La felicidad y el autoengaño

La felicidad y el autoengaño

En 1866, Fëdor Dostoievski lanza una novela considerada como una de las más influyentes e internacionales de la cultura rusa: Crimen y Castigo. Ésta historia narra el crimen realizado por el protagonista Rodion Raskolnikov, quien asesina a una usurera y a la hermana de ésta, con el fin de robarles el dinero que guardaban para que él, junto con su madre y hermana, lograran salir de la pobreza en la que se encontraban.

Pero Rodion tuvo otras alternativas. Un día, recibió una carta que le envió su madre, en la cual le daba a conocer la noticia de que su hermana, Dunia, se casaría con un tal Piotr Petrovich, un neocapitalista adinerado que sería la solución a los problemas de dinero de la familia. Si bien en la carta no se daba a conocer textualmente esa razón del matrimonio, que es netamente de interés económico, el contenido dejaba entrever el verdadero trasfondo de la unión marital.

“¡Oh, qué felicidad será abrazarte! Dunia no cabe de gozo pensando que va a verte de nuevo, y dijo en broma que sólo por eso se hubiera casado con Piotr Petrovich. ¡Es un ángel!”

(Crimen y Castigo, Dostoievski. Pág. 36)

Al leer la carta que la madre le envía a Rodion, es natural que surja una duda bastante interesante: ¿Los matrimonios por interés son realmente efectivos? Luego de meditar ésta interrogante, se puede llegar a la conclusión que no es así; Un matrimonio basado en un interés personal y no en el amor de pareja, es sólo un criminal engaño para los esposos.

Y sí, es factible decir “criminal” puesto que vivir en una absoluta farsa puede llegar a ser, tarde o temprano, el fin de la felicidad personal. Cuando una persona vive en un matrimonio basado en el interés económico, podemos inferir que el tema del amor claramente no está presente, y vivir años con una persona, o incluso ni siquiera años, tal vez días o meses acompañando a una persona que no se quiere, es matar nuestra felicidad personal, o como dice el dicho popular, es “cavarse la propia tumba”. Es sabido por todos que, cuando uno comparte con gente que no es de su agrado, difícilmente se podrá pasar un buen rato, y si ese momento se convierte en una relación matrimonial, bueno… la felicidad personal no está garantizada.

Por otra parte está el engaño, tanto entre la pareja, como el autoengaño. El primer tipo de engaño que se lleva a cabo entre dos personas, puede causar daños irreparables en la relación de éstas, haciendo vivir en un ambiente de malas vibras, de tensión, y absoluta desconfianza al otro. Ésta situación no ocurriría en un matrimonio de verdad, puesto que las bases de esa unión es el amor y la confianza. Así mismo, el autoengaño aporta a que la persona viva en un mundo de ficción, el cual puede terminar dañando seriamente

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