Los Cuatro Acuerdos

En este libro veremos como las tradiciones y sabiduría tolteca influye mucho en el desarrollo s de las sociedades manifestando cuatro acuerdos muy ciertos y que te hacen reflexionar sobre tus actitudes.

LOS TOLTECAS

Los toltecas hace miles de años eran conocidos por mujeres y hombres de sabiduría y conocimiento o mejor dicho eras científicos y artista que formaron una sociedad. Los naguales se vieron obligados a esconder su sabiduría y existir en secreto pero esto no fue un impedimento para que su conocimiento trascendiera de generación en generación. Después de muchísimos años el doctor Miguel Ruiz, un nagual del linaje de los guerreros del águila ha sido guiado para extender las poderosas enseñanzas de sus ancestros toltecas. Es una sabiduría que incluye todas las tradiciones esotéricas sagradas del mundo y es una manera de vivir que se distingue por su fácil acceso a la felicidad y el amor.

ESPEJO HUMIANTE

Hace miles de años, para ser precisos hace tres mil años había un ser humano exactamente como tú y yo era un ser humano que estudiaba para convertirse en una chamán, para aprender el conocimiento de sus ancestros, pero él no estaba total mete de acuerdo de los que aprendía en sentía que debería hacer algo más.

Una noche mientras dormía el soñó que veía su propio cuerpo, salió de la cueva, había luna llena y una infinidad de estrellas. Entonces miro sus manos sintió su cuerpo y oyó su propia voz que le decía “estoy hecho de luz, estoy hecho de estrellas” y supo que todo lo que existe es un ser viviente, y que la luz es la mensajera de la vida, porque está viva y contiene toda la información.

También había descubierto que era un espejo para los demás, un espejo en el que podía verse a sí mismo él dijo “cada quien es un espejo”. Y comprendió que todos soñaban pero sin tener conciencia de ello, sin saber lo que realmente eran y que no podían verse ellos mismos porque porque había un muro de niebla y en ,uro estaba construido por la interpretación de las imágenes de la luz: el sueño de los seres humanos.

LA DOMESTICACION Y EL SUÑO DEL PLANETA

Sueñas con el cerebro despierto. Y soñar es la principal función de la mente esto quiere desir que la mente sueña todo el tiempo las veinticuatro horas del día sueña cuando el cerebro está despierto y cuando está dormido. Antes de que naciéramos, aquellos que nos presibieron creando un enorme sueño externo que llamaremos sueño de la sociedad o en sueño del planeta este es el sueño colectivo hecho de miles de millones de sueños más pequeños, de sueños personales que juntos crean el sueño de una familia, el sueño de una comunidad, un sueño de una ciudad, sueño de un país y finalmente en sueño de toda la humanidad.

Nacemos con la capacidad de aprender a soñar de la forma en que lo hace la sociedad, el sueño externo utiliza a la mamá y al papá, la escuela y la religión para enseñarnos a soñar.

Los niños no tuvimos la oportunidad de escoger nuestras creencias, pero estuvimos de acuerdo con la información que otros seres humanos nos transmitieron del sueño del planeta. Los niños creen en todo lo que le dicen los adultos y aún que quizás nos revelemos contra ellas, no éramos lo bastantes fuertes para que nuestra rebelión triunfase y nos rendíamos mediante nuestro acuerdo.

Esto se le llama proceso de “domesticación de los seres humanos” atravesó de esta apandemos a vivir y a soñar, en primer lugar al niño le enseñan el nombres de la cosas y personas como mamá, papá, leche botella.

El sueño externo nos enseña cómo ser seres humanos y nos juzgamos a nosotros mismos así como juzgamos a otras personas.

Domesticamos a los niños al igual que lo hacemos con un pero los premiamos cuando hacen algo bien y le damos un castigo cuando hacen las cosas mal y cuando éramos niños nos decían “eres un niño malo” o “eres una niña mala” cuando desobedecíamos a mamá o a papá.

Cuando no acatábamos las reglas, nos castigaban; cuando las cumplíamos, nos premiaban. Nos castigaban y nos premiaban muchas veces al día. Pronto empezamos a tener miedo de ser castigados y también de no recibir la recompensa, es decir, la atención de nuestros padres o de otras personas como hermanos, profesores y amigos.

Con el tiempo desarrollamos la necesidad de captar la atención de los demás para conseguir nuestra recompensa.

Cuando recibíamos el premio nos sentíamos bien, y por ello, continuamos haciendo lo que los demás querían que hiciéramos teníamos miedo ser castigados y a no recibir la recompensa, empezamos a fingir que éramos lo que no éramos, con el único fin de complacer a los demás, de ser lo bastante

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