LOS CUATRO ACUERDOS

LOS CUATRO ACUERDOS

Los Toltecas

En el libro menciona que los toltecas eran conocidos como personas de conocimiento, son nombrados como una sociedad para estudiar y que conservan un conocimiento espiritual. Los toltecas llegaron a formar un rango en la sociedad que se encargaba de enseñar, naguales que transmitían sus conocimientos a los estudiantes en Teotihuacán, la ciudad de las pirámides. En este lugar era en donde el hombre se convierte en Dios.

Los nahuales se vieron orillado a escondes su sabiduría ancestral para mantenerse en secreto. El libro también hace mención que en la conquista Europea se hace un agresivo uso del poder personal por parte de algunos estudiantes, es por eso que como antes se mencionó fue necesario proteger el conocimiento de aquellos que hacían un mal uso por que aun no estaban listos para utilizarlo, solamente querían el beneficio personal.

El conocimiento tolteca logró ser conservado y transmitido de una generación a otra por diferentes linajes de nahuales, aunque permaneció oculto cientos de años. El conocimiento tolteca nace de la esencia de la verdad, debe de quedar claro que no es una religión pero respeta a los maestros espirituales de cada religión existente. Este conocimiento podría resumirse en que es una manera de vivir que se distingue por su acceso a la felicidad y al amor.

Espejo humeante

En esta introducción menciona a un hombre como nosotros que estudiaba para convertirse en un chamán, aprendía los conocimientos de sus ancestros, aunque no estaba de acuerdo con todo lo que aprendía, y él pensaba que debía de haber algo más.

Entonces en un seño, se vio a sí mismo, vio a su cuerpo y salió de una cueva en plena luna llena. Se miro las manos, sintió todo su cuerpo se hablo a sí mismo: “Estoy hecho de luz; estoy hecho de estrella”, se dio cuenta de que no son las estrellas las que crean la luz, sino que es todo lo contrario, es la luz que crea las estrellas así que desde ese momento decidió llamar a las estrellas el nagual, y supo que lo que creaba las armonía y el espacio entre ambos es la vida o intento. La vida es lo que hace que el tonal y nagual existan. La vida es la fuerza absoluta.

Llegó a la conclusión de que lo que descubrió es que todo lo que existe es una manifestación del ser viviente al que llamamos Dios. Todo es Dios. Y llegó a la conclusión de que la percepción humana es solo luz que percibe luz. Notó que la materia es espejo, todo es espejo que refleja luz y crea imágenes de esa luz y el mundo de la ilusión. Todo este descubrimiento cambió su vida. Lo que realmente somos es pura luz, puro amor. No encontraba palabras para describirlo y la gente no lo entendía, veía cambio en el, mucha mejora, su forma única de vivir pero por más que el traba de compartir este descubrimiento no le entendían, el decía que cada uno es un espejo.

La Domesticación

Soñar es la función principal de la mente y una mente sueña veinticuatro horas al día. Sueña cuando el cerebro está despierto y también cuando está dormido. En este capítulo se menciona que nuestros creadores, desde antes que naciéramos ya habían creado un sueño externo en nosotros, un sueño de la sociedad, un sueño colectivo. El sueño del planeta incluye todas las reglas de la sociedad, sus creencias su leyes, sus religiones sus diferentes culturas y maneras de ser, sus gobiernos, sus escuelas, sus acontecimientos sociales y sus celebraciones.

Nacemos con la capacidad de aprender a soñar, y los seres humanos que nos proceden nos enseñan a soñar de la forma de la sociedad., aprendemos como comportarnos en la sociedad, nos enseñan que es lo que debemos creer y que no. Los que es bueno y lo que es malo, que es bello y que es feo, todos los conceptos y todas las reglas a seguir de la sociedad, como comportarse ante el mundo. Aprendimos a cómo podemos captar la atención de los demás y los demás la nuestra.

En el transcurso de este aprendizaje incorporamos en nuestra propia personalidad al juez y a la víctima.

El juez representa esa tendencia en nuestra mente que nos recuerda continuamente el libro de la ley que gobierna nuestra vida -lo que está bien y lo que está mal-, nos premia y, más frecuentemente, nos castiga. La víctima es esa parte en cada persona que sufre las exigencias de su propio juez interior. Sufrimos, nos arrepentimos, nos culpabilizamos, nos custigamos por la misma causa una y otra vez, cada vez que el recuerdo nos pasa factura.

Y como consecuencia del propio sistema, el miedo se instaura en nuestra vida.

Sé impecable con la palabra.

Las palabras son mágicas: de la nada y sin materia alguna se puede transformar lo que sea. Las palabras poseen una gran fuerza creadora, crean mundos, realidades nos generan emociones a los seres humanos.

Con las palabras podemos salvar a alguien, hacerle sentirse bien, transmitirle nuestro apoyo, nuestro amor, nuestra admiración, nuestra aceptación, pero también podemos matar su autoestima, sus esperanzas, condenarle al fracaso, aniquilarle.

Incluso con nuestra propia persona: las palabras que verbalizamos o las que pensamos nos están creando cada día son un reflejo de nosotros mismos. Las expresiones de queja nos convierten en víctimas o victimarias, las crítica, en jueces que para nosotros son importantes el lenguaje nos mantienen en un mundo lleno de palabras y frases de críticas que nos hacen tener un concepto diferente de lo que somos y de lo que podemos llegar hacer, son tan poderosas que son capaces de hacer crecer a una persona o de lo contrario hacer que caiga en un pozo y que no pueda salir de ahí, donde el hombre es la medida y el centro de todas las cosas, y las descalificaciones autovictimistas (pobre de mí, todo lo hago mal, qué mala suerte tengo) nos derrotan de antemano.

Si somos conscientes del poder de nuestras palabras, de su enorme valor, las utilizaremos

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