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Los Cuatro Acuerdos


Enviado por   •  29 de Junio de 2015  •  5.008 Palabras (21 Páginas)  •  159 Visitas

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Introducción

Los Toltecas eran conocidos como hombres y mujeres de conocimiento, grandes científicos e intelectuales, los cuales formaron una comunidad de grandes maestros (Nahuales) en la gran ciudad de Teotihuacán ciudad que fue conocida como el lugar donde "el hombre se convierte en Dios". La conquista europea unida al mal uso de algunos aprendices hizo necesario proteger el conocimientos de aquellos que no estaban preparados para dan un buen uso de éste, conservarlo en secreto y guardarlo hasta que llegara el momento de devolver la sabiduría a la gente.

Si bien el la doctrina Tolteca no es una religión, ésta enaltece el espíritu siendo una manera fácil del alcanzar el amor y la felicidad.

El doctor Miguel Ruiz Nahual descendiente del linaje de los guerreros del Águila nos comparte a través de su libro poderosas enseñanzas Toltecas que nos ayudaran a construir la mejor versión de nosotros llegando a un estado denominado por los maestros Nahuales como " El cielo en la tierra".

Desarrollo

La rica sabiduría Tolteca está llena de analogías y cuentos los cuales capturan nuestra atención y ponen de relieve el misticismo de las enseñanzas que ellos dominaron.

El espejo humeante es el primer subtitulo del libro el cual nos relata la vida de una maestro Nahual el cual hace 3000 años quería convertirse en chaman, estudiaba arduamente, sin embargo no estaba del todo de acuerdo con todo lo que aprendía. un día tuvo un sueño en el cual veía su propio cuerpo durmiendo, entonces algo sucedió, se miro las manos, sintió en su cuerpo y oyó una voz interior que le decía: "Estoy hecho de luz, estoy hecho de estrellas". Miro al cielo y se dio cuenta que no son las estrellas las que crean la luz, sino la luz la que crea las estrellas.

Así que llamo a las estrellas el "Tonal" y a lo que hay entre ellas el "Nahual" y supo que lo que creaba la armonía entre ambos era la vida, o lo que los Nahuales llamaban "intento" lo cual lo llevo a la conclusión de que la percepción humana era solo luz que percibe luz. Todo es un espejo que refleja la luz y el mundo es una ilusión (Sueño), fue en ese momento que comprendió todo y se dio cuenta que el "Tonal" y el "Nahual" mezclaba vida para crear millones de manifestaciones de ésta. Al despertar de sueño su corazón estaba en paz, pero a la vez se sentía impaciente de contarles a todos lo que había descubierto.

Intento describirlo pero nadie lo entendía, él entendía a todos, pero nadie a él, los demás vieron que había cambiado, que algo irradiaba de sus ojos, comprobaron que ya no emitía juicios sobre nada ni nadie, ya no era como todos, creyeron que era la encarnación de un Dios, el sonrió y dijo:" Es cierto, soy Dios, pero vosotros también lo son".

Dentro de su reflexión descubrió que él era un espejo para los demás, que cada uno es un espejo y que todos soñaban, sin embargo no tenían conciencia de ello. Entonces entro en pánico pues supo que pronto olvidaría las enseñanzas que acababa de aprender por lo que con el fin de no ocurriese decidió llamarse el espejo humeante y dijo: " Soy el espejo humeante porque me veo en todos vosotros, pero no nos reconocemos por el humo que hay entre nosotros. El humo es el sueño, y el espejo eres tú, el soñador".

La domesticación y sueño del planeta...

Lo que escuchamos y vemos en este momento no es más que un sueño. La función principal de la mente es soñar, ésta sueña cuando estamos despiertos y también cuando estamos despiertos, incluso antes de que naciéramos lo humanos que nos precedieron crearon un sueño llamado el sueño de la sociedad (Sueño del planeta), éste incluye todas las reglas de la sociedad como la conocemos. Todos nacemos con la capacidad de soñar, pero los que nos preceden nos enseñan a soñar de la manera en que ellos saben, cuando chicos enfocamos toda nuestra atención en discernir y centrarnos en aquello que queremos percibir. Con el paso del tiempo aprendemos a captar la atención de los demás, lo cual se convierte en una tarea muy competitiva, todos quieren captar nuestra atención y nosotros queremos tenerla, aprendemos a darle un sin fin de significados y significantes a todo aquello que conocemos o nos enseñan, a este proceso lo llamamos la domesticación.

