Pedro Paramo

Juan Preciado vio morir a su madre Dolores. Cuando ya estaba a punto de morir, le dijo que su última voluntad era que fuera al pueblo de Cómala para que conociera a su papá Pedro Páramo. Juan Preciado por cumplir la última voluntad de su madre muerta, fue a Cómala para conocer a su papá, que nunca había visto. Todo lo que sabía de él es que habitaba en Cómala y que se llamaba Pedro Páramo.

Cuando iba por un camino, de tierra, Juan Preciado se topó con un señor que era arriero. Juan le preguntó que si conocía el camino para ir a Cómala, él le respondió que sí. Después, Juan le preguntó que si conocía a un hombre llamado Pedro Páramo. Enseguida él le dijo que si, que él era su papá. Así que Juan le pregunto su nombre, él le respondió que se llamaba Abundio. Al oír que su padre era Pedro, Juan se sorprendió por el hecho de que no creyó que su padre tuviera más hijos.

Caminaron por el camino de tierra pero a Juan se le hacía muy largo el camino por el hecho que Juan le pregunto a Abundio que si estaba muy lejos, Abundio le dijo que no después llegaron a Cómala. De inmediato Juan le dijo a Abundio que el pueblo parecía que no habitaba nadie. Que si sabía dónde vivía Pedro.

Abundio le respondió que ya estaba muerto Pedro. Juan no sabía dónde se iba a hospedar en Cómala, pero le pregunto a Abundio y él le dijo que se quedaría en la casa de una señora llamada Doña Eduviges.

Abundio le señalo donde estaba la casa de doña Eduviges. Al llegar Juan tocó la puerta y rápidamente abrió la señora. Ella le dijo rápidamente que si él era el hijo de Dolores Preciado. Él le contestó que sí, pero no tenía idea de cómo sabía. Así que le preguntó y la señora le contesto que su madre le platicaba mucho de él. Él se sorprendió con la respuesta de la señora ya que su madre ya estaba muerta y ella le dijo que le aviso que iba a ir.

Pero como iba a saber ella que él era Juan Preciado si su madre había muerto, como le había podido avisar.

Eduviges le dio un paseo por la casa a Juan. Le mostró su cuarto y Juan se quedó un rato a descansar en él cuarto.

Le comentó a Eduviges que de camino a Cómala se encontró a un arriero con nombre Abundio, que él lo había llevado hasta su casa. Ella le respondió que Abundio ya estaba muerto.

Días después conoció a una tal Damiana. El creyó que era Eduviges la que había entrado. Pero fue cuando Damiana le comentó que la Doña Eduviges ya estaba muerta Juan estaba muy sorprendido al saber que había estado platicando con muertos.

Muy desesperado Juan empezó a caminar hasta llegar a casa de unas personas que estaban vivas. Creían que Juan era un ladrón, ya que hacía mucho tiempo ya que nadie habitaba el pueblo.

Una noche, Juan tuvo problemas para respirar y murió. Después de eso se enteró de cómo era su padre

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