Libro Seducción De Las Palabras

Resumen libro: La Seducción de las palabras.

Las palabras radican en la inteligencia pero también residen en los sentimientos y forman parte del alma. Hay una competencia lingüística al no saber por qué uno habla o como habla, ese es el uso del inconsciente de la lengua. Esta seducción no reside en su función gramatical sino en el valor latente de su sonido y su historia y las afinidades que implica. Percibimos las palabras y sus significados influyen en nuestro sentir.

Se refiere al intelecto y la deducción personal. Se fundamenta en frases y pensamientos. El intelecto busca lo expresivo, no el razonamiento. Las palabras denotan, connotan, significan y forman parte de un contexto que despierta sentimientos y experiencias. Las palabras frías trasladan con precisión y son la base de las ciencias y las palabras calientes son la base de las artes.

Llegan a través de los sentidos a nuestro intelecto y el cerebro reconoce las léxicas y morfológicas. Tenemos un diccionario mental donde buscamos el significado de la palabra escuchada. Por el oído y la vista recibimos el lenguaje. El valor de los sonidos moldea las palabras y lo que nos sugiere.

El hombre se creó y el amor existió. Por esto se usan palabras que establecen la historia de la humanidad con conceptos profundos y universales. Tienen una función poética ya que llegan a nuestra mente por los sentidos y sino la conocemos nuestro cerebro buscara el entorno de esta. Con la experiencia nos aprendemos los significados y las relaciones hacia la palabra escuchada.

El valor simbólico es la fuerza de la publicidad ya que apela por los sentimientos para seducir por la compra. Las palabras calientes dan la sensación de libertad y equilibrio, seducen por su historia. La publicidad vende estatus, prestigio y calidad con palabras seductoras.

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