En la domesticación se mete el sueño externo en nuestro sueño interno con el fin de crear todo un sistema de creencias, mismas que con el paso del tiempo utilizamos para juzgar a los demás y para juzgarnos a nosotros mismos. En este sistema de creencias aprendemos que al actuar de cierta manera obtendremos un castigo o un premio según el caso, de tal manera que con el paso del tiempo tendemos a querer acaparar la atención a fin de obtener nuestras recompensas. Y es debido al miedo de no recibir la recompensa que empezamos a comportarnos de una manera que no somos para así evitar el castigo por no actuar de la manera esperada y tristemente nos convertimos en una copia de las creencias de la sociedad. Es tal la domesticación que nos llegamos a convertir en nuestro propio domador, los antiguos Toltecas llamaban a este "El Juez Interior", y para completar el tablero hay otra pieza de nosotros la cual es llamada la " Víctima". Estos dos personajes que viven dentro de nosotros crean una simbiosis entre la víctima y el victimario (Juez interior) donde llegan a establecer lo que denominaban "El libro de la ley" y cada quien tiene el propio, y aun y cuando este sistema de creencias no haga sentir mal debido a los reproches hechos por el juez para con la víctima, hace que nos sintamos seguros, ya que no hace sentir que seguimos siendo parte del sueño del planeta.

Es por ello que necesitamos una gran valentía para desafiar nuestras propias creencias, porque si bien es cierto que no las escogimos, también es cierto que las aceptamos. Luego entonces ¿quien dice que debemos de pagar varias veces por el mismo error? la verdadera justicia sería pagar una sola vez por éste, sin embargo es tal la domesticación que el Juez y la Víctima no dejan de hacernos sentir mal cada que tienen oportunidad. Ahora, el 95 %de nuestras creencias son mentiras, pero lo más triste de ello es que creemos en ellas, y nosotros creamos un infierno para mismo que los Toltecas llamaron el "Sueño del infierno".

El humano siempre está en la búsqueda de la verdad, sin darnos cuenta que la verdad está en nosotros pero debido a los acuerdos y creencias que hemos almacenado no tenemos ojos para verla. Solo confiamos en lo que creemos y nuestras creencias nos invitan a sufrir, nuestra mente es una bruma que los Toltecas llamaron "Mitote" lleno de todas las voces y creencias que a lo largo de la vida no han orillado a ser quienes no somos solo para poder encajar y evitar el miedo de ser rechazados en el sueño del planeta, es por ello no que nos rechazamos a nosotros mismos, y el grado de rechazo depende de que tan buena haya sido la domesticación, a demás de que nosotros también juzgamos a los demás según nuestro sistema de creencias lo cual nos lleva a utilizar mascaras sociales a fin de encajar en la sociedad.

Por ello es imperante comprender que nadie en toda la vida te ha maltratado más que tú mismo, el abuso de uno mismo nace del auto-rechazo, y éste a su vez de la imagen que tenemos en mente de lo que es ser perfecto y la imposibilidad de alcanzar ese ideal. A lo largo de nuestra vida hemos establecido miles de acuerdos, sin embargo los más importantes son los que hemos establecido con nosotros, siendo como resultado lo que llamamos nuestra personalidad, es por ello que los cuatro acuerdos que nos comparte el doctor Miguel Ruiz nos ayudaran a crear nuevos acuerdos que los liberen de los estigmas que cargamos cada uno de nosotros y así poder liberarnos del sueño del planeta.

Primer acuerdo: Se impecable con tus palabras

El primero de los acuerdos es lo que el Doctor Ruiz denomina " el cielo en la tierra". Es importante comprender que la palabra en la manifestación de nuestra intención no son solo sonidos y símbolos escritos, son el instrumento, sin embargo son como una espada de doble filo, pueden construir el sueño más bello o destruir todo lo que nos rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, y el otro es la impecabilidad de éstas.

