RESEÑA DE LA PELÍCULA SIN MI HIJA

SIN MI HIJA NO

Por: Camila Piñeres Annicchiárico

Sin mi hija no es una película americana basada en el libro homónimo de Betty Mahmoody, estrenada hacía el año 1991 y protagonizada por los reconocidos actores, Sally Field y Alfred Molina.

El film recrea la época de 1984 y cuenta la historia de Betty Mahmoody, una norteamericana residida en Michigan, casada con un médico iraní llamado Sayyed Bozorg 'Moody' Mahmoody, con quien a su vez, tenía una hija de cuatro años de nombre Mahtob.

El matrimonio transcurría con normalidad hasta que Moddy le propone a Betty, viajar a Teherán durante dos semanas junto con su hija, para reencontrarse con su familia. Betty se mostraba atemorizada con la idea de tener que viajar a un país que le resultaba inseguro, pero tras el juramento que le hace su esposo sobre El Corán, accede.

Al llegar a Teherán, la situación comienza a tornarse extraña para Betty, empezando porque su esposo le había comentado que no debía cubrirse el cabello, pero ocurrió un altercado que la obligó a someterse a las leyes iranís.

Cumplido los 15 días de estadía, Moddy sorprende a Betty con una noticia. Le anuncia a la mujer que a partir de ese momento, se quedarían viviendo en Irán. El sujeto cambia por completo el papel de hombre tranquilo que había mostrado durante los 7 años de matrimonio y arremete contra Betty cuando se rehúsa a su decisión, dándole una bofetada en presencia de su hija.

Desde aquel momento, comienza para Betty y Mahtob, una época difícil. Ella y su hija son secuestradas. Se le fueron despojados sus pasaportes y las tarjetas de crédito. Se le prohibió salir de casa, hablar por teléfono y era amenazada de manera frecuente con la custodia de su hija. A pesar de los obstáculos, Betty emprende un plan para huir junto a su pequeña, quien aunque a su corta, era capaz de comprender la situación de su madre y estuvo siempre de su lado.

En el desarrollo de la historia, la protagonista fue sometida a maltratos físicos y psicológicos, propiciados por su marido. El hombre se mostraba dulce, buen padre, cariñoso, de buen corazón durante el tiempo que vivieron en Estados Unidos, pero luego, ya en Irán, adoptó una conducta machista y violenta.

Betty no sólo fue atacada por Moody, sino por la familia de éste. Nadie se conmovía por su situación, incluso incitaban a que se le castigara, se le impusieran reglas y leyes como a cualquier ciudadana iraní.

La mujer se encontraba frente a un país con una sociedad muy arraigada a su religión, el islam. Hasta hacía unos años el Irán había triunfado en la Revolución Islámica y en ese momento se estaba librando una guerra con Irak.

Como consecuencia de aquellos hechos, Moody Mahmoody se había radicalizado cuando triunfó la Revolución de los Ayatolás en Irán pese a que nunca había sido musulmán y nunca se había manifestado a nivel político. Bajo ese sentimiento patriótico y bajo la presión de su familia, quienes eran chíitas devotos y se encontraban enfadados con la americanización de Mahtob, actúa como uno de ellos.

De esta manera, Betty estaba sola. Ella se dio cuenta que debía mostrarse más sumisa y resignada a su nueva vida, es entonces cuando decide, con autorización de su esposo, tomar clases de El Corán.

Durante las clases, conoce Ellen, otra mujer igualmente norteamericana de quien se hace amiga. Betty le entrega a Ellen en secreto una carta para que ella, quien sí está autorizada por su marido para andar libremente, la llevara a la embajada, pero Ellen, que ya estaba convertida al islam, no pudo callar y le contó a su esposo, resultando golpeada.

Por fortuna, Betty se topó con dos hombres y una mujer, que aunque iranís, estaban dispuestos a ayudarla para que saliera de Teherán con su hija. Uno de los hombres era el dueño de una tienda donde se confeccionaba ropa y conmovido al enterarse de la situación de la mujer, pone a su disposición el teléfono del local y le presenta a una mujer que tiene un hermano, ambos, se dedicaban a ayudar a escapar a todo aquel que quisiera salir de Teherán y también deseaban ayudar a Betty.

Le tomó dos años lograr escapar, y en un descuido de su marido y la familia de él, huye con Mahtob. Tal escape, tampoco fue fácil, fue una dura travesía, pero al conseguir pasar por los puestos de control y atravesar el Golfo, llegan a Turquía, donde en la Embajada por fin, pueden ser libres.

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