Literatura

Literatura para no lectores. La literatura y el nivel Inicial. Carlos Silveyra

Capitulo I. Algunos principios.

Nunca salimos como entramos a la lectura de un cuento. El contacto del niño del nivel inicial con la literatura infantil es y debe ser, ante todo, un contacto gozoso, amigable, placentero.

Gianni Rodari dice: “la literatura infantil en sus inicios sierva de la pedagogía y de la didáctica, se dirigía al niño escolar que ya es un niño artificial, de uniforme, mensurable, según criterios meramente escolares basados en el rendimiento, en la conducta, en la capacidad de adecuarse al modelo escolar.”

Siglo XVII y XVIII nacen las escuelas populares, hacen falta libros para enseñar las virtudes indispensables para las clases subordinadas: la obediencia, la laboriosidad, la frugalidad y el ahorro. (Literatura edificante).

La literatura era más pedagógica que literaria, es decir, aleccionadora, dirigista y manipuladora.

Carlos Silveyra, “propone un abordaje de la literatura destinada a los niños de menos de 6 años, en la inteligencia de que es precisamente en esa franja etaria donde se empieza a construir un vínculo entre los libros y los chicos. De allí que, por momentos, abordaremos cuestiones referidas a la lectura, su promoción y valores.”

Es responsabilidad de la escuela ofrecer tiempo y motivaciones para formar en cada alumno un lector autónomo.

La literatura debe ser valorada como algo muy distinto a “perder el tiempo”.

En la narración el docente busca la formación de escuchas- lectores competentes que puedan desarrollar un vínculo duradero con la literatura.

Cuanto más saquemos a la literatura del campo de las obligaciones, del campo del deber ser, más nos acercaremos a formar lectores autónomos, lectores fuera del ámbito escolar, lectores que opten, voluntariamente, por leer cuando podrían hacer otras cosas.

 La literatura infantil en la Argentina

Es María Elena Walsh quien marca un antes y un después en la literatura infantil, la temática comienza a estar ligada al imaginario infantil, le pierde el miedo a las palabras y se compromete con nuestra realidad no necesariamente del realismo sino también desde el absurdo y lo fantasmatico.

Hacia fines de los años ´60 y comienzos de la década del ´70 aparecen dos nuevas voces, se trata de Laura Devetach produce textos compuestos por palabras pulidas artesanalmente, asumiendo con claridad un compromiso social. Elsa Bornemann trae temas fuertes, atrevidos, inusuales y aporta una escritura espontanea, viva y de excelente factura.

En la dictadura entre 1976 y 1981/82 la literatura infantil hiberno. Se prohibieron libros para niños sin otra fundamentación que la intolerancia. Se censuraron libros por exceso de imaginación.

Con el advenimiento de la democracia se incorporan Graciela Montes, Ana Maria Ramb y Graciela Cabal, entre otros.

 Literatura infantil, Latinoamérica y globalización

En el siglo XXI las empresas editoriales multinacionales han descubierto el axioma del venda nacional. Según este razonamiento solo se venden libros de autores locales. Muchos autores

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