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La Hoguera Barbara "alfredo Pareja Diezcanseco"


Enviado por   •  28 de Septiembre de 2012  •  4.015 Palabras (17 Páginas)  •  1.314 Visitas

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“LA HOGUERA BÁRBARA”

Alfredo Pareja Diezcanseco

Eloy Alfaro Delgado nace en Montecristi; Manabí el 25 de junio de 1842, Sus padres fueron el capitán Manuel Alfaro y González de origen español y la Sra. Natividad Delgado López. En este hogar nace Eloy Alfaro y 8 hermanos más, Eloy Alfaro fue de pequeña estatura sumamente fuerte de carácter muy aguerrido, sus primerios estudios los reailizó en su ciudad natal pero no los terminó ya que desde muy joven se dedico al comercio como se lo inculcó su padre, rápidamente afluyeron las ideas liberales tras las historia contadas por su padre en la niñez germinando su espíritu y colaboraron con su ingreso alas filas revolucionarias. Alfaro estuvo encargado de organizar guerrillas (montoneras) para combatir la dictadura del conservador García Moreno. En 1865 sin embargo tuvo que exiliarse en Panamá luego que el ejercito derrotara a los revolucionarios en Jambelí. En Panamá Alfaro se casó con la Sra. Ana Paredes Arosemena, permaneció en ese país hasta después de la muerte de García Moreno. Nuevamente en el Ecuador Alfaro solicitó la reunión de una Asamblea Constituyente, como esta no se realizó se alzó nuevamente en armas pero fue derrotado y tuvo que salir del país.

Cuando el General Veintimilla dio un golpe de estado contra el Presidente Antonio Barrera el 8 de septiembre de 1876. Alfaro regreso a combatir bajo las ordenes de General José María Urbina y fue partícipe de las victorias liberales en golte y Moleos. Sin embargo una vez q Veintimilla asumió el poder este lo persiguió presiono y desterró. Alfaro no regreso hasta 1882 cuando se adhirió a la revuelta de Esmeraldas. Fue nuevamente derrotado y huyo. En 1883 vuelve y es nombrado jefe supremo de Esmeralda y Manabí. Junto con el General Francisco Javier Salazar. Alfaro comando el ejército restaurador dirigiéndose a Guayaquil donde el General Veintimilla fue finalmente derrotado el 9 de julio de 1883 forzado a huir a Perú. La Asamblea Constituyente de 1883 ascendió a Alfaro al grado de General de la República. En noviembre de 1884 comenzó la sublevación contra el Presidente José María Placido Caamaño en Manabí y Esmeralda Alfaro los lideraba desde Panamá a donde se había retirado luego de perder las elecciones. Alfaro regreso lucho desesperadamente en inferioridad de condiciones se da el combate naval de Jambeli, Alfaro tuvo que incendiar su barco “El Alajuelo” y lanzarse en un barril al mar para salvar su vida los conservadores burlonamente lo llamaban El General de las derrotas”. Sin embargo el movimiento revolucionario prosiguió con las montoneras o guerra de guerrillas en las provincias costeñas.

En 1887 Alfaro organizo una nueva invasión liberal desde el Perú con poco éxito. Uno de sus principales líderes Luis Vargas Torres fue apresado y fusilado en Cuenca en marzo de ese año.

A fines de 1894 ocurrió el escándalo de la venta de la bandera, el gobierno fue encargado al Vicepresidente Vicente Lucio Salazar, pero el 4 de junio de 1895 Guayaquil desconoció este gobierno y al día siguiente una Asamblea Popular proclamo a Eloy Alfaro jefe supremo. Alfaro tomo posesión el día 19 y comenzó una campaña militar. Alfaro hablaba permanentemente de perdón y olvido pero los conservadores no aceptan la propuesta y atacan ferozmente a Alfaro, en mayo de 1886, invaden desde Colombia guerrilleros conservadores, los que fueron vencidos el 3 de junio del mismo año. Tuvo necesidad de usar mano dura para sofocar la rebelión de los conservadores especialmente en la Sierra.

En cuenca da una formidable rebelión que vence a los ejércitos liberales (5 de julio de 1896) lo que obliga la mismo Alfaro a marchar al austro para reducir a los conservadores. Se dan varios combates así en Lircay, Leuta y Girón la día siguiente entraba en Cuenca en medio de una gran lucha ya que los conservadores desde las casa y los campanarios arrojaban agua y aceite hirviendo a los liberales. Los cuencanos desde días antes hacían rogativas y procesiones invocando ayuda divina y se decía del “indio Alfaro libranos señor”, estas campañas causaron mas de mil muertos.

Fue después de aquel 5 de Junio de 1895 en que Guayaquil cambiaba su anciano rostro por el nuevo de la juventud. Los jóvenes se impacientaban por ir a las guerras. Las multitudes en el puerto principal se alegraban al ver el ingreso de los generales a la ciudad, tal fue el caso del Gral. Plutarco Bowen, joven, apuesto y valiente; no falto quien no dijera que este era uno de los hombres más idóneos para ocuparse de los destinos de la patria. Pero no hubo mayor recibimiento como el que tuvo el Gral. Alfaro el pueblo: jóvenes, mujeres, ancianos y niños iban a recibirle… todos ellos al grito de ¡Viva Alfaro!, la multitud esbozaba alegría, las proclamas de ¡Viva el Viejo luchador!, ¡Viva el Partido Liberal!, se mezclaban con el ambiente. El pueblo pedía palabras de él, pero, él con un nudo en la garganta no podía, sino pedir al pueblo perdón, lo único que menciono fue que no vacilaría en cumplir con su deber.

Alfaro, se encontraba ante un problema, la evolución inminente de la agro-exportación, contra el feudalismo serrano, envió dos comisiones la una a Quito, para que negociaran, pedirían que el Partido Liberal pueda gobernar sin necesidad del absurdo derramamiento de sangre; la otra comisión fue enviada a Cuenca, pero ambas fueron rechazadas. Sin embargo, Alfaro ya había enviado a sus emisarios a Manabí, para que dicha provincia se incorporara a la Revolución, y aún así tuvo una dura batalla con el clero conservador, principal representante de esta oposición fue el obispo de dicha diócesis, Schumacher, mismo que le hizo la batalla, numerosos inocentes murieron, y Schumacher, gritaba –nada para los liberales-, sin embargo este fue tomado preso y dejado en libertad a cambio de la libertad de algunos presos liberales y de parte del armamento, y aún desterrado Schumacher seguí gritando contra el liberalismo, a su llegada a Quito, la multitud besaba las faldas de su sotana. La proclamación de Alfaro conmovió a toda la Sierra, y los miembros del clero no dudaron en atacar, el mismo arzobispo Rafael González Calisto, llamaba a tomar las armas contra Alfaro, proclamaba el nombre de la Beata Mariana de Jesús, en todo el país el dulce sermón se convirtió en discurso de agitación, desde el pulpito se pregonaba –Muerte al demonio-, - muerte al indio Alfaro, así la guerra civil, empezaba a convertirse en una guerra religiosa.

La batalla empezaba por la Sierra, varios grupos Alfaristas, se preparaban para los combates. En Alausí se incorporaron varios oficiales entre ellos su hermano Medardo Alfaro y el Gral. Leónidas Plaza, allí Alfaro recibió una carta de Sarasti en

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