La mosca de un minuto

LA MOSCA DE UN MINUTO

En un pacífico bosque, nacía Sinfín, una mosca que apenas veía el mundo con tanto entusiasmo, y ya contaba con un nùmero destinado, 1 minuto yacía sobre su cabeza, en vista de ello se encontraba confundido, por lo cual en ese preciso momento de confusión se le atravesó una mosca de manera intempestiva, que descendía muy rápido hacia el suelo, que al caer murió, pero Sinfín se percató de algo, el número que tenía la extraña mosca también descendía hasta llegar a cero. Y en ese preciso momento en que la otra mosca murió, el número de Sinfín empezó con la cuenta regresiva, por tal eso le puso nervioso, y en medio de ese nerviosismo le cayó sobre el rostro una hoja, en donde indicaba una serie de cosas para realizar antes morir, por tal sin pensarlo dos veces empezó a cumplir cada uno de ellas, no tenía miedo, tan solo le embargaba la ansiedad de poder cumplir con todo lo que estaba escrito, sabía que no iba a ser sencillo mucho menos fácil, pero él era Sinfín una mosca de un minuto valiente.

Ya en los primeros quince segundos había realizado cuatro deseos, y se sentía cansado, aun así no iba a tirar la toalla, era Sinfín, y él lo podía todo. Además mientras iba cumpliendo con todo lo especificado se enamoró, se reprodujo, obtuvo nuevos amigos, salvo una vida, venció sus miedos al enfrentar a la muerta, y si fuera poco al llegar al décimo segundo ya casi había terminado la dichosa lista de deseos, de echo solo le faltaban tres deseos más, el antepenúltimo si lo llegó a cumplir, ya que era el de desesperarse, pero el penúltimo que era el de llegar a ser famoso, no encontraba como llegar a ser ello, tan solo le quedaban cuatro segundos y su corazón latía a mil por hora, era el más importante de todos, y ya estaba cansado no sabía qué hacer, por tal cerro sus ojitos y se iba dejando caer de manera lenta, le quedaban tan solo tres segundos de vida, pero en ese preciso momento un líquido viscoso cayo de alguna parte de un árbol, el cual le impacto sobre él, su caída fue más aparatosa hacia el suelo, en vista de ello sus ojitos se encontraban tan abiertos, como si estuviera asustado, y es así como Sinfín falleció, sin poder haber cumplido los dos últimos deseos. Aunque él tenía todas las ganas de querer culminar con toda la lista, no lo logro, le puso tanto empeño, su alma, corazón y vida, aun así no pudo cumplir.

Pero pasaba los días, y el líquido viscoso lo mantenía intacto, con sus ojitos abiertos, pudo contemplar las estrellas, aunque él estaba sin vida su cuerpo pudo ser parte de ello, así que cumplió el penúltimo deseo. Y aunque pasaron los años, y las otras moscas de un minuto se extinguieron, ella era el único intacto, gracias al líquido viscoso, es así que un grupo de arqueólogos lo encontró, y ahora se encuentra en un museo. Por tal podemos decir que Sinfín si llego a cumplir con toda la lista de deseos, ya que es famosa, y ahora la observamos y podemos saber su historia. Hasta siempre Sinfín.

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