SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Paul, Tjaden, Müller, Alberto y algunos otros están comiendo. Todos son voluntarios en esta guerra y han empezado a cuestionar la sabiduría de los profesores que los animaron a unirse al ejército . Hoy hay mucha comida porque el cocinero esperaba a 150 hombres pero sólo volvieron 80 de la batalla. Paul y sus compañeros van al hospital para visitar a un amigo herido. El hospital tiene pinta de incompetencia y poca compasión para los heridos.

Kat, que tiene 40 años, es el líder respetado del grupo y Paul lo admira por sus habilidades prácticas y sus buenos instintos. Paul visita a su amigo Kemmerich otra vez en el hospital y lo ve morir. Los ayudantes del hospital quitan su cuerpo rápidamente para que otro soldado pueda ocupar su cama y las botas de Kemmerich se convierten en propiedad de Müller, el amigo de Paul. Él se atemoriza porque tal vez todos puedan terminar de una manera similar a Franz.

Unos refuerzos jóvenes llegan para una operación durante la que se erguirá una valla de alambre contra el enemigo, las tropas enemigas están avanzando. Himmelstoss fastidia al grupo con órdenes. Ellos se desquitan una noche cuando está saliendo borracho de un bar. Lo roban, lo inmovilizan contra el suelo y le azotan el trasero con una vara. Se sienten como "jóvenes héroes". Las rayas que ya decoran las nalgas de Himmelstoss se parecen a los galones de un uniforme militar, que deberían representar el rango y el respeto.

Las tropas comienzan la misión de hacer la valla de alambre de púas en el frente. Camiones de combates estrepitosos, armas ruidosas, humo, cráteres de bombas y gas. En la noche son bombardeados por proyectiles mientras se apresuran a poner el alambre.

La Tropa termina de poner el alambre y son bombardeados fuertemente mientras regresan. Fuego, gas y oscuridad persiguen a los soldados. Toman refugio en un cementerio, quitando a los cuerpos de los ataúdes para esconderse en ellos.

Los hombres examinan a los muertos. Mientras se preparan para un combate ofensivo del enemigo hay una plaga de ratas, a las cuales matan de forma creativa. Luego son bombardeados durante la noche, que hace que los soldados más jóvenes hagan cosas locas y suicidas. Después hay un combate cuerpo a cuerpo. Escuchan durante la noche los ruidos de hombres muriendo en los arbustos, para quienes no queda esperanza de salvarse.

Los hombres se reponen detrás del frente, cuentan los muertos y hablan del terror de la batalla. Mientras están descansando conocen a unas mujeres francesas que codician el pan y las salchichas que ofrecen. Paul y sus amigos nadan desnudos en el río para reunirse con ellas. Cambian la comida por la compañía de las mujeres.

A Paul le dan dos semanas de descanso y regresa a casa para ver a su madre, quien tiene cáncer, y su padre, quien es poco sensible y quiere oír cuentos de las batallas. Paul se siente fuera de lugar y se da cuenta de que alguien

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