La Fundación, El Desarrollo Y La Destrucción De Macondo Es Imagen Del Descubrimiento, Conquista E Independencia De América Latina

Esta maravillosa obra de Gabriel García Márquez resume metafóricamente en unas páginas una historia completa y compleja sobre lo sucedido en América Latina, con la descripción del destino de la familia Buendía.

La narración inicia desde la concepción de Macondo como un pueblo aislado del exterior, al igual como era antes Latinoamérica, una tierra desconocida, mística, y a la vez, real. Esta nueva tierra, Macondo, fue establecida por José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, quienes la mantuvieron funcionando por cuanto pudieron. Es interesante notar que en los primeros años de Macondo, como pueblo arrinconado, no existió un cementerio, puesto que nadie había muerto. Como significado real, se puede decir que Macondo, en sí, no poseía una historia, o al menos, no tenía una historia conocida por el exterior. Más adelante el simbolismo que toma será trascendental para relacionar los hechos lógicamente.

Luego, mientras que el desarrollo tecnológico de Macondo avanzaba muy lentamente, con la influencia de los gitanos, aparece una figura que representa claramente el descubrimiento, y la consecuente conquista de América: la llegada de Apolinar Moscote, el corregidor. Esta persona introduce las primeras manchas políticas en Macondo, para luego entrar en el período de las guerras civiles que marcan una parte oscura en la historia de los latinoamericanos. Con él llegan las imposiciones autoritarias, tal y como sucedió mucho tiempo atrás, con los indígenas en América Latina, cuando llegaron los españoles, y tomaron posesión de cuanto vieron en la nueva tierra. Es así como la oposición conservador-liberal nace.

Las actitudes autoritarias se manifiestan también por parte de gente propia de Macondo: el Coronel Aureliano Buendía, y su sucesor de poder, Arcadio. Ellos, a pesar de que nacieron y se criaron en ese pueblito, con el poder en las manos, no dudaron de abusar de él, para hacer y deshacer a su gusto. Este escenario se asemeja mucho al ocurrido en Latinoamérica, con los conflictos que se formaban a diestra y siniestra.

Más tarde, llega una compañía bananera a Macondo. Esta corporación representa muy bien cómo fueron explotados todos los nativos con fines económicos. Una supuesta “industrialización”, que acabó generando más pobreza en Macondo, cuando la llamada “fiebre del banano” acabó. Esta empresa, junto a los desacuerdos políticos, la llegada del ferrocarril y las sequías, causó muchos problemas en el pueblo: una decadencia total. Como fue dicho antes, entra en importancia el papel del cementerio. Ya que el camposanto era símbolo de la historia de Macondo, y por ende, de Latinoamérica, el hecho de que instalaran la empresa encima de este, significó la imposición de los intereses extranjeros ante las raíces de los pobladores, quienes abandonaron su identidad como nativos de Macondo, a cambio de los beneficios económicos que pudieran obtener al trabajar en dicha compañía.

Hasta aquí se ha visto muy bien el cambio drástico que sufrió Macondo, o América Latina, con la llegada de los españoles, y su conquista: la paz y tranquilidad con la que convivían los nativos se cambió a un ambiente de guerra y explotación laboral.

Al parecer, todas estas calamidades dieron fruto a una catástrofe tremenda: el diluvio, que duró cuatro años, once meses y dos días, como castigo de Dios por la ambición desmedida creada a partir de la compañía bananera. Poco a poco, fueron muriendo los personajes como consecuencia de sus propios actos. El advenimiento de este “apocalipsis” a Macondo simboliza el fin de un ciclo de soledad, en el cual América Latina había permanecido por los cien años narrados en la obra, siempre al margen de la civilización. Ahora, con el rompimiento de este círculo vicioso, donde se reiteraban historias, sucesos y actitudes, Macondo, la antigua Latinoamérica, se acabó, para entrar en una

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