Uno de los objetivos principales de todos los estados, entre ellos Colombia

Uno de los objetivos principales de todos los estados, entre ellos Colombia, debe en teoría descansar sobre el principio de progresividad que evita que los derechos queden estáticos en el tiempo  y en su aplicación permitiendo su mejora, de lo contrario se entendería como una clara involución  o vuelta al pasado.^[1] 

La aplicación de normas internacionales determina y esclarece los límites del juez, evitando la impunidad o la arbitrariedad; de igual forma designan  un marco de acción que disminuye las probabilidades de violar un derecho al momento de efectuar una sanción.

Es claro que muchas de estas normas pueden ser nuevos marcos de aplicación a la costumbre nacional, sin embargo son la génesis del principio de progresividad; lo anterior, en el sentido de garantizar políticas normativas que se ejecutan en la mejor de sus posibilidades. Sin embargo, es necesario traer a colación la discusión que pone en juego la fuerza vinculante de dichas normas en materia de derechos humanos la cual debería estar dilucidada por el articulo 93 de la constitución política.

Cuando los organismos internacionales de protección de los derechos humanos ejercen una función jurisdiccional sobre territorio nacional, con la aplicación del principio de favorabilidad, entre otros y sobre todo en materia penal,  el cual busca el mejor esquema de garantías; se discute que los estados puedan salirse del orden internacional para la aplicación de su propio sistema normativo en el caso en que sea este mas favorable que el del orden internacional incluso cuando estos prevalezcan sobre el orden interno.

Siendo la justicia penal aplicable como ultima ratio^[2], se encuentra bajo dos esferas, que en teoría, haría el flujo de su ejecución más lento, por consiguiente también la aplicación de un control de convencionalidad o el  principio de convencionalidad en general.

En una primera esfera, las normas fundamentales van de la mano con el articulo 93 de la constitución política, según el cual son de aplicación al territorio nacional como norma de reenvío esencial  y además, se encuentran en un grado superior a la normatividad interna como ya había sido mencionado. Lo anterior es la explicación de la imposibilidad del estado para desligarse de las normas internacionales siendo así en este caso el principio de progresividad efectivo no solo en cuanto al perfeccionamiento de derechos sino al cumplimiento de los mismos en todo momento. Cabe mencionar que el profesor Miguel Rojas, considera que el estado nunca se aparta de su jurisdicción pues este cede una parte de su soberanía a las instituciones internacionales, de manera que  en el momento de aplicación de la norma internacional no es nada mas que el mismo en su propia jurisdicción.^[3]   De esta manera se consideraría que el estado no esta apartado (véase a la manera de Rojas Gómez), como el mismo; o como institución autónoma frente a las normas expedidas por los organismos internacionales de protección y por su jurisprudencia y las cuales han sido  ratificadas por Colombia.

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