Opio En Las Nubes

Destino Amarillento

“Los domingos al atardecer siempre olían a eso, a tristeza con acpm.” (Chaparro, 2007: 80).

Domingo es sinónimo de soledad, desesperanza y des confort, es la desilusión que precede a la alegría del sábado que es licor, sexo y relajo. Es el sentimiento que tienen en común todos los personajes de esta historia que llaman vida , reflejo de muchos hombres aquí en esta plano desesperanzador sin horizonte avistado aun, son 4 años de estar preguntando ¿que es? Ese desencanto que siento este día “Amarillento”, amargo que se pasa con la jaqueca desorientadora y el vómito despiadado y amargo del exceso.

Me gusta Chaparro y su Amarilla versión de la puta decepción porque sabe describir lo efímero de la alegría y el prolongado sufrimiento por encontrar una idea mejor que morir de desilusión. La teoría del “Ya” es el placer orgasmo, la intoxicación desconcertante del licor o el ahogamiento del humo quema cerebros de un porro, es también la emoción de saber que puedo opinar de todo el mundo lo que quiera porque soy libre y no tengo nadie que me contradiga.

Es lo que hay hoy; pero en que más pensar, por qué divisar el futuro si todos los días es lo mismo.me levanto con el mismo desencanto de esos sueños que es lo único que transporta mi mente igual que un buen trip en noche de luna. Pero el domingo es otra cosa; esa mañana con la cabeza gigante y la garganta putiada, observo el mismo sujeto nada encantador para el mundo, ¿por qué tan desga lamido el día de hoy? Fue muy loco ayer aunque como no serlo, si es el anticipo del peor día del universo. Los domingos para un efímero trip hay, quedo desnudo ante el aburrimiento de la húmeda habitación impregnada de sexo y el trago de la noche anterior. Música.

Algo del Mono, para amenizar la mañana. Nirvana siempre tiene las palabras que me faltan para entender cuando perdí el control. Control del que no puedo imaginar volver, era absurdo pretender tener una vida normal. Cuando sentía que no era yo el que estaba en ese bonito cuadro familiar, siempre extrañare la viejita, es una sabia, siempre con esa mirada, me daba en el centro cuando se acercaba para pedirme que pensara mejor, pero era mejor dejar de molestarla con mis problemas,

Estamos mejor de lejos, claro ejemplo de cuan ambiguo es ese sentimiento de mañana de domingo, en que sabes que no estás bien porque la soledad se manifiesta como un gigantesco temor que luego se disfraza con su mejor facho para parecer la libertad deseada.

Los minutos pasan a ser horas en cada parpadeo y esta cama pasa a no ser tan cómoda, llevo tanto rato aquí pensando que mi rutina está llegando a ser agotadora, pero ¿cual no lo es?, yo soy sexo, rumba, sexo, droga y droga de nuevo, el fin de semana es la puta cagada y aunque este cansado creo que no podre dejarlo, es mi conexión, lo que me aleja de pensamientos absurdos como ahora que miro al gato. Parecen estar en balance, entre el bien y el mal; por sus ojos no corre miedo ni duda, ni decepción, tampoco desilusión. Son seres que aman la soledad y en la noche parecen en una tremenda fiesta en el zinc chirriante. Ellos se embriagan, tienen sexo y meten tanto como yo, pero lo que amo de verdad de estos hermosos lujuriosos es que la mañana siguiente no tienen guayabo, ni pierden sin razón la emoción del rato. Ay… sería un gato ahora mismo.

Subirme a un tejado con una linda gatita, así bien puta como las locas que por la noche hacen de la suyas en mi casa. Sería bueno, mejor que ser un perro, ellos son todo lo contrario, parece que buscaran ser queridos todo el tiempo, es un locura ver como son un juguete, solo sonríen, ahí como tontos esperando una caricia de su amo. Son tan aburridos, hasta se acuestan temprano después de comer su cereal, nunca se embriagan y tienen sexo como cada año. Ni pensarlo.

Eso de ser gato me encantaría. También que pasara más el tiempo, por lo menos un Lunes es de trabajo, pensaría en buscar alguno, podría ser de bar man en algún bar por la zona rosa. Sería una buena forma de cambiar de ambiente y de gente. Mis conocidos están más perdidos que yo; esos sí que están rayados, el flaco mantiene en las nubes pero es un parcero, Últimamente me ha gastado la rumba a demás cuenta chistes finos y la gusana una reloca con que ando.

Un sábado se resume a encontrarnos en el “sitio” para tomarnos unas cervezas y después mirar que se hace, salimos al parque de enfrente y pegamos el primero, ese nos alegra bastante y empezamos a charlar casi siempre de viejas o música. Ayer la gusana nos presentó una vieja; yo si decía que gusana estaba loca pero ayer la volo. La nena que llevo era como parche de ella, Bonita para que, nos charlemos y fuimos para mi casa, eso fue mucho sexo. Fue bacano yo creo que ya se hizo del parche. Pero… yo no quiero seguir así solo por este maldito domingo que es cualquier día después de la emoción, es una castigo día a día tener que esperar la noche como un estúpido gato para poder divertirme.

La ultima reserva. Me acorde que había quedado con un porrito de la amiga de anoche; toda buena gente, estoy de suerte hoy. También dejo un ácido. Miro el reloj; marca las 3:15 pm; muy temprano todavía, pero no aguanto más. Llega un momento en que sabe tan bueno esto, es relajante pero esta suave. Eso de combinar cosas no me gusta pero hoy necesito algo más fuerte.

No ¡la cague ¡…ya volé por la casa y ahora soy un gato, bien rosado y con ojos verdes. Grandes, fijos en la ventana que ve como el día y la noche cambian como interferencias de la tarde y la noche. Estoy confundido pero eso de volar rodeado de psicodelia, náuseas y acpm.me libera tanto que estoy apegado a esa desesperante adicción..

Amarilla y yo compartimos la desesperación de la soledad, estamos sucumbiendo por el placer efímero y su castigo condonante.

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