Ensayo sobre Juego de Honor y Duelo de Titanes

Alumno: Eduardo Alberto Ramos Moreno.

Ensayo sobre las películas: Juego de Honor y Duelo de Titanes.

Al ver las películas pude percatarme que se desarrollaban en contextos diferentes, y en épocas distintas inclusive; sin embargo, tenían algo en común.

Para empezar en ambas se puede observar a equipos muy creídos de sí por las victorias y la fama que se habían ganado. Pero no puedo decir que eran buenos equipos, (y esto dependerá de la percepción de cada uno), pues para muchos un buen equipo es el que gana con frecuencia; pero para mí el ganar es tan sólo la consecuencia de que un equipo sea unido y disciplinado, y esos son los atributos que verdaderamente hacen a un buen equipo, no el que gane… Y esto no nada más lo pienso yo, pues fue lo que se reflejó en ambas películas: Como mencioné al principio se muestran a jugadores arrogantes que tontamente buscaban sobresalir individualmente de sus demás compañeros, siendo que pertenecían al mismo equipo, unos por ego y otros por ideologías idiotas de racismo. Y al principio el talento que tenían les sirvió y acumularon varias victorias, pero llegó el momento en que llegó la adversidad y el talento no les sirvió más, pues no estaban unidos como equipo. Para mí es como la analogía de la rama y el leñón: Una rama por sí sola es muy fácil de romper, pero si juntas varias ramas formas un leñón, y este leñón ya no es tan fácil de romper, es fuerte, pues la unión hace la fuerza. Por fortuna de estos jugadores se encontraron con alguien que les “quitara la venda” de lo superfluo de los ojos y les hiciera ver qué sin importar su color, preferencias, capacidades, complexión; al final todos están unidos por un solo y único propósito: el de ganar. Puede sonar extraño, pero cuando se enfrentan dos equipos, en realidad se enfrentan los valores personales y colectivos de cada equipo; me explico: las personas cuando ven un partido, sólo ven las maniobras y jugadas impresionantes que hacen los jugadores, pero no ven el trabajo, la disciplina y la unión que hay detrás y que los llevo a donde están.

Y este mismo principio se puede aplicar a mayor escala, a una sociedad, pues regularmente vivimos nuestras vidas sin preocuparnos por el prójimo, por si nuestras acciones afectan o no a los demás, por lo regular soló vemos por el bien personal. Hasta que llega el día en que nos topamos con una catástrofe que desestabiliza nuestras vidas, como es el caso de lo que estamos viviendo actualmente con la epidemia del Coronavirus, estoy seguro que si todos los mexicanos, hiciéramos conciencia sobre la gravedad de la situación y lo importante que es quedarnos en casa, el tiempo que sea necesario, aunque sea un sacrificio, es un sacrificio por el bien mayor, para evitar que mueran más personas. Estoy seguro que de esa forma lograríamos superar esta adversidad y recuperar el buen camino. Sin embargo; a diferencia de las películas, en esta realidad no hay un entrenador Boon o un entrenador Carter que “nos abran los ojos”. Está en nosotros mismos el hacerlo y darnos cuenta.

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