RESUMEN DE LA OBRA "EL SECRETO DE LAS 7 SEMILLAS"

Ignacio Rodríguez, era un empresario exigente consigo mismo para llevar al éxito su empresa, y este hecho hiso que se volviese un hombre estresado, con lo que busca la salida eran los tragos, el cigarro, los vicios, dejando de lado por completo a su familia, su prioridad era su solamente su trabajo, y más ahora que la competencia estaba fuerte. Pero todo este arduo trabajo, le trajo como consecuencia una grave enfermedad, la cual en un primer momento va a hacerse un chequeo y el médico le recomienda descanso, Ignacio se resigna a esta recomendación y es así que en el transcurso de unos días, el dolor se le hiso más fuerte y su esposa le recomienda que valla donde un especialista en la meditación, lo cual ella practicaba muy a menudo, pero esta idea a Ignacio no le pareció del todo bien, ya que lo consideraba ridículo. Pero al empeorar el dolo decide ir, al llegar observa un lugar feo y la casi de este señor, era aislado, cuando ingresa, habla con el maestro y al entrar un poco en confianza, este le pregunta a Ignacio si es feliz, esta pregunta le causó repudio, ya que pensó a qué persona se le puede ocurrir preguntar semejante cosa, si él poseía lo que cualquier persona desearía tener: casa, autos, joyas, una empresa, una familia; al enumerar todas sus posesiones, el maestro le dijo: Yo te pregunté si eras feliz, no lo que tenías. Y aparte le dijo que él tenía en su poder un cofre con 7 semillas guardadas, las cuales servían para estar encaminados a una vida de felicidad.

Es así como comienza todo la trama del relato; el maestro le hace entrega de la primera semilla y le dice que al pasar cierto tiempo regrese con la semilla germinada, cuando pasan esos días, Ignacio se da cuenta de que la semilla no germinaba y creyó que el maestro le estaba tomando el pelo, es así que furioso fue donde el maestro para reclamarle, pero este le dijo de que efectivamente, la semilla que le había dado, nunca iba a germinar ya que había sido golpeada. Esta semilla infiere una verdadera realidad que acoge a todas las personas, es decir la semilla representa nuestro pasado, si este ha sido maltratado por cualquier persona, se verá reflejado claramente en nuestro presente. Lo que hayamos vivido, hecho, dicho o sido en nuestro pasado, ahora es donde se ven las consecuencias. Todo este proceso se le denomina: AUTOCOCIMIENTO, que es conocer a fondo todo sobre nosotros, es el proceso de conocer al ser que vive en nosotros desde que nacimos. El maestro le dijo que cuando uno tiene traumas de niño, las emociones destructivas afloran a la superficie y si uno bloquea estas emociones es como empujar el hielo en el vaso de agua hacia abajo que siempre saldrá a flote, la única forma de bloquearlas es disolverlas como el hielo en el agua y esto se logra con paciencia y que debe integrar su aspecto emocional y racional para que sea feliz. También le explicó que al ser maltratados de niños llenamos nuestra memoria subconsciente de emociones destructivas, las cuales llevamos toda la vida manifestándose en nuestro presente sin darnos cuenta, impidiéndonos ser felices. Mientras más conciencia y conocimiento tenga uno de su subconsciente tendrá más libertad y será capaz de ser feliz Pero este análisis de autoconocimiento debe ser profunda, ya que no solo nos afecta directamente a nosotros, sino a las personas que se encuentran continuamente en nuestro entorno, ya que si nos han criado con constantes gritos, peleas, podemos seguir con esta cadena, haciendo lo mismo a nuestros hijos, empleados; causándoles molestias y una pronta separación, siendo los más perjudicados nosotros mismos. A medida que uno entienda su pasado ira bajando el nivel de intensidad en cada uno mientras vayamos tomando más conciencia de nuestras conductas, conductas agresivas, de nuestros pensamientos y emociones destructivas, tendremos mayor capacidad de mejorar.

El maestro comenzó a indagar, a preguntar como era su padre y averiguó que había sido exigente, no aceptaba ningún error, era violento, lo maltrataba con patadas, con palabras groseras y que la madre de Ignacio nunca fue cariñosa. Entonces el gurú llegó a la conclusión que para Ignacio era normal la violencia porque había crecido en ella.

Le explicó que él estaba haciendo lo que su padre hizo con él cuando cometía un error.

El maestro le recomendó que tome conciencia poco a poco de sus emociones subconscientes, revisando cómo se manifiestan en su vida actual y que reflexione sobre su comportamiento. A medida que entienda irán bajando su intensidad y su influencia en él. Que esté consciente de sus conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas.

Luego el gurú sacó del cofre la segunda semilla, le ordenó que la siembre y que regrese cuando crezca.

Ignacio estaba de buen ánimo pero cuando recibió la noticia de negación de un préstamo se enfureció y agredió verbalmente a su gerente de finanzas, pero algo pasó y tomó conciencia de lo que estaba haciendo en el momento en el que ocurría tal hecho. Le pidió disculpas al gerente y sintió una paz interior de haber tomado conciencia a tiempo y haberse disculpado.

En la tarde Ignacio fue a buscar al maestro y éste le reveló el mensaje de la segunda semilla que es ponerse en contacto con su energía vital, le dijo que la planta es la mimosa púdica y que esta se esconde cuando siente ruido/bulla a su alrededor y busca su paz interior, esto era exactamente lo que los seres humanos deberíamos hacer. Para esto deberíamos dejar de pensar aunque sea algunos minutos al día para acceder a nuestra energía interior, nuestra energía vital y así podemos sentir paz, felicidad. Tal vez sea un poco complicado, pero con constante práctica y mucha voluntad se puede lograr hacerlo. Es así cuando uno poco a poco se vuelve más alegre, más tranquilo, con más energía y le nace a uno servir a los demás, siente esas vibras positivas dentro de uno mismo. Cuando dejamos de pensar nuestros pensamientos negativos decaen y aflora una esencia pura que tenemos dentro. Esa técnica de no pensar es la meditación.

El maestro le enseñó una técnica de meditación ya que dejar de pensar no es tan fácil de conseguir en corto tiempo. La técnica era sentarse cómodamente, repetir y concentrarse mentalmente por 15 minutos una palabra, así poco a poco tendría una mejor concentración, centrarse en esa palabra.

El maestro le enseñó una técnica nueva de respiración, que se concentre en su respiración algunos minutos cada 2 horas y esto le daría un beneficio de lucidez.

Ignacio tenía que presentar su empresa a un cliente importante, para esto preparó una presentación audiovisual en computadora y el técnico que debía encargarse de la instalación de los equipos no había hecho el trabajo, así que esto

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