CHICOS ENAMORADOS

Los padres de Alicia y Pablo habían peleado hace muchos años por un asunto de tierras que ambos reclamaban. En ese entonces sus respectivos hijos apenas tenían pocos meses de vida.

Con el correr del tiempo, la amistad que los había unido en el pasado se convirtió en mutuo odio irreconciliable.

Actualmente, Alicia y Pablo, ya adolescentes, asisten a la misma secundaria y comparten el mismo grupo escolar de amigos. Como jóvenes, ellos no comprenden por qué sus padres les prohíben ser amigos y no justifican la actitud de ellos, ya que piensan que el pasado quedó atrás y deben disfrutar el presente, pues se sienten muy atraídos uno por el otro.

Una tarde, Pablo invita a Alicia al cumpleaños de su compañera Vania, diciéndole que no quiere ir solo. Alicia, que hace tiempo ansía una señal de interés de parte de Pablo, acepta la invitación sin dudarlo y decide encontrarse con él a dos cuadras de su casa,sabiendo que su padre jamás le permitiría salir con Pablo. A la hora del encuentro, Pablo espera ansiosamente a Alicia y cuando ella llega a su lado la besa, confesándole su amor. Ambos están radiantes de felicidad.

Al poco rato de estar en la fiesta, bailando muy juntos, de pronto Alicia huye hacia la parte más oscura del jardín. Preocupado, Pablo la sigue y le pregunta el por qué de la actitud de ella.

Alicia le explica que al mirar hacia la entrada, vio a sus padres, ella ignoraba que también estaban invitados al festejo. Le contó que su padre, que siempre ellevaba consigo su revólver y tenía un carácter muy colérico, los miró ceñudo y loa señaló con su dedo índice. Alicia temblaba de pánico, pero Pablo intentó calmarla diciendo que nada sucedería, ya que él confesaría sus buenas intenciones al señor, la abrazó y la besó, confesando la intensidad de su amor por ella para siempre.

Sin embargo, por travesura del destino, en ese momento apareció a corta distancia y ciego de furia el padre de Alicia seguido de cerca por su esposa, que en vano trataba de calmarlo. Llevaba el revólver empuñado con firmeza en su mano derecha.

Tras el grito: "Sinvergënza, los mataré", el hombre disparó a Pablo, que cayó sin vida junto a un cantero de margaritas. Alicia se cubrió los ojos y huyó corriendo despavorida, mientras gritaba: "Lo amo, no puedo vivir sin él", llorando desconsoladamente. Al llegar a la calle continuó corriendo, sin notar un automóvil que venía a toda velocidad. Alicia ´no se movía tirada en la calle tras ser atropellada, sólo murmuró: "te amo, Pablo, me voy contigo" y exhaló su último aliento.

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