La Apologia De Socrates

La Apología de Sócrates

De: Platón

Introducción:

La apología sobre el juicio que se le realizo a Sócrates después de ser acusado de mentiroso diciendo que era sabio, que se ocupa de las cosas celestes, que investiga todo lo que hay bajo la tierra y que hace más fuerte el argumento más débil. Creándole mala fama y asegurando que no cree en los dioses. El defendió su propio juicio con argumentos que a su decir eran verdaderos. Hubo gentes que lo apoyaron en esos momentos e incluso quedaron como fiadores para pagar una multa de 30 minas que le fue impuesta. Varios jueces que intervinieron en el proceso votaron a su favor convencidos de que sus palabras eran verdaderas y que la honestidad y la bondad estaban en su proceder y en su persona, sin embrago hubo quienes lo condenaron por presentar un discurso en el que no se humillo, ni lloro o imploro pidiendo perdón, con el fin de ganar el juicio, por lo que Sócrates prefirió la condena a la deshonra a pronunciar palabras indignas de él, dado que su vida había sido dedicada a buscar la verdad sobre la sabiduría por mandato de dios.

En su bondad y amor hacia sus hijos sabiendo su sentencia, hizo una recomendación solicitando castigo para ellos si se preocupan más de buscar riquezas o negocios que de la virtud, o si presumen de ser algo, sin serlo de verdad, de esta manera sus hijos y el propio Sócrates habrán recibido el trato que se merecen.

Desarrollo:

Sócrates se defiende solo en el juicio que se le realiza ante las acusaciones de Melenio, Anitos e incluso acusadores anónimos las cuales son infundadas. Se le acusa de no creer en los dioses y de andar investigando cosas celestiales de lo que pasa debajo de la tierra, de corromper a los jóvenes Él lo niega de manera sencilla y sin lenguaje rebuscado o sofisticado.

Aclara que las acusaciones son infundadas y que la realidad es Querefonte, quien ya murió fue a Delfos y tuvo la ocurrencia de preguntarle al oráculo quien era el más sabio del mundo y el oráculo respondió que Sócrates, lo cual lo desconcertó y dijo “yo sé muy bien que sabio no soy. ¿A qué viene, pues, el proclamar que lo soy?” y por ello es que salió a descifrar tal situación en búsqueda de porque el dios a través del oráculo dijo eso. Esto demuestra la sencillez de este hombre el no haberse envanecido con tal declaración pues opina que su sabiduría si es que la hay es de humano

Por tal situación se dio a la tarea de buscar entre sus conciudadanos al que se creía al más sabio y lo examino parecía mucho más sabio que otros y que, sobre todo, él se lo tenía creído, pero que en realidad no lo era. Intento hacerle ver que no poseía la sabiduría que él presumía tener. Con ello, sólo gano su rencor. Se fue reflexionando que ninguno de los dos sabía nada, pero que él es más sabio, porque él, por lo menos, lo reconoce. Y dijo “Así que pienso que en este pequeño punto, justamente, sí que soy mucho más sabio que él: que lo que no sé, tampoco presumo de saberlo”.

A pesar de esa situación continúo entrevistando a uno tras otro aunque estaba consciente de que le ocasionaría nuevas enemistades pero se sentía obligado a llegar hasta el fondo para no dejar sin esclarecer el mensaje del dios.

Tras los políticos, entrevisto a los poetas, que practican cualquier género literario, con la idea de encontrar a alguien más sabio por ser el muchísimo más ignorante que cualquiera de ellos. Así, escogiendo las que le parecieron sus mejores obras, les iba preguntando qué querían decir. Intentaba descifrar el oráculo y, al mismo tiempo, ir aprendiendo

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