La Ciencia Administrativa

De acuerdo con lo que nos plantean los profesores: Jacques Chevalier y Daniele Loschak en su obra “La Ciencia Administrativa”, se vislumbra la forma como se cuestiona la institución estatal y el profundo análisis realizado a esta, ya que desde varias perspectivas su argumentación trata de establecer cuan importante es, y como ha influído en la sociedad abordando para ello un énfasis en el manejo del concepto mismo de poder, llegando a la debilitación y desaparición de la institución misma.

Eminentemente se empieza a cuestionar el Estado desde la tesis de su decadencia, donde se plantea que la edificación de los conceptos fuerza de la teoría Liberal de Estado y en particular el de Soberanía ha perdido su vigor (LOSCHAK- CHEVALIER, 1986) ya que no se domina su entorno, adicionalmente existe una limitación a nivel de autoridad y capacidad de intervención como consecuencia del desarrollo de los nuevos aspectos capitalistas, tales como la internacionalización de relaciones de este tipo tornándose a la vez como una nueva forma de división del trabajo.

Hay una visión de la atomización y fraccionamiento del poder, en el momento en el que se afirma que el concepto de poder político se difunde en el conjunto social, y sigue una serie de distinciones tales como Estado/sociedad civil y político/económico. Esto afecta el fenómeno estatal de una forma directa, ya que la aprehensión del concepto poder político se debe realizar globalmente. La función conductiva y de dirección del orden estatal se convierte en algo meramente técnico, perdiendo sus rasgos esenciales termina siendo un elemento dentro del amplio y difuso conjunto de regulación social, evidenciando paulatinamente para nosotros una perspectiva donde la coacción pasa a un segundo plano.

La debilitación y extinción del Estado se da con fundamento en el centro de la teoría marxista: “El Estado no existe toda la eternidad, es una forma transitoria producto de la historia, estadio de la evolución social.” (LOSCHAK- CHEVALIER, 1986), toda vez que enfatiza a la creación del Estado como estrechamente ligada a la división de clases, y el poder político no es otra cosa que el instrumento antagónico de dominación que no hubiese permitido el surgimiento de la verdadera democracia. Gracias a la sublevación del proletariado, la razón de ser de esta institución se desvanece poco a poco, perdiéndose hasta volverse superfluo.

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