La mente humana es un campo fértil para plantar semillas, tú plantas la semilla que es el pensamiento y éste crece y el problema radica en que con frecuencia plantamos las semillas equivocadas, pero lo importante es descubrir para que tipo de semillas es fértil nuestra mente ya que si escuchas palabras que llegásemos a aceptar como acuerdos éstas ser esparcirán como un cáncer, mismo que determinada el actuar diario de nuestra persona. Muy frecuentemente nuestros padres, hermanos, amigos, emiten opiniones sin pensar, nos creíamos que nos decían y vivimos con el miedo que nos provocaran sus opiniones es por ello que es de vital importancia el desarrollar la impecabilidad de nuestras palabras. Un pecado es todo aquello que atenta contra nosotros mismos, entonces cuando nos volvemos impecables con nuestras palabras nos volvemos responsables de nuestros actos, sin juzgar ni culpar a nadie. Desde ese punto de vista todo pecado deja de ser una cuestión moral para convertirse en una de sentido común, el ser impecable con tus palabras significa no utilizarlas contra ti mismo. Por eso si me amor a mi mismo seré impecable en mis palabras, ya que al expresarlas contigo habrá una reacción semejante de tu parte; si te agredo muy probablemente tú hagas lo mismo, o tal vez no y eso dependerá de los acuerdos que los demás tengan para si ya que si te agredo y tú entiendes en tu sueño personal que está bien que te agredan aceptaras ello como algo coherente con la realidad del sueño del planeta y por miedo al rechazo usaras las mascaras sociales a fin no desencajar.

Si llegamos a un acuerdo con nosotros de ser impecables con nuestras palabras eso bastara para que a través de la verdad se limpien todos los venenos emocionales que cargas contigo. Y al contrario si usamos las palabras de manera errónea eso alimentara el miedo y la duda, lo cual nos mantendrá atados al "sueño del infierno". El uso correcto de las palabras nos mantiene en el margen en el cual somos el espejo de nuestros pares y a su vez tenemos que entender que hasta que hasta que ellos también sean impecables con sus palabras se romperán los miedos que nos encadenan y nos lastiman en ese círculo vicioso llamado "Sueño del planeta".

Entonces la manera de romper con eso viejos acuerdos es y solo así será el crear nuevos acuerdos basados en la verdad, así pues el primer cambio que veras al ser impecable en tus palabras se reflejara en tu forma de tratarte y de tratar a los demás, especialmente a los que más quieres. Así pues debemos comprender que nuestra opinión es nuestro punto de vista, y no necesariamente la verdad, ya que tu opinión proviene de tus creencias, por ello usa las palabras para romper esos acuerdos que te hacen sufrir.

El segundo acuerdo: No tomes nada personal

El segundo acuerdo consiste en no tomar nada personalmente, y nos tomamos todo personalmente por que estamos de acuerdo con cualquier cosa que se diga, (de ahí la importancia de ser impecable con nuestras palabras) y el motivo es lo que llamamos "la importancia personal " que es la expresión máxima del egoísmo ya que consideramos que todo gira a nuestro alrededor. Y por eso debemos aceptar y comprender que nada de lo que los demás hacen es por ti, sino por ellos mismos. Incluso cuando parece que las cosas son de un modo muy personal no lo son, ya que lo que esta persona dice o hace depende de los acuerdos que ésta tiene y de la programación que está en su mente y su punto de vista surge de la información que recibió durante su programación. Así pues debemos de crear una inmunidad antes todos los ataques externos, ya que simplemente no es nada personal, sin embargo no encanta el protagonismo y por ello creamos conflictos con la única finalidad de sentir que tenemos la razón y los demás están equivocados.

