ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Revolucion Industrial

lianna17 de Febrero de 2014

3.845 Palabras (16 Páginas)426 Visitas

Página 1 de 16

LA ADMINISTRACIÒN DURANTE LA REVOLUCIÒN INDUSTRIAL

La Revolución Industrial, un proceso que se inicia en Inglaterra y se extiende por todo el mundo, se caracteriza por la mecanización de la industria y la agricultura, la aplicación de la fuerza motriz, el desarrollo de fábricas y el avance en los transportes y las comunicaciones. Con el tiempo, el creciente dominio de la ciencia en la industria y el desarrollo de nuevas formas de organización se reflejan en los cambios sociales. El capitalismo como forma de organización social, es consecuencia y factor para los monopolios. La Revolución Industrial determina empresas, entre las cuales sobresalen:

• Normas rígidas de trabajo.

• Formas de comportamiento rutinizadas y mecanizadas.

• Un aumento en la dependencia entre los miembros de la organización.

• Una necesidad de coordinación permanente.

La Revolución Industrial es la génesis de la teoría científica de la administración. Con ella aparecen los estudios sobre la productividad humana, la investigación administrativa, los principios administrativos, los conceptos de administración, las funciones de ésta y el enfoque de proceso.

Siglo XX.

Se caracteriza por un gran desarrollo tecnológico e industrial y, consecuentemente por la consolidación de la administración. A principios de este siglo surge la administración científica, siendo Frederick Winslow Taylor su indicador; de ahí en adelante, multitud de autores se dedican al estudio de esta disciplina. La administración se torna indispensable en el manejo de cualquier tipo de empresa, ya que a través de aquélla se logra la obtención de eficiencia, la optimización de los recursos y la simplificación del trabajo.

En la actualidad, la administración se aplica

En cualquier actividad organizada: desde la realización de un evento deportivo hasta el lanzamiento de un cohete interespacial, siendo imprescindible para el buen funcionamiento de cualquier organismo social.

A partir de la revolución industrial surgió la necesidad de desarrollar teorías, principios y modelos, que facilitaran la comprensión de la realidad y que permitieran introducir cambios y mejoras con el menor grado de incertidumbre en los resultados finales.

EL SISTEMA DOMÈSTICO

Este sistema doméstico de trabajo en pequeña escala, con un número reducido de operarios, era característico de todo tipo de actividades, incluso, en aquellas que requerían trasladarse a un centro de producción, como las minas, los trabajadores realizaban sus tareas en forma individual o en pequeñas cuadrillas y a su propio ritmo de trabajo y tenían el control de sus instrumentos de trabajo, del proceso productivo y del producto obtenido, cuya velocidad de producción dependía de las habilidades, interés y necesidad de cada productor; los elementos ajenos al patrimonio del trabajador podían ser la propia materia prima o las fuentes de explotación de las mismas, como en el caso de yacimientos minerales o de otros productos.

La energía empleada en las tareas artesanales era la humana, combinada con la utilización de la animal y aprovechamiento de la energía del viento y el agua con máquinas que basaban su desempeño en la aplicación de poleas y engranes, principalmente fabricadas con madera.

El sistema domestico funcionaba del siguiente modo: un comerciante-empresario distribuía las materias primas y les pagaba por pieza elaborada. Estos productos (hilo o tejido) eran acabados en talleres urbanos y luego colocados en el mercado por el comerciante-empresario. El sistema tenía evidentes ventajas para el comerciante-empresario, ya que permitía escapar del control de los gremios urbanos, utilizar mano de obra barata disponible en el campo y evitar costosas inversiones en las instalaciones y maquinarias. Para los campesinos, significaba la posibilidad de obtener un ingreso complementario al agrícola en las épocas en que descendían las actividades rurales.

Tenía las siguientes características:

• El empresario (capitalista) era generalmente un comerciante no un industrial. Proporcionaba materia prima a los campesinos, esencialmente mujeres, y éstas la trabajaban en su hogar.

• La industria doméstica y su declive ante las nuevas formas de producción

• El pago se realizaba mediante salario. El campesino no era dueño ni de la materia prima ni del producto resultante, aunque sí lo era de los útiles de trabajo.

• La producción trascendía la limitación del mercado local o regional, estaba destinada a la exportación.

• Esta actividad se desarrolló al margen de la reglamentación de los gremios de artesanos. Dependía del capital mercantil.

• El proceso de trabajo era sencillo y no requería una maquinaria compleja.

• Se concentró esencialmente en el sector textil, con la fabricación de mercancías de lana o lino.

