No Hubo El más mínimo Intento De Conciliación

ESTUDIANTE: LINA MARÍA AGUDELO VALLEJO

E-MAIL: linamariaagudelovallejo@yahoo.com

MATERIA: Derecho Laboral Colectivo.

PROFESOR: José Gabriel Restrepo

Facultad de Derecho y Ciencias Política

Semestre 2012/02

Medellín, Antioquia.

NO HUBO EL MÁS MÍNIMO INTENTO DE CONCILIACIÓN…..

Escrito comparativo de la indagatoria de Gilberto Alzate Avendaño (Huelga y masacre de taxistas) y el capítulo XV del libro “Cien años de soledad” (Huelga y masacre de los trabajadores de las bananeras) de Gabriel García Márquez.

Como primera acotación que se vislumbra después de leer ambos escritos, y ha pesar de que uno es una invención literaria y el otro es una situación de la vida real, ambos reflejan una clara vulneración de derechos a los trabajadores, no sólo injusta, sino también arbitraria y bélica, que evidencia un claro abuso de poder de los gobiernos en turno en los que sus administrados confiaron

En ambos casos, se evidencia claramente que no hubo el más mínimo intento de conciliación, ni de llegar a acuerdos conforme a las peticiones exigidas por los trabajadores declarados en huelga, los cuales en busca de mejorar sus condiciones laborares, que no sólo eran injustas sino abusivas, buscaron el amparo en la figura de la Huelga para ser escuchados por los entes estatales y sus empleadores.

Aunque en ambos casos se busca la escucha e intervención del gobierno como ente protector y solucionador del conflicto, evidentemente no sólo con la huelga, sino también, con el pliego de peticiones y demandas ante las instituciones estales, los cuales fueron desvirtuados por engaños de los empleadores y la parcialidad de los jueces al dar más crédito a éstos y no a las declaraciones de los trabajadores_ para el caso “literario”_. Y en el caso de los transportadores, caso “real”, para ser un poco más explicita evoco las palabras señor Gilberto Alzate, (…) “el gobierno, que ha intervenido en los transportes inconstitucionalmente, sin una ley expedida con los requisitos especiales de rigor, no ha hecho otra cosa que crear el caos en la industria y oprimir a los choferes” (…).

La resolución del conflicto para ambos casos se da de una manera “Horrible”, ya que se decide ignorar los derechos de los huelguistas y se les da la calidad de “vándalos” _por el sólo hecho de buscar ser escuchados y mejorar sus condiciones de trabajo_, para ello, en ambos casos la figura estatal decide actuar de manera bélica y alzar las armas indiscriminadamente contra las personas civiles que se encuentran en huelga .

Tanto para Gilberto Alzate Avendaño como para José Arcadio

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