Lo que pienses de mi no debe porque afectarme, pienses lo que pienses, sientas lo que sientas sé que es tu problema y no el mío, los demás tiene sus propias opiniones y sus propias creencias de modo que lo que sea que piensen esta únicamente relacionado a ellos. Lo que duele al escuchar las opiniones ajenas son las heridas que cada quien tenemos y el que nos moleste algo de lo que los demás opinen de nosotros está relacionado con el " Juez interno " que acepta dichas opiniones y el automático castiga a la " Víctima ", esto por que como tal no hemos roto acuerdos que forman parte del " Libro de la ley " que cada quien tenemos, pero que dichos acuerdos con el fin de no hacernos sentir el rechazo social acepta estos acuerdos como validos, y es por ello que al escuchar algo que nos hiere, no es la persona que nos envía ese veneno emocional la que nos está lastimando, sino nosotros mismos, ya que asumimos como verdad aquello que nos están diciendo, auto-flagelándonos con acuerdos que no deberían de pertenecer a nuestro "sueño interno" por ello hay que comprender que lo que tú me digas no debo de tomarlo de forma personal ya que tú ves el mundo con unos ojos diferentes de los míos. Ahora ni si quiera las opiniones que tienes de ti son necesariamente verdad e incluso no tienes que tomar personalmente las cosas que pienses de ti, ya que si tomamos en cuenta que tenemos toda nuestra vida regidos por acuerdos que asumimos como verdaderos argumentos de autoridad debido a la domesticación que sufrimos durante nuestra infancia mayormente y es porque ello que asumimos como un castigo más que justo el aceptar el veneno emocional lanzado por los demás, y lo peor del caso es que el " Juez interno " que tenemos nos castigara una y otra y otra vez debido a esa programación que llevamos y que aun no rompemos cambiándola por nuevos acuerdos.

Es importante entender que la mayoría de las personas mientes y mienten porque tienen miedo al rechazo, a que descubras que no son perfectos. El doctor Miguel Ruiz nos comenta que si ponemos en práctica este acuerdo romperemos docenas de pequeños acuerdos dañinos, y que si a demás sumamos el primero lograremos romper el 75 % de los acuerdos que nos tienen atrapados en el "Sueño del planeta".

Cuando te acostumbres a no tomarte nada personal, no necesitaras depositar tu confianza en lo que hagan y digan los demás.

Tercer Acuerdo: No hagas suposiciones

En la generalidad de las cosas tendemos a hacer suposiciones que podríamos jurar que son verdad, sobre lo que los demás hacen y piensan, tomamos de forma personal, lo cual nos lleva a culpar a los demás. Es importante que antes de emitir una opinión no tomemos un momento para determinar si lo que estamos por decir realmente se apega a la verdad. Siendo que tenemos miedo de quedar expuestos ante nuestras "afirmaciones" las defendemos e intentamos que otro sea el que no tenga la razón. Estamos segados ya que solo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír, creamos un sueño completo a partir de las suposiciones que queremos sean la verdad absoluto ante otros.

A menudo suponemos que los demás saben lo que estamos pensando y no es así, creemos que son adivinos de nuestros pensamientos y los culpamos por no haber complacido nuestros caprichos (debido a que "somos el centro del universo"), emitimos un juicio seguido del más común de los reproches "deberías haberlo sabido". necesitamos justificar nuestro actuar para poder sentirnos seguros y creer que seguimos encajando de el "Sueño del planeta", hemos llegado al extremo en el cual definimos que hacer preguntas nos resulta peligroso y la gente que no quiere debe de saber lo que nosotros queremos en nuestra mente, y defendemos posturas al punto de destruir nuestras relaciones personales, suponemos que los demás ven, sienten, piensan, juzgan y maltratan de la misma manera que nosotros, y esa es la principal razón por la cual da miedo ser nosotros mismos ante los demás, ya que nos juzgaran y castigaran de la misa forma en que nosotros lo hacemos.

Incluso llegamos a suponer cosas de nosotros, por ejemplo, creemos que somos buenos para algo y resulta que no, te sobrestimas y te subestimas porque no has tomando el tiempo necesario para hacerte las preguntas correctas y contestártelas. Y en ocasiones es necesario dejar de mentirnos a nosotros mismos sobre lo que verdaderamente queremos.

