fábula muy bonita es “El rinoceronte”, porque para empezar, me llamó mucho la atención la forma en que se dirige a su ex marino Joshua, como el rinoceronte y de igual manera narra la incesante lucha que han pasado millones de mujeres con sus maridos, incluso le hizo creer que el amor era sólo un cuento de criadas y cosas así, por lo que yo estaría súper enojada de tener a un rinoceronte conmigo.

La feria inicia con la frase “Somos más o menos treinta mil. Unos dicen que más, otros que menos. Somos treinta mil desde siempre”, se desarrolla en un pueblito de los altos de Jalisco, llamado Zapotlán el Grande, durante las primeras décadas del siglo XX, en este pueblo se la pugna por la posesión de la tierra entre los latifundistas y los campesinos, también menciona lo arraigado que está lo religioso, porque siempre estaba la Parroquia de San José, quien es el santo patrono de ese pueblito, corren demasiados chismes y hay fiestas, muchas fiestas.

En ésta novela hay demasiados problemas de carácter social y político, como había dicho antes la pelea de las tierras es uno de ellos, lo que había dejado la Revolución Mexicana en ese pueblo y también la satanización de las putas que frente a la iglesia todo el mundo se persignaba, muy

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