Los pensamientos son cosas

Primer capitulo

Los pensamientos son cosas

En este primer capítulo podemos ver claramente a lo que el autor del libro nos quiere llegar y es a la enseñanza de  cómo influyen los pensamientos en el camino hacia el éxito, por medio de la meditación, del despeje de la mente y buenas energías, mediante un sentimiento profundo  podemos llegar a obtener una fortuna, claro, hay q tener en cuenta ciertas variables  como el propósito para hacer algo que cambie nuestra vida, la determinación para lograr el propósito o meta que nos propongamos, tener muy claro a que queremos llegar, tener cifras, experiencias lugares  claros y concisos de lo que queremos o a donde queremos llegar, convertir el deseo en obsesión y a partir de esto crear o planificar los medios para alcanzar este deseo sin aceptar de ninguna manera el fracaso

A veces las personas piensan que no nacieron para ser ricos o que hay que trabajar muy duro y por muchos años para poder tener cierto nivel de riqueza pero no es así, uno si debe trabajar pero primero tiene que saber hacia qué dirección lo estamos haciendo con qué propósito y con qué ganas, como nos cuenta en el libro el sueño de Barnes era ser socio industrial de Édison , él era una persona pobre que no tenía mucha presencia ni siquiera tenía como costearse el transporte hacia las oficinas de Édison, pero en su interior había una llama que no se apagaba ni con una tormenta de agua y era la llama del deseo, el lucho y siempre tuvo la convicción de que iba a ser el socio de Édison y hasta que logro trabajar con él por 5 años en un cargo que no era claramente el que él deseaba, pero siempre mantuvo su deseo al frente hasta que la vida le ofreció la oportunidad y  como dice el libro por la puerta trasera llego a cumplir su más preciado sueño: ser el socio industrial de Thomas Édison. El nunca dudo ni se conformó con el trabajo el solo quería cumplir su deseo por encima de todo y destruyo los puentes que había dejado atrás para tener la certeza de que si no lo lograba perecía pero nunca volvería atrás.

A veces la vida nos muestra un camino y a la mitad se destruye haciéndonos pensar que somos un fracaso, pero lo que no vemos es que cada fracaso es una oportunidad para moldear ese propósito y llegar a él conociendo todas las debilidades, solo el que permanece y persevera sin poner en duda sus capacidades y destruyendo los puentes para no volver atrás alcanza su meta.

“el fracaso es un bromista que posee un agudo sentido de la ironía. Le divierte colocar zancadillas cuando uno está a punto de alcanzar el éxito”

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