MAZE RUNNER CORRER O MORIR

MAZE RUNNER

CORRER O MORIR

Correr o morir es el primer título de la saga Maze Runner, escrito por James Dashner.

Todo comienza en un elevador, donde es transportado un chico, el cual despierta dentro de este frío y rígido lugar sin saber quién es, como llego allí, y mucho menos sabe que es lo que está pasando. Se siente temeroso y abrumado, ya que está obscuro, no logra ver nada claramente, no hay ruido alguno y no puede recordar nada; no le quedaba más que permanecer sentado allí, esperando. De repente logra recordar su nombre, Thomas. Intentó recordar algo que se relacionara con su vida, pero lo único que recordaba eran hechos e ideas, recuerdos y detalles del mundo y su funcionamiento, pero no recordó rostros ni nombres.

El elevador continuaba su ascenso, parecía que habían pasado horas, pero él sabía que había estado moviéndose por casi media hora.

Sintió que el miedo que antes lo abrumaba iba desapareciendo y que era reemplazado por una profunda curiosidad. Quería saber dónde se encontraba y qué estaba ocurriendo.

El elevador dejó de moverse, todo quedó en silencio; transcurrió el tiempo y nada pasaba, buscó en las paredes, intentando encontrar una salida pero no había nada solo el frío metal.

Gritaba y pedía ayuda, golpeaba los muros con los puños, pero nada ocurrió. Al  parecer se encontraba en un lugar donde no había nadie cerca que pudiera escucharlo, se encontraba en la nada, o en algún lugar demasiado profundo. El miedo que había desaparecido volvió a acecharlo.

De la nada surgió un ruido metálico sobre su cabeza, e inmediatamente entro un haz de luz que se fue expandiendo. Eran puertas corredizas, conforme más se abrían escuchaba voces.

Lo que estas personas decían no tenía sentido, algunas palabras le parecían familiares otras incomprensibles; sentía confusión mezclada con pánico.

Conforme sus ojos se adaptaba a la luz logro ver sombras, después logro ver las caras de estas personas que hablaban y que lo miraban fijamente; todos eran muchachos, algunos más chicos, otros mayores. Lo ayudaron a salir hacia la superficie, las voces se apagaron, y lo único que escucho fue: “Bienvenido al Área”.

Thomas no dejaba de observar el lugar y a los chicos, eran aproximadamente 50, todos estaban sudorosos, con la ropa manchada, eran completamente diferentes, de todos los tipos, tamaños y razas. Se encontraban en un enorme patio, alrededor había cuatro enormes muros de piedra, cubiertos por una enredadera; los muros debían medir más de 100 metros de altura, formaba un cuadrado perfecto, en la mitad de cada muro pudo observar una abertura que conducían a pasadizos que se perdían a lo lejos.

Se sentía aturdido, como si lo hubieran drogado. Ante tanta confusión pregunto qué en donde se encontraba, contestándole el mismo muchacho que le dio la bienvenida que estaba en un lugar no muy bueno. Al instante sintió una batalla de emociones: confusión, curiosidad, pánico, miedo y desesperanza. Lo único que quería hacer era correr y esconderse de esas personas.

Seguía inspeccionando el lugar y a los muchachos, hasta que se detuvo en uno, quien lo veía con odio, al observarlo más profundamente, el chico no hizo más que desviar la mirada y dar la vuelta. Todo le parecía completamente extraño. Al verlo tan confundido, el chico que le dio la bienvenida, se presentó como Alby y le dijo que todo era una larga historia de contar, que al día siguiente se lo explicaría, y que por el momento se fuera a descansar.  Thomas se dio la vuelta y se sentó debajo de un árbol; pensó que Alby era el “líder” o algo parecido, y al instante le dijo que quería escuchar la historia. Alby lo alcanzó y se sentó enfrente de Thomas, diciéndole que era normal que estuviera asustado, y que si  no se sentía así debía de estar enfermo; también al notar su pánico le explico que ahí no mataban a los chicos, pero que tratara de evitar que lo mataran, que intentara sobrevivir. Al escuchar esto Thomas sintió más miedo. Otro chico se acercó y se presentó como Newt, era rubio y llevaba el cabello largo, tenía brazos musculosos; parecía más agradable que Alby.

Finalmente Alby intento explicarle algo, y comenzó diciendo que ese lugar era el Área, allí vivían, y que todos allí se autonombraban los Habitantes de Área. Fue lo único que Alby le dijo, pero para Thomas eso no era suficiente, así que hizo más preguntas, hasta que Alby se enojó, lo sujeto de la playera e hizo que se levantara. Ya completamente enojado le dijo que pronto iba a saber más, pero que cuando lo supiera desearía no saber absolutamente nada. Newt logro calmar a Alby, así que soltó a Thomas y se fue. De repente se escucho un aullido inhumano proveniente de un edificio de madera y Newt corrió hacia el edificio, pero le dijo que buscara a un chico llamado Chuck, “un enanito regordete” para que le buscara un lugar para dormir.

En ese instante lo único que paso por la mente de Thomas fue que debería poder despertar de esa horrorosa pesadilla.

Aun aturdido se volvió a sentar debajo del árbol, observando a un montón de chicos, que veían las ventanas superiores del edificio de donde había surgido aquel aterrador aullido; parecía que estuvieran esperando a que saltara una bestia.  Escucho un ruido metálico que provenía de las ramas más altas del árbol, al mirar hacia arriba vio un destello de luz plateada y roja; cuando se levantó para ver qué era eso, alguien a sus espaldas le dijo que era un escarabajo. Al voltear vio a un niño bajito, y gordo, cabello café y unos ojos azules que sobresalían ya que tenía una cara triste, parecía tener 12 o 13 años, probablemente el de menor edad allí.

