Mi Pensamiento Sobre El Principito

MI CRITERIO PERSONAL ACERCA DE LA OBRA “EL PRINCIPITO”

Al leer el libro “El Principito” me adentro y recuerdo los años de mi niñez, pues, no es la primera vez que leo esta obra, ya son varias, la leí por primera vez en mi época de colegial cuando el profesor de gramática (así se llamaba la materia que ahora llamamos lengua y comunicación) Lic. Guillermo Valarezo Junco (+) realizaba concursos de libro leído y me asignó dos obras para leer: “200 leguas de viaje submarino” de Julio Verne y “El Principito” de Antoine de Saint Exupéry. En dichos concursos la participación era obligatoria, es decir, leer o leer las obras asignadas, pues de ello dependía pasar de año en esa materia.

De pequeño me agobiaba un poco ese libro y ahora también. Sé que tiene un significado muy profundo, pero aún no alcanzo a comprender qué es. Realmente me gusta mucho la obra, soy del tipo de personas que les encanta leer, no tengo un tipo de lecturas favoritas, pero en el transcurso de la lectura de esta obra me he dado cuenta que con cosas muy sencillas y a mi entender muy divertidas nos deja grandes enseñanzas, sobre todo enseñanzas sobre la amistad, que hay que tener el valor de “domesticar” y de “ser domesticado”, para conocer el verdadero valor de ella, que no importa dónde se encuentre la gente que amas, lo lejos que estén de ti… porque siempre te quedará su recuerdo “el color del trigo” y “el sonido de las estrellas”.

El crecer y madurar es grandioso y es maravilloso poder decir que en algún momento de mi infancia tuve la oportunidad de leer “El Principito” ahora, es doblemente grandioso. Tal vez haya alguien a quien le parezca un libro complicado, pero es porque no quiere o no puede dejarse llevar… solo debe escuchar su corazón y dejarse llevar por él.

Me encanta este libro, y me ha hecho llorar…ese recuerdo de su rosa, que lo espera ahí solita en medio del espacio infinito, no importa cuánto dure la espera, allí estará esperando incondicionalmente, eternamente, pero él se retuerce de dolor sólo de pensar que la abandonó y solo piensa en volver. Es sentimiento puro. Llega directo al corazón sin pasar por la mente. Me identifico con su personaje principal, pues creo que su mensaje es que nunca dejemos de ser niños, que no debemos perder el asombro ni la curiosidad por las cosas simples, que nunca debemos de dejar querer, tener nuestras propias experiencias, y sobre todo ser felices.

LUIS ANIBAL SUAREZ TAPIA

ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA 2013

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

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