Reseña de Intimidades Masculinas

Reseña de Intimidades Masculinas

Por: Lisbeth González.
Matricula: 2019-0275.

El libro Intimidades Masculinas, nos muestra que no es fácil ser hombre en los términos que ha demandado la cultura durante todos estos años. El mismo señala el mito sobre la fortaleza del hombre y su incapacidad para amar, siento esto totalmente erróneo debido a que la mayoría siente miedo, no soporta la soledad y le temen al fracaso. Es un libro escrito por el psicólogo argentino de origen italiano Walter Riso, del cual haremos una reseña de la primera parte, específicamente los dos primeros capítulos, titulados ‘‘El paradigma de la fortaleza masculina’’ y ‘‘La desmitificación del héroe’’.

En el capítulo titulado ‘‘El paradigma de la fortaleza masculina’’, Riso destaca la idea de que el hombre necesita ser fuerte, musculoso y sin sentimientos para ser aceptado como tal y no ser considerado homosexual, realizando ‘‘ritos de iniciación’’.  Los ritos de iniciación se basaban en hacer al hombre sufrir, somete a los jóvenes a pruebas extraordinarias de fuerza y entrenamientos para resistir el dolor y el miedo, de esta manera exponiéndolos a elementos nocivos, mutilaciones físicas y entrenamientos con desastrosas alucinaciones provocadas por las drogas. Este estereotipo genera en los adolescentes grandes problemas de autoestima y autoimagen al considerarse enclenques y demasiado flatosos, lo que está alejado del patrón fornido tradicional.

En la desmitificación del héroe, el autor nos relata como el hombre aparece una y otra vez como desde tiempos remotos, la fuerza física ha sido el pilar para poder ser un ‘‘hombre masculino’’, demostrándolo una y otra vez apareciendo como el héroe tanto en las caricaturas y películas como en las guerras, siendo de una u otra manera el hombre el cual carga con el peso de la figura heroica y, por tanto, se les hace difícil renunciar a este rol. No obstante, muchos hombres prefieren su antagónico, llamado antihéroe, Riso nos explica como este no quiere rescatar a nadie, ni ser emperador y mucho menos dueño de ningún reino, es decir, este rompe el mito y acaba con la demanda fantástica de la tradición patriarcal, deseando simplemente obtener amor y comprensión.

Desde tiempos lejanos, la sociedad ha creado un estereotipo de un hombre fuerte, sin sentimientos y seguro de sí mismo, básicamente un hombre que no comete errores. Muchos hombres inseguros se mienten a sí mismos y a los demás mostrando un patrón de fortaleza inexistente solo por ser aceptados, cuyo mecanismo es peligroso y dañino para compensar una autoestima frágil o baja, esto debido a que la idea de este hombre  lleno de valentía, dominancia y seguridad  los hace más ‘‘hombres’’, y es una idea errónea debido a que este no deber ser atractivo, insensible, fuerte, musculoso, o independiente, puesto que ellos también necesitan de una persona que los apoye y les brinde cariño en los momentos que ellos necesiten de ese pequeño impulso.

El hombre débil puede ser tan varonil como una mujer fuerte puede ser femenina, todos y cada uno de ellos tienen derecho a ser sensibles, débiles, inútiles y miedosos, tienen derecho a desahogarse y decir lo que sienten con toda sinceridad sin tener que sentirse avergonzados por esto. Admitir que el hombre también sufre no lo hace menos hombres ni mucho menos homosexuales, aun cuando al pasar los años ha sido aceptada por la sociedad la idea de que los hombres no son fuertes en todo momento, todavía en algunos casos o lugares todavía se tiene este mito.

Desde mi punto de vista, el mesurar al hombre como un ser sobrehumano ha sido un error, ya que debido a esto ellos cargan con una presión social y mental sobre cómo deberían ser y, por tanto, muchos tienen muy baja autoestima, cosa que les impide lograr alguna meta ya sea en lo personal o incluso conquistar una chica. Básicamente, la sociedad debería empezar a inculcarle a los pequeños que los hombres también tienen sentimientos y que no todo pueden hacerlo por el simple hecho de que sean ‘‘hombres’’, que estos necesitan apoyo, amor y comprensión al igual que la mujer.

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