Luego entonces encontramos que cuando amamos verdaderamente a las personas que decimos amar, tenemos que aceptarlos tal como son, y no tratar de cambiarlos, ya que si es así, no nos gustan tal como son. Las personas no nos percatamos de que es mucho más fácil encontrar a alguien que sea como queremos, a tratar de cambiar a una persona. Quizá suene duro afirmar lo anterior, sin embargo éste tipo de comunicación hace que los acuerdos que establecemos con los demás sean claros e impecables.

Siguiendo la lógica la manera más fácil de evitar suponer ¡Es preguntar! todo mundo tiene derecho a contestarnos "si" ó "no", pero siempre tendremos el derecho a preguntar y de igual manera todos tienen derecho a preguntarte, y tu derecho a responder "si" ó " no" es por ello que al igual que cada acuerdo que hemos forjado con nosotros la mejor manera de fortalecer la voluntad es el actuar, una y otra y otra vez más, a fin de depurar todo aquellos acuerdos que solo nos han acarreado malestar en nuestro "sueño personal" hay que establecer fuertes bases para desarrollar nuevos hábitos que nos ayuden a alcanzar el "cielo en la tierra" y de esta forma ser y compartir lo que somos con nuestros seres queridos sin suponer que éstos nos entiendan.

El cuarto acuerdo: Haz siempre lo máximo que puedas

El cuarto acuerdo es una remembranza de lo que simboliza llevar a cabo el compromiso que tenemos para con nosotros al generar nuevos acuerdos con nosotros. Las cosas cambian continuamente de modo que en ocasiones lo máximo que podremos hacer tendrá una gran calidad y en otras no será tan bueno, y como lo comentábamos en párrafos anteriores es de vital importancia el encontrar un punto medio donde verdaderamente seamos conscientes de nuestras capacidades para que no nos sobrestimemos ni al contrario nos subestimemos. Limítate a hacer lo máximo que puedas en cualquier circunstancia de tu vida.

Una pequeña fabula que nos comparte el autor del presente libro ayudara a clarificar las cosas un poco mas respecto de este último acuerdo; Había una vez un hombre quería trascender su sufrimiento por lo que decidió ir a un templo budista, estando ahí se acerco a un Maestro y le pregunto: " maestro, ¿si medito cuatro horas al día cuanto tiempo tardare en encontrar la iluminación?", el maestro le miro y le dijo: " si meditas cuatro horas tal vez lo consigas en diez años", el hombre pensando que podía hacer más le dijo: " ¿y si medito ocho horas al día cuanto tardare?", El maestro le respondió: " si meditas ocho horas tal vez tardes veinte años". atónito el hombre le preguntó: ¿por qué si meditaba el doble iba a tardar el doble y no al contrario puesto que estaba invirtiendo más tiempo en la meditación, a lo que el maestro sabiamente le contesto: " no estás aquí para sacrificar tu alegría ni tu vida, estás aquí para vivir ser feliz y compartir esa felicidad con los demás, si puedes alcanzar tu máximo nivel en dos horas de meditación pero utilizas ocho, sólo conseguirás agotarte y apartarte del verdadero sentido de la meditación, y no disfrutaras de tu vida".

Es por ello que éste acuerdo nos invita a poner acción en nuestras vidas, la mayoría de las personas hace exactamente lo contrario y solo emprenden la acción cuando saben que obtendrán una recompensa a cambio. Sin emprendemos la acción sin esperar nada a cambio descubrirás que disfrutaras de cada cosa que hagas en forma plena.

Cuando hacemos lo máximo que podemos aprendemos a aceptarnos a nosotros también de forma plena, pero siempre siendo conscientes de nuestros errores, no para enjuiciarnos de nuevo sino para mejorar continuamente (hacer lo máximo que podemos), sin excusas ni reproches para con uno, ni para con los demás.

