Ensayo De El Gran Dictador De Charles Chaplin

EL GRAN DICTADOR

“El Gran Dictador”, dirigida, actuada y producida por Charles Chaplin, narra una historia sobre la Segunda Guerra Mundial donde Chaplin hace una parodia sobre Hitler y de un barbero judío. Esta película satírica cuenta de cómo gobernó Hitler en Alemania, de las injusticias por parte de los milicianos hacia los judíos y de gobernar el mundo sin medir consecuencias, donde no les importaba la vida de los demás, sino solo mostrar la supremacía de su raza pura en este mundo.

Chaplin interpretó a Hitler siendo Adenoid Hynkel quien quería apoderarse de todo lo que le rodeaba, ser capaz de originar una guerra por adueñarse de tierras que prácticamente no le pertenecían (en este caso Osterlich), de matar a muchas personas por satisfacer sus necesidades de poder y el control de todo. Esto se ve en la película donde Adenoid Hynkel gobernaba Tomania (en clara referencia a Adolf Hitler cuando gobernó Alemania), cuyo pueblo lo alababa durante sus discursos, y las fuerzas militares lo encaminaban hacia la maldad, y tener el mundo en sus manos. Mataba a sus soldados al verse traicionado por ellos, muchas veces por tener amigos judíos. Todo esto empezó porque el dueño de un banco, quien era un judío, no le hizo un préstamo para invertirlos en armamentos para la guerra, y así apoderarse de Osterlich.

En la película narraba la vida de un barbero judío, enamorado de Hannah, una joven judía pobre que vivía en el Ghetto, sin padres ni nadie que la pueda proteger de la guerra. Hannah soñaba con ser feliz, de vivir en un lugar sin guerras, de que los judíos vuelvan a sus trabajos como antes, y no pasar hambre ni soledad. Por una injusticia se lo llevaron a un campo de concentración por ser amigo de un militar llamado Schultz, quien lo salvó en la Primera Guerra Mundial siendo un soldado de su país Tomania.

Al final de la película se descubre que confundieron al barbero con el dictador, dado su gran parecido y lo llevaron a decir un discurso sobre el inicio de la conquista del mundo en la cual dice:

«Lo lamento mucho, pero no quiero ser dictador. No quiero conquistar ni gobernar a nadie. Deseo ayudar a todos, judíos, gentiles, blancos o negros… Nuestra sabiduría nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia nos ha hecho duros y malos. Pensamos demasiado y sentimos poco. Más que maquinaria necesitamos bondad y ternura… ¡Soldados, en nombre de la democracia, unámonos!»

En conclusión, Charles Chaplin quiso demostrar cómo era Hitler cuando gobernaba, mostrando que eso estaba mal. Es para reflexionar y razonar sobre el racismo, la libertad y la discriminación de los individuos. Ser uno solo como dice él, ya basta de guerras y peleas absurdas, vivamos en paz y en armonía. De cómo este señor (Chaplin) con su discurso decía la verdad de lo que estaba pasando, de mostrar su lado más humano más espiritual.

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