Nuevamente se escuchó el aullido, esta vez más largo y escalofriante; y esta vez Thomas no se iba a quedar con la duda de que era aquello, el chico le respondió que uno de sus amigos (Ben) estaba ahí muy enfermo. A Thomas eso le pareció extraño, pero el pequeño lo tomo a la ligera y no hizo más que decirle que se él se llamaba Chuck, y que era el nuevo, antes de que Thomas llegara.

Otra vez el aullido, y Thomas aun asustado pidió más explicación sobre eso, ya que parecía que Ben estaba muriendo. Chuck le dijo que todo estaba bien, y que no podría morir porque había llegado a tiempo para recibir “el suero”; se le inyectaba a todos aquellos que habían sido “pinchados” por “Penitentes” Ahora sí, Thomas se encontraba aún más confundido, pues intentaba relacionar esas palabras con todo lo que estaba pasando con Ben, pero no dio resultado, y al parecer Chuck tampoco sabía mucho.

Se puso a pensar en que todo desde que había despertado era muy extraño; ni siquiera sabía cuántos años tenía, ni como lucía físicamente, así que le pregunto a Chuck; le contestó que parecía tener más o menos dieciséis años, que era alto, pelo castaño, y muy feo.

Chuck le pregunto su nombre, ya que al parecer era lo único que todos lograban recordar.

Ambos se dirigieron al edificio, al entrar, a Thomas le pareció más como una casa embrujada; reunidos ahí habían muchos chicos, entre ellos el que lo había visto amenazadoramente. Thomas los ignoro e intento subir a la parte superior (de donde provenían los aullidos), pero este chico se puso delante de él y se lo impidió, diciéndole que a ningún “novato” se le permitía ver a los que habían sido “llevados”. Thomas lo único que quería encontrar era respuestas a todo lo que le estaba atormentando, pero de repente surgió otra pregunta aun mayor cuando aquel chico le dijo que ya lo había visto antes, después de haber sido “pinchado”, que lo había visto durante “la transformación” y que su llegada al Área no era buena. Nada de eso le parecía conocido a Thomas (pinchar, transformación), pero una ola de pánico lo atrapo, finalmente logro decir que si Newt estaba arriba quería ir y hablar con él. El chico le permitió pasar, disculpándose por lo que había dicho; Thomas sabía que tramaba algo, y comenzó a ganar tiempo en loa que decidía si iba a subir o no. Le pregunto a aquel chico su nombre; era Gally, y también agrego que en realidad él era el líder, no Alby ni Newt. Finalmente decidió subir y enfrentarse a lo que estaba sucediendo arriba, comenzó a subir las escaleras mientras todos lo observaban, al llegar a l primer piso, observo un pasillo y muchas puertas, una de ellas dejaba salir un poco de luz, se dirigió a ella y la abrió, no sabía que iba a encontrar ahí, pero sin duda lo que vio no lo iba a olvidar jamás; primero vio a Alby y a Newt inclinados sobre alguien en una cama, después pudo ver al enfermo, Ben, se le congeló el corazón y tuvo que reprimir las ganas de vomitar; era una figura pálida, y agonizante, con el pecho descubierto y enfermo, se retorcía de dolor. Las venas verdosas tejían una red a través de todo su cuerpo, como cuerdas debajo de la piel. Estaba lleno de moretones y de arañazos. Los ojos inyectados en sangre, se movían con desesperación de un lado a otro.

Alby saco a Thomas inmediatamente de ahí, le dijo que ese día no quería volver a verlo o que él mismo lo arrojaría al “Acantilado”. Thomas, sintiéndose insignificante corrió escaleras abajo, ignoro la mirada de todos, y le pidió a Chuck que lo sacara de ahí.

Ya más tarde, Chuck le había preparado algo de comer, e intentaba averiguar más sobre aquel misterioso lugar, por lo que decidió “echarle un vistazo” al Área, pero Chuck le dijo que tuviera cuidado que ya casi se cerrarían las puertas; Thomas intento buscar “las puertas”, no vio ninguna, hasta que se dio cuenta que las grandes aberturas que había en todos los muros eran las puertas. Al principio no creyó posible que aquellos grandes muros que los rodeaban pudieran moverse. Chuck le explico que todas las tardes a la misma hora, después de que llegaran los “corredores”, las puertas se cerraban. La idea de que aquellos grandes muros se movieran y que lo dejaran encerrado en el Área le parecía totalmente aterradora; Chuck no sabía cómo explicar cómo se movían los muros, pero dijo que lo mismo pasaba afuera, en el “Laberinto”. Otra nueva sorpresa para Thomas, aparte de tener que lidiar con unos muros y unas puertas que lo dejaban encerrado todos los días, también tenía que lidiar con un laberinto sin salida.  De repente vio salir de una puerta del Laberinto a un chico cubierto de sudor, con la cara roja y la ropa pegada al cuerpo; éste se dirigió a un edificio más pequeño, que se encontraba cerca del elevador (“la caja”). Luego se dio cuenta que entraban más chicos por las puertas restantes, todos ellos se reunían con el primero. Inmediatamente pensó que esos chicos debían de ser los corredores que Chuck le había mencionado.

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