El emprender la acción es expresar de la mejor manera lo que somos, y la mejor manera de vivir es dejar ir el pasado y vivir el presente. El no disfrutar de lo que sucede ahora mismo es vivir en el pasado, es vivir sólo a medias, lo cual es peligroso ya que nos conduce a la auto-compasión, conducta que retoma y reafirma viejos acuerdos que solo nos llevan a convertirnos en "victimas" de nuestro "juez interno" y ello no ata de nuevo en el "infierno en la tierra". Siendo así hay que tener determinación y decir "si" cuando quieras decirlo y decir "no" de igual forma, la seguridad de en nuestra persona mejora nuestra autoestima, y nos aleja de miedos irracionales de no pertenecer o ser rechazados por los demás, y por ello la importancia de practicar estos cuatro acuerdos, recuerda la práctica hace al maestro, y todo, absolutamente todo lo que hemos aprendido en la vida lo aprendimos por repetición, y para romper viejos acuerdos la acción es la que cuenta. Al hacer lo máximo que podemos sin dejar de poner la acción día a día, elegimos el camino del "Guerrero" el primer "paso" es generar un acuerdo rector que determine la ruta a seguir para poder alcanzar el "cielo en la tierra" el autor como sugerencia nos menciona el siguiente: "elijo respetar los cuatro acuerdos".

De tal suerte que si hacemos lo máximo que podemos todos los días, aun y cuando no logremos respetar los cuatro acuerdos y fallemos, al otro día comenzamos de nuevo y haremos lo máximo que podamos para lograr cumplir con el acuerdo rector, así empezaremos a ver cambios significativos en nuestra vida que nos llevaran a ser los "Guerreros" maestros chamanes de los cuatro acuerdos, y al ser "Guerreros" nuestro objetivo será trascender este mundo, escapar del infierno y jamás volver a él.

Por eso es imperante que sepamos que el "sueño del planeta" solo es un sueño y nosotros somos capaces de rompe esos acuerdos que no atan infierno, ellos siendo conscientes de cuáles son los problemas que tenemos a fin de poder resolverlos, re inventarnos y sacar de nuestro sistema toda esa programación resultado de la domesticación que "fuimos" "victimas".

Los antiguos maestros nahuales enumeraron tres maestrías para poder convertirnos en toltecas, la primera es la maestría de la conciencia, que no es otra cosa que ser conscientes de quiénes somos y de nuestras posibilidades, la segunda maestría es la transformación, que nos dice cómo cambiar, y como liberarnos de la domesticación, la tercera maestría es la del intento, la cual desde el punto de vista Tolteca el intento es, esa parte de la vida que hace que la transformación de la energía sea posible.

Una manera de cambiar los viejos acuerdos es ser conscientes de nuestra realidad ya que cuando éramos niños no podíamos hacer otra cosa que acatar lo que se nos decía, ahora como adultos nosotros podemos decidir qué creer y qué no, y entre esas creencias tenemos que elegir el creer en nosotros poner acción y romper con esos acuerdos. El dominar los acuerdos es lo que el doctor Ruiz denomina "ir al desierto" ya que enfrentamos cara a cara a nuestros demonios con el fin de llenar el espacio que ocupa el acuerdo anterior a fin de que jamás pueda éste volver a ese lugar y de esa manera vencer a los demonios. Esto tiene como resultado el lograr cambiar nuestra vida radicalmente ya que al reflexionar un poco nos daremos cuenta que todo lo que tenemos es nuestra vida es consecuencia de nuestra toma de decisiones y de muchos años de domesticación.

Es importante curar nuestras heridas y enfermedades del alma ya que hemos llegado a considerarlos normales, con el fin de poder ser funcionales en el "sueño del planeta" y la enfermedad mental más grande que tenemos como seres humanos se llama "miedo" y cuando esos miedos son demasiado grandes la mente racional empieza fallar convirtiéndose en lo que llamamos "enfermedad mental", por ello es importante saber cómo curar las heridas y poder extirpar desde la raíz dichos miedos, ello implica el perdón a nosotros ya que ello nos llevara a la auto-aceptación y puede que duela el saber la verdad de nosotros mismos y que durante el proceso de las verdades que descubramos sean como un escalpelo, este abrirá todas las heridas que tenemos en el fondo de nuestros ser para poder sanarlas y de antemano el autor nos advierte que estas mentiras que laceran nuestro ser serán difíciles de extirpar, eso es a lo que llamamos "sistema de negación" que en ocasiones puede parecer practico por que tapa la herida, pero no la deja ventilar y solo infecta más nuestra mente con mas y mas mentiras que nos atan y que se convierten en un cáncer mortal. Por ello el ser humano debe de controlar sus emociones y no éstas a él.