EL SISTEMA DE TRABAJO A DOMILICIO

La aparición de herramientas más eficientes para producir hacía que quienes no podían adquirirlas estuvieran en desigualdad en la competencia con los demás fabricantes. Por otra parte quienes contaban con máquinas podían además controlar y acaparar la materia prima.

A partir del siglo XVI fue desarrollándose paulatinamente una nueva forma de organización conocida con el nombre de "industria a domicilio", cuya mayor difusión tuvo lugar durante los siglos XVII y XVIII. Era un sistema descentralizado de producción, en el que los trabajadores realizaban las tareas en sus domicilios, con herramientas que en general eran de su pertenencia. Trabajaban para un comerciante-empresario, que les encargaba los trabajos y les suministraba materia prima, retirando luego las piezas elaboradas, que eran vendidas en mercados no locales, europeos o ultramarinos. La mayor parte de los trabajadores eran campesinos que realizaban sus actividades industriales en los tiempos muertos que dejaban las tareas agrícolas.

Ventajas: se trataba de un sistema muy flexible, en el que la producción se regulaba de acuerdo con la demanda, y en el que no existía una obligación por parte del empresario de mantener un vínculo permanente con los trabajadores. Los costos fijos eran mínimos y los salarios más bajos, ya que no se aplicaban las regulaciones que establecían los gremios para la industria urbana. Los trabajadores aceptaban recibir un pago menor porque para ellos se trataba de una actividad complementaria, pues su ocupación principal era la agricultura.

En las zonas agrícolas menos fértiles la industria a domicilio ofreció la posibilidad de mejorar los ingresos de los campesinos, ya que a la producción de la tierra sumaban las remuneraciones provenientes del trabajo industrial.

El sistema de trabajo a domicilio se extendió fundamentalmente en la industria textil, aunque también se utilizaba en otras ramas como la industria metalúrgica, la fabricación de vidrio y la de relojes.

EL SISTEMA FABRÌL

El sistema fabril fue establecido por la introducción de una costosa maquinaria movida por energía; desde el punto de vista administrativo el factor decisivo debe haber sido el deseo de controlar hombres, materiales y máquinas. Si bien el desarrollo de la hiladora de bobina se debió a Lewis Paul, el hijo de un médico y el carpintero John Wyatt,en 1738, se considera al inglés Richard Arkwright (1732-1792), hijo de un sastre que fue barbero, cantinero y fabricante de pelucas, como el creador del sistema fabril, a partir del desarrollo de una hiladora mecánica que utilizaba energía hidráulica y hacía girar varios rodillos a diferentes velocidades para cardar el lino y otras fibras, lo que permitía alinearlas para que luego fueran alimentadas, sujetadas por una abrazadera, a una torcedora para convertirlos en hilos en una forma mecanizada. luego fueran alimentadas, sujetadas por una abrazadera, a una torcedora para convertirlos en hilos en una forma mecanizada.

JAMES STUART

James Mill nació en Northwater Bridge, en la parroquia de Angus; su padre también se llamaba James y era de profesión zapatero; su madre, Isabel Fenton, tenía familia que había participado en el levantamiento de Stuart y, se interesó en que su hijo recibiera la mejor educación posible, enviándolo primero a la escuela parroquial, luego a la Academia de Montrose, posteriormente a la Universidad de Edimburgo, patrocinado por Sir John Stuart (1795-1815).Mill se destacó como un estudioso del griego; recibió su licencia para predicar en 1797. En octubre de 1798 recibe su licencia como ministro de la iglesia de Escocia (Iglesia presbiteriana).Dio algunos sermones para cumplir su “oficio” pero se sabía ya agnóstico. Para el año de 1802 se traslada a Londres definitivamente donde trataría de ganarse la vida como escritor y editor.

En 1803 se encargó de la dirección del Literary Journal (Londres) (Revista literaria en castellano, donde se daban resúmenes del conocimiento humano de entonces) y en 1805 tomó a su cargo la dirección del St. James Chronicle, propiedad del mismo dueño. También ese año, James Mill se casó con Harriet Burrow, una mujer cuya madre era viuda y sostenía lo que se daba en llamar, un establecimiento para lunáticos en Hoxton; un año más tarde nacería su primogénito, John Stuart Mill en su casa de Pentoville (sería el mayor de 9 hijos).

En 1808 conocería a Jeremy Bentham de quien se haría gran amigo y seguidor.

De 1806 a 1818 trabajó en una “History of British India” (historia de la India británica), que alcanzó gran resonancia no sólo por su estudio e interpretación de la civilización de la India, sino también por su

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (25 Kb)
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com