Siddhatha Ensayo

A lo largo de la novela Siddhartha, de Hermann Hesse, se pueden distinguir distintos temas universales en la vida de cada ser, pero una que le ocurre a todas las personas, sin importar su origen, religión, raza, etc., es la relación padre-hijo, y como esta evoluciona dependiendo de la situación, cuando uno es el hijo o cuando es el padre. A lo largo de esta novela de aprendizaje se puede distinguir fácilmente que el tema principal es la búsqueda del Yo de Siddhartha pero esto no opaca otro de los grandes temas que es capaz de poner la mesa Hesse que es el amor incondicional del padre y el sentimiento de querer siempre lo mejor para su hijo.

Pero no es primera vez que alguien escribe acerca de este amor incondicional que viven o más bien vivimos todos en algún momento, ni tampoco será la última, es un tema que siempre se vivió o seguirá viviendo e incluso traspasa los límites de las culturas y religiones, por ejemplo un libro como Siddhartha en una cultura budista e hindú se ve reflejado y también se puede contrastar con la misma religión católica que en múltiples partes de su libro sagrado, la Biblia se habla del amor del padre hacia su hijo; un ejemplo de esto es la parábola del hijo prodigo en donde el propio padre deja partir a su hijo, dándole su parte de las riquezas, algo que también ocurre en la novela de Hesse en donde el padre de Siddhartha después de una discusión deja partir a su hijo en el camino que quería, en este caso seguir a los samanas, en el caso de la parábola el hijo quiere vivir la vida en la ciudad.

Pero ¿porque el autor de la novela pone un tema del cual se ha escrito y ejemplificado en numerosas ocasiones?, y ¿cuál es la diferencia en la manera en cual Hesse plantea este amor incondicional? Para responder a la primera pregunta tenemos que recurrir a la biografía de Hesse , el nace y es criado en un ambiente muy cristiano pero “fue expulsado o castigado de cada una de las distintas instituciones donde estudio, incluso a la edad de 16 años fue recluido en un sanatorio mental” (Prinz, 2002), cuestiono fuertemente las decisiones de su padre y en la escritura encontró su refugio y fortaleza, pero su padre nunca quiso que su hijo se dedicara a eso, sino que quería que continuara sus estudios. Si uno lee esto desde el punto de vista de Hermann un niño que quiere encontrar su propio camino y su padre no lo deja partir creería que este amor incondicional no es tal y que los padres son egoístas tal vez y esto se puede ver reflejado al inicio de la novela cuando Siddhartha discute con su padre pero después los papeles cambian y es Siddhartha quien tiene que dejar partir a su hijo y ahí recuerda y entiende a su padre y después extraña y siente dolor por perder a su amado hijo, esa manera de plantear este tema es una gran forma de mostrar este amor desde las dos veredas. Tal vez el papa de Hesse lo amaba y creía que no era lo mejor para el dedicarse a la escritura, pero luego de entender que tenía que seguir su camino lo deja, al igual que Siddhartha con su hijo y al igual que todos los padres que aman a sus hijos pase lo que pase y siempre los amaran, aun cuando no estén ahí con ellos. Fenómeno que ocurre en la parábola del hijo prodigo

“(…) Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. (…)” (Lucas 15:11-32)

En este fragmento de uno de los textos más hermosos de la biblia podemos ejemplificar el carácter de incondicional que tiene este amor que no importa todo los errores que cometió su padre siempre estará ahí y si no puede estar ahí como Siddhartha con su hijo, igual pensara en él.

En conclusión podemos

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