Los Ladrones De Cadaveres

Los ladrones de cadáveres

El cuento relata la historia de un hombre llamado Fettes que cuando era un joven estudiante de medicina estaba metido en el negocio ilegal de comprar cuerpos de personas muertas para su posterior estudio de la ciencia. El recibía los cuerpos y pagaba por ellos. Luego los usaba un profesor llamado Mr. K.

La historia comienza en una posada, tiempo después que ocurrieron estos hechos cuando Fettes era ya viejo.

En una posada del pueblo de Dobenham, donde un empresario fúnebre, el dueño de la posada, Fettes y el narrador del cuento, se encuentran reunidos.

En ese sitio, ocurre la aparición de un tal Doctor Macfarlane, quien despierta el asombro y los nervios de Fettes.

En este momento, estas personas se dan cuenta que en el pasado Fettes y el Dr. Macfarlane se conocían.

Fettes y el Dr. Macfarlane conversan entre ellos y el Doctor huye rápidamente, luego Fettes también se va. Todos sienten curiosidad de lo que ocurrió entre los dos en el pasado.

Luego, la historia comienza a recordar el pasado entre Fettes y Macfarlane.

La historia, desde este punto en adelante, cuenta que Fettes estudió medicina en Edimburgo, y que conducido por un profesor llamado Mr. K, y ayudado en ocasiones por Macfarlane, se introduce en el sórdido mundo del tráfico de compra de cadáveres que eran utilizados para su estudio.

Entonces el secreto que tenían ambos personajes Fettes y Macfarlane en el pasado era que ellos, eran asistentes del profesor Mr K y trabajaban en su laboratorio fuera de la universidad examinando cadáveres que luego eran llevados para disección por el resto de los alumnos.

Ellos debían recibir cadáveres que los malos mafiosos mataban y una vez recibidos debían pagar como si fuera la entrega de una pizza.

Una vez toco la puerta y el cadáver recibido fue una persona con la que Fettes había estado el día anterior, entonces empezó a sospechar aún más que esos cadáveres habían sido asesinados. Fettes muy asustado por todo esto, llamo a su colega Macfarlane ya que no sabía cómo hacer con este caso.

Macfarlane le dijo que disimule, que oculte lo que sabe y que no diga nada, que eso era lo que pedía su profesor. Y así fueron ocultando todo, sin dejar un rastro y nadie notó nada.

Un día, Fettes vio a su colega con un extraño, su nombre era Gray, le gustaba hacer bromas hacia Macfarlane y también tenía gran control sobre él. Gray se reía de Macfarlane.

Cuando Gray víó a Fetteslo invitó a cenar y terminaron hablando. Al día siguiente Macfarlane llegó apurado, llevando

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