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La Ficción En Los Adioses De Onetti


Enviado por   •  6 de Abril de 2014  •  580 Palabras (3 Páginas)  •  360 Visitas

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Los adioses, de Juan Carlos Onettiy el juego de la ficción

Jorge Panesi afirma: “En el universo de Los adioses todos juegan a la ficción, todos desafían y todos adivinan”

Podría decirse que esta afirmación de Jorge Panesi alude tanto al universo de lo narrado como al de la enunciación: Todos refiere a los personajes que hablan-narran en la novela, y también al autor textual y a los lectores. Todos estamos implicados en el juego de la ficción y debemos adivinar, más allá de las palabras, los hechos “verdaderos” de las respectivas historias que se han abierto al deseo de saber -para comprender-: la del hombre que llegó al pueblo para curarse (para morir, como vaticina el narrador) y de su relación con las mujeres, para el caso de los personajes de la novela; la del pueblo entero, para autor y lector.

Pero en esa búsqueda de alcanzar la verdad que termina siendo todo el relato, no encontramos respuestas sino versiones, especulaciones poderosamente creadoras, mentirosamente definitorias -“las desgracias sólo servían para marcar fechas, para separar y hacer inteligibles los principios y los finales de las numerosas vidas que atravesamos y existimos”.

Abre así Juan Carlos Onetti la técnica creativa polifónica, con las voces de los personajes que construyen la novela narrándose a sí mismos y a los otros: “Algunos entraron a comprar y a traerme historias”, “el enfermero y la mucama, empezaron a contarme la historia del epílogo en el hotel y en la casita.”, pero cuyas narraciones son fabulaciones, desafíos a la credibilidad y a la posesión de “la verdad”, adivinanzas/adivinaciones que nunca serán resoluciones: “Un epílogo", pensaba yo, defendiéndome, "un final para la discutible historia, tal como estos dos son capaces de imaginarlo". Y la única conjetura que se rompe, la de la relación del hombre y la muchacha, es quebrada por la “voz” de una carta leída clandestinamente.

Frente a la pretensión de adivinar, inventando, “Esta ignorancia profunda o discreción, o este síntoma de la falta de fe que yo le había adivinado, puede ser recordado con seguridad y creído. Porque, además, es cierto que yo… llegué a inventarlos.”, “Y todo lo que yo podía pensar de ellos —y para ellos, además, con el deseo vago y supersticioso de ayudarlos— era el trabajoso viaje en la oscuridad…; todo y todos se resisten a ser adivinados, “Así quedamos, el hombre y yo, virtualmente desconocidos y como al principio…; y fingen: “Ensayaba, para mí, para los otros, los demás que yo representaba, asomándose detrás de la deliberada pesadez del enfermero, servicial y como una fotografía, una sonrisa de la que no le hubiera creído capaz”; para nunca ser realidad, “el gran plano caprichoso… calles y avenidas que nunca fueron abiertas, sinuosas, entreveradas rayas azules

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