El gran dictador - Charles Chaplin

Título: “El Gran Dictador”

Sinopsis:

Un barbero judío que combatió con el ejército de Tomania en la primera guerra mundial vuelve a su casa años después del fin del conflicto. Amnésico a causa de un accidente de avión, no recuerda prácticamente nada de su vida pasada y no conoce la situación política actual del país: Adenoid Hynkel, un dictador fascista y racista, ha llegado al poder y ha iniciado la persecución del pueblo judío, a quien considera responsable de la situación de crisis que vive el país. Paralelamente, Hynkel y sus colaboradores han empezado a preparar una ofensiva militar destinada a la conquista de todo el mundo.

Opinión:

Primeramente, cabe mencionar mi impresión acerca del hecho de que el director y actor Charles Chaplin haya decidido desarrollar un filme un poco distinto al de sus entregas pasadas, a lo que me refiero concretamente es a la inclusión de los medios sonoros y orales en esta entrega, ya que, como se conoce en los filmes anteriores, el desarrollo de la historia se limitaba a medios de expresión mímico-corporales, era algo característico de las películas de Chaplin.

Ya adentrándose en el filme en sí, considero propio el desarrollo de éste en la época de su lanzamiento, que en México fue en 1941, justo en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Creo que Chaplin quería comunicar la radicalidad que representaba el fascismo en ese entonces, quería resaltar y hacer conciencia sobre los abusos cometidos hacia los judíos.

Enfocándome en la historia, el movimiento fascista desarrollado por Mussolini en el país de Italia es el único que considero más aceptable, ya que sí, Mussolini tomó prácticamente todo el poder político en ese entonces, pero no abusó tan radicalmente de su pueblo como lo hizo el referenciado en el filme Adolf Hitler. Mussolini tomó las medidas necesarias para asegurar el progreso de su país, caso contrario el de Hitler, cuyo motivo principal era el expansionista y el de convertirse en emperador/dictador del mundo.

Por último me gustaría mencionar y resaltar la parte final del filme en el que Chaplin, interpretando al barbero judío haciéndose pasar por Hynkel/Hitler, es puesto en la situación de dar un discurso a las tropas alemanas, quienes no se esperaban lo que éste iba a decir, en pocas palabras dio un discurso acerca de la importancia de la democracia, de la falta que hacía la humanidad en ese entonces, de la importancia de los valores y la unidad en los tiempos de crisis por los que estaban pasando y sufriendo.

Por haberla considerado mi parte favorita y más relevante del filme, enseguida adjunto la transcripción (traducida del idioma original inglés) del discurso dicho por Chaplin:

"Lo siento. Pero... yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y

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