Resumen De Marianela Benito Perez Galdos

Marianela

Golfín sale paran visitar a su hermano en las minas de Socartes. En su recorrido, Golfín musita: “Adelante, siempre adelante”. Después de mucho caminar, llega hasta el campo de explotación minera, se asombró en encontrar que estaba abandonado. Mientras tanto se encuentra con un joven al q le pregunta: ¿Disculpe? me podría indicar usted. ¿Dónde queda la entrada principal?, el joven se ofrece a servirle de guía. La última sorpresa que guarda la noche para Golfín, es que el amable joven que le serviría de lazarillo es ciego. Cuando llegó a la entrada principal, Golfín sigue sorprendido de que un joven ciego sea su guía, mientras tanto el joven hace una detallada descripción del lugar…

Luego de haber recorrido una de las cuevas se encuentra con la muchacha que ya antes Golfín había escuchado mientras estaba perdido y ella se encarga de llevarlo a las oficinas. Golfín es guiado por Nela, la curiosidad que le despierta su nueva guía hace a Golfín preguntarle a Nela sobre su vida.

¿Qué edad tienes tú?-Dicen que tengo dieciséis años. ¡Dieciséis años!, atrasadilla estás, hija. Tu cuerpo es de doce.

Dime-le preguntó Golfín-, ¿vives tú en las minas? ¿Eres hija de algún empleado de las minas… No, señor. Yo no sirvo para nada-replicó sin alzar del suelo los ojos.

¡Pobrecita!-Dios no ha sido generoso contigo. ¿Con quién vives?-Con el señor Centeno.

¿De quién eres hija?-Dicen que mi madre vendía pimientos en el mercado de Villamojada, dicen que ella se llamaba Canela. Yo acompaño a Pablo. ¿Y quién es Pablo?-El señorito ciego, a quien usted encontró en la Terrible. ¿Tú amo te quiere mucho?-Sí señor; es muy bueno, el dice que ve con mis ojos, lo que él no puede ver.

Ahora Golfín está cerca de su ansiado encuentro con su hermano Carlos.

Nela, Pablo y el perro Choto caminan hacia el bosque, como todos los días que salen, Pablo le da a Nela, unos regalitos, un dulce, un chocolate, unas nueces, son las pequeñas riquezas que le faltan a la Nela en su vida frugal con los Centeno.

Pablo comparte con Nela la esperanza que inunda su espíritu al escuchar de Golfín y de su padre, que el destino guarda para él la esperanza de ver.

¡Sabes Nela-escuché a Golfín y a mi padre, sobre la posibilidad de poder recuperar la vista!. Quisiera verte-Nela responde-Yo también quisiera que me pudieras ver. Pero Nela tiene temor de que la belleza que él atribuye a su espíritu no coincida con su exterior.

A la familia Golfín les gusta hacer caminatas por los alrededores de la mina, cuando no, se reúnen en torna al piano y se deleitan cantando. Sofía (su cuñada) era aficionada a las obras de caridad, en Madrid había organizado algunos eventos en beneficio de los pobres, a lo que a Golfín le reprocha su falta de atención a los pobres de su alrededor, en particular de Nela. Luego sugiere adoptar a Nela.

La familia Golfín en compañía de Nela se dirigen a casa de Don. Francisco quien

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