Hay que actuar como "Guerreros" y ser conscientes, sin controlar a los demás y solo controlarnos a nosotros, las "victimas" reprimen sus emociones por miedo, el guerrero las refrena que no es lo mismo, ya que este expresa sus emociones en el momento adecuado ni antes ni después, los guerreros tienen un control absoluto sobre sus propias emociones y por ende de sus acciones.

El doctor Ruiz define como un paso primordial, el "abrazar al ángel de la muerte", con ello quiere decir que el paso final para la libertad personal es el aceptar la muerte y hemos de tomar conciencia de que podemos morirnos en cualquier instante y solo contamos con el presente para estar vivos, el "ángel de la muerte nos enseña a vivir cada momento como si fuese el ultimo, entregando nuestra gratitud para todas las cosas y todas las personas por el simple hecho de estar vivos, recordándonos tratar con cariño a las personas que queremos que no sabemos si volveremos a verlas el día de mañana, no importa si no se devuelven ese cariño ya que no me voy a detener a cuantificar lo que doy y recibo por que ese no soy yo y debo de ser integro y leal para lo que quiero a fin de no recaer en viejos errores y liberarme de viejos acuerdos. Si sobrevivimos a la iniciación a la muerte recibiremos al don mas grade, la "Resurrección".

La resurrección es convertirse en niño otra vez, es volvernos salvajes y libres, Pero con una diferencia, en lugar de la inocencia tendremos la libertad de la sabiduría. Así y solo así lograremos tener el "cielo en la tierra" en nuestro propio "sueño personal". Este estado de plenitud, Buda lo llamo "El Nirvana" y los Toltecas lo llamaron "El Nuevo Sueño". Si examinas tu vida encontraras muchas excusas para sufrir, peo ninguna buena razón para hacerlo, lo mismo ocurre con la felicidad. La única razón porque eres feliz es porque decides serlo.

Conclusión

En esta brillante obra el Doctor Miguel Ruiz plasma de forma impecable las antiguas enseñanzas del pueblo Tolteca llevándonos de la mano en un proceso en el que el único fin es el auto-conocimiento, la introspección y el perfeccionamiento del ser, a través de estos cuatro acuerdos se crea un marguen que desmitifica todos los acuerdos que establecemos al pertenecer al "sueño del planeta" y nos reivindica respecto de cómo lograr paso a paso entender el cómo es que llegamos a dónde estamos y cómo podemos llegar a donde queremos estar, los lineamientos de los acuerdos contienen importantes "dogmas" para la vida lo cuales así como lo comenta el doctor, nos librarían de tantos problemas que nosotros mismos en lo individual y en lo colectivo, como seres humanos creamos y alimentamos, hasta cierto punto no podemos culparnos de ellos puesto que esa es la información que fue inculcada en cada uno de nosotros, sin embargo la línea que separa a las "víctimas" de los "guerreros" que debemos ser es el poner acción en nuestras vidas y generar verdaderos cambios. Sería ilógico pensar que haciendo lo que estamos haciendo hoy día, y que no nos ha funcionado, podría en un futuro tener un resultado diferente de que existe en este momento. Recuerda tu eres tú y yo soy yo, nadie ve las cosas con los mismo ojos y nadie el mismo sueño que el tuyo, se impecable con tus palabras para que no te vuelvas esclavo de ellas, no juzgues no castigues no condenes, porque eso determina y habla más de ti, que de la persona a la cual le condenas el hecho de que "debía haberlo sabido" por ello no tomes nada personal, vive día a día como si no hubiera un mañana, ya que no sabes si lo vaya a haber, da lo mejor de ti haciendo lo máximo que puedas en cada cosas que desarrolles, y veraz que la paz personar y el encuentro con la persona que quieres ser para ti no es algo inalcanzable y que contrario a ello el cambio está en tus manos y la decisión no es de nadie más que tuya.

Escrito por: Araceli Ramírez Jiménez

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