Reporte De Lectura Cuento Canastitas En Serie

Canastitas en serie:

Canastitas en serie es un cuento que narra la historia de un extranjero que visita algunos pueblos de México. En su travesía llega hasta un pueblito del estado de Oaxaca. En aquel lugar se topa con un aborigen, el cual elaboraba unas hermosas canastitas de palma, las cuales decoraba con diversos a animales. El turista quedo maravillado con aquellas obras de arte, aún más con el precio que le dio aquel hombre, el cual era insignificante para tan valioso producto, sin embargo no dudo en pedirle una rebaja si compraba varias, el nativo muy acostumbrado a ese tipo de eventos accedió a concederle un precio especial por mayoreo.

Ese día, Aquel turista pudo adquirir 16 canastitas por un banal precio, las cuales llevo a su ciudad de origen, donde el panorama era totalmente distinto, allí todo se comercializaba. De repente se le ocurre la idea de ofrecer las canasta a una tienda de chocolates finos para que la utilizaran como empaque, esa era la oportunidad perfecta para entablar un jugoso negocio, la cual consistía en comprarle las canastitas al campesino y hacerse de mucho dinero a costa del trabajo de aquel pobre hombre, y todo marchaba de maravilla, la tienda le hizo un pedido muy grande y se comprometió a hacerle compras constantes de muchas unidades más, pues el precio que le pidió el extranjero tampoco representaba el verdadero valor de aquellas obras de arte, aun así las ganancias que obtendría por este acción representaban una buena suma de dinero de varios dígitos, dinero que obtendría sin demasiado esfuerzo gracias a su aventura que le permitió descubrir dicha riqueza.

Después de haber cerrado el trato, el nuevo hombre de negocios empezó hacer planes, a calcular la utilidad que obtendría, los gastos que se generarían, etc., Y todo era perfecto, no pudo haber encontrado mejor oportunidad.

Una vez que se encontró con el campesino, y le propuso el grandioso negocio que estaba dispuesto a realizar con él, sus planes se vinieron a bajo, pues, el artesano no parecía nada entusiasmado con dicho negocio, debido a que, las canastas no representaban mucho del ingreso para el campesino, pues, se mantenía sembrando sus tierras y criando animales para consumo, ya que, con la elaboración de las canastas jamás podría salir adelante, el precio al que se las pagaban era insignificante para la cantidad de trabajo que requerían, y él lo sabía. Sin embargo, las elaboraba en sus tiempos libres, porque le permitían un mínimo aumento en sus ingresos, lo cual necesitaba. Además que le gustaba hacerlo, el sentía que dejaba en cada canasta un pedazo de su corazón, aun cuando estas no fueran valoradas.

Todo esto era desconocido por aquel forastero, pues, lo que para él representaba una gran oportunidad, para el campesino resultaba la ruina y miseria total, a pesar de que el artesano tendría que

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