Martín Fierro

Martín Fierro

José Hernández, cuyo verdadero nombre era José Rafael Hernández y Pueyrredón, nació el 10 de noviembre de 1834 en las Chacras de Pedriel, una provincia de Buenos Aires. Sus padres fueron Don Rafael Hernández y Doña Isabel de Pueyrredón.

Se hizo militar y combatió en numerosas batallas bajo las órdenes de Justo José de Urquiza, y también participó en una de las últimas rebeliones federales, una batalla que terminó con la derrota de los gauchos y el exilio del poeta a Brasil.

En 1872 regresó a Argentina, donde continuó hablando su espíritu rebelde, esta vez por medio del periodismo. Fue diputado y senador de la provincia de Buenos Aires. Por medio de este último cargo defendió su federalización. Murió en 1886, en su quinta de Belgrano.

Su poesía lo ayudó a ser tomado en cuenta, pues a través de ella denunciaba la situación de los gauchos. El gaucho Martín Fierro se publicó en 1872 y su continuación, La vuelta de Martín Fierro, en 1879. Es considerada la obra cumbre de la literatura Argentina .

Martín Fierro es de naturaleza errante y con su rebeldía, se muestra como un tipo de héroe. El estilo usado por Hernández está marcado por la llamada “habla gauchesca”, que más que un idioma como tal, se trata de la deformación de algunas palabras prestadas del español llevado por los conquistadores en el siglo XVI.

Por ejemplo, para algunas palabras consideradas “impropias” crearon eufemismos tales como pucha (puta), mamúa (borrachera), mamao (borracho), lagarto (ladrón), peludo (borrachera o asunto costoso); para cosas en general como: pucho (colilla de cigarro), chasque (correo), guadal (terreno movedizo); animales: ñandú (avestruz americana), saguaipé (gusano); y definían también cosas como sus bailes (milonga ) y vestimenta (poncho). Cabe mencionar que algunas palabras y voces gauchescas se mantienen vigentes en Argentina .

En Martín Fierro se encuentran muchos arcaísmos, esto debido a que el castellano se mantuvo muchos años sin modificaciones.

En cuanto a la retórica, hay pocas metáforas, pero las comparaciones son una constante en todo el poema, lo que contribuye a la uniformidad de estilo que acusan ambas partes. Las comparaciones se hacen principalmente con animales. Por ejemplo, los siguientes versos:

“soy pa rumbiar como el cerdo

Y pronto cái en mi pago ”

Maneja, además, juegos de palabras con tinte provocativo:

…“beba, cuñao.”

Po su hermana” ,conteste,

Que por la mía no hay cuidado”

José Hernández no gusta de usar adjetivos en exceso, más

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