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Traducción The Black Cat And Others Stories


Enviado por   •  31 de Mayo de 2013  •  3.408 Palabras (14 Páginas)  •  3.615 Visitas

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Traducción del Libro: The Black Cat and Others Stories

Edgar Allan Poe

Traducción: Andrés Barrera Olaya

The Black Cat

Usted no va a creer esta historia. Pero es una historia real, tan real como que estoy sentado aquí escribiéndola – tan real como que voy a morir mañana. Si, esta historia termina con mi fin, con mi muerte mañana.

Siempre he sido una persona amable y cariñosa – todo el mundo puede decirlo- Ellos también le dirán que yo siempre he amado a los animales más que a cualquier cosa. Cuando yo era niño, mi familia siempre tuvo muchos animales diferentes alrededor de la casa. Cuando crecí, gasté la mayor parte de mi tiempo, dándoles su comida y limpiándolos.

Me casé cuando era muy joven, y era feliz al ver que mi esposa amaba a todos nuestros (amigos los) animales tanto como yo lo hice. Ella nos compró los más hermosos animales. Tuvimos todo tipo de aves, peces dorados, un buen perro y un gato.

El gato era un animal muy grande y hermoso. Era negro, negro por todas partes y muy inteligente. Era tan inteligente que mi esposa a menudo se reía de lo que algunas personas creen; algunas personas creen que todos los gatos negros son enemigos malos, en el cuerpo del gato.

Pluto – ese era el nombre del gato – era mi favorito. Siempre era yo quien le daba su comida y él me seguía a todas partes. A menudo tenía que detenerlo de seguirme por las calles. Por años, él y yo vivimos felices juntos, el mejor de los amigos.

Pero durante esos años fui cambiando poco a poco. Fue ese malvado enemigo del hombre llamado “Bebida” quien me estaba cambiando. No era la persona amable y cariñosa que la gente conocía antes. Me sentía cada vez más y más egoísta. Estaba a menudo enojado por cosas sin importancia. Empecé a usar malas palabras, más que todo con mi esposa. Incluso la golpeé algunas veces. Y en ese momento, por supuesto, estaba haciendo cosas horribles a nuestros animales. Los golpeaba a todos – pero nunca a Pluto. Pero mi enfermedad empeoraba – oh si, la bebida es una enfermedad. Pronto, empecé a herir a mi querido Pluto también.

Recuerdo muy bien esa noche. Llegué tarde a casa, lleno de bebida otra vez. No puedo entender por qué Pluto no estaba contento de verme. El gato se mantenía lejos de mí. Mi Pluto no quería estar cerca de mí. Lo cogí y lo levanté, abrazándolo con fuerza. Tenía miedo de mí y me mordió la mano.

De repente, yo ya no era el mismo nunca más. Había alguien más en mi cuerpo: alguien malvado, y loco por la bebida. Tomé mi cuchillo de mi bolsillo, sujeté al pobre animal por su cuello y saqué uno de sus ojos.

La mañana siguiente, mi mente estaba llena de dolor y horror cuando me levanté. Estaba profundamente arrepentido. No podía entender cómo podía hacer una cosa tan mala. Pero la bebida me ayudó pronto a olvidar.

Poco a poco el gato se puso mejor. Pronto se sintió sin más dolor. Ahora había sólo un agujero feo y seco donde había un ojo una vez. Él comenzó a darle vueltas a la casa como de costumbre otra vez. Nunca volvió a acercarse, por supuesto, y el huyó cuando me acerqué mucho.

Sabía que él no me amaba más. Al principio estaba triste. Luego, lentamente, comencé a sentirme enojado e hice otra cosa terrible…

Tuve que hacerlo – no podía detenerme. Lo hice con una terrible tristeza en mi corazón – porque sabía que estaba mal. Y por eso lo hice – si! Lo hice porque sabía que estaba mal. ¿Qué he hecho? Cogí al gato y lo colgué de su cuello en un árbol hasta que murió.

Esa noche me desperté de repente – mi cama estaba en llamas. Escuchaba gente afuera gritando: Fuego! Fuego!. Nuestra casa estaba quemándose. Yo, mi esposa y nuestro sirviente tuvimos suerte de escapar. Nos pusimos de pie y vimos cómo la casa se quemó hasta el suelo.

No quedaba nada del edificio la mañana siguiente. Todos los muros se cayeron durante la noche – excepto uno – un muro en el medio de la casa. Me di cuenta del por qué este muro no se quemó: porque había yeso en él. El yeso estaba todavía húmedo.

Estaba sorprendido al ver una multitud de gente cerca a la pared. Ellos estaban hablando y parecían muy emocionados. Me acerqué y miré por encima de sus hombros. Vi un bulto negro en el yeso blanco fresco. Era la forma de un gato grande, colgado del cuello.

Miré la forma con completo horror. Pasaron varios minutos antes de que pudiera pensar con claridad nuevamente. Yo sabía que tenía que tratar de pensar con claridad. Tenía que saber por qué estaba allí.

Recordé colgar el gato en el jardín de la casa del lado. Durante el incendio el jardín estaba lleno de gente. Probablemente, alguien cortó el gato muerto del árbol y lo arrojó por la ventana - para tratar de despertarme. Las paredes caídas presionan el cuerpo del animal en el yeso fresco. El gato quemado completamente, dejando la forma negro en el yeso nuevo. Sí, estaba seguro de que fue lo que sucedió.

Pero no podía olvidar la forma negro durante meses. Incluso lo vi en mis sueños. Empecé a sentirme triste por la pérdida del animal. Así que empecé a buscar otro.

Miré en la mayoría de las zonas pobres de nuestra ciudad donde iba bebiendo.

Busqué otro gato negro, del mismo tamaño y tipo que Pluto.

Una noche, mientras estaba sentado en una oscura y sucia casa de bebidas, noté un objeto negro en la parte superior de un armario, cerca de algunas botellas de vino. Me sorprendí cuando lo vi. Miré esas botellas hace unos minutos, pensé, "y estoy seguro de que el objeto no estaba ahí antes. . .

Me levanté, y fui a ver qué era. Puse mi mano, lo toqué y descubrí que se trataba de un gato negro - uno muy grande, tan grande como Pluto. Tenía el aspecto de Pluto también - en todos los sentidos menos en uno: Pluto no tenía un pelo blanco en cualquier parte de su cuerpo, este gato tenía una gran forma blanca en la frente.

Se levantó cuando lo toqué, y apretó el costado de su cabeza contra mi mano varias veces. Me gustó. Este era el animal que estaba buscando! Él continuó siendo muy amable y más tarde, cuando me fui, me siguió hasta la calle. Hizo todo el camino a casa conmigo - que ahora tenía otra casa - y entró. De inmediato saltó en la silla más cómoda y se fue a dormir. Se quedó con nosotros, por supuesto.

Amaba a los dos y muy

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