Historia del registro del sonido
Enviado por Emilia_ • 21 de Noviembre de 2015 • Reseñas • 1.585 Palabras (7 Páginas) • 282 Visitas
Historia del registro del sonido
El fonoautógrafo
Invención del francés Leon Scott, patentado el 25 de Marzo de 1857. El aparato consistía de un cuerno o barril, el cual recogía las ondas sonoras hacia una membrana, a la que estaba atada una cuerda. Cuando llegaba el sonido, esta vibraba y se movía y el sonido podía grabarse en un medio visible, aunque no tenía un modo de ser reproducido después.
La primera grabación de la historia: un equipo logró tener acceso a las grabaciones del fonoautógrafo de Scott. Las ondas del papel fueron traducidas por un ordenador, y resultó ser una grabación de 10 segundos de alguien cantando “Au Clair de la Lune”.
El fonógrafo
Invención de Thomas Alba Edison, presentado en noviembre de 1877 y patentado en febrero de 1878. El fonógrafo utiliza un sistema de grabación mecánica analógica, en el cual las ondas sonoras son transformadas en vibraciones y estas en un surco de forma vertical, al que más tarde se le pasará una aguja que recogerá las vibraciones en el cilindro del fonógrafo y las transformará en sonido. Fue el primer dispositivo que permitía grabar y reproducir sonidos.
El gramófono
Fue inventado en 1887 por el alemán Emile Berliner, y patentado en 1888. Este artefacto contaba con un plato giratorio, un brazo, una púa con una bocina y un motor a cuerda que giraba a 80 RPM. El gramófono, utiliza el mismo sistema de grabación que el fonógrafo, y acabó imponiéndose a este por el menor coste de producción de sus grabaciones. Gracias a una reducción de la velocidad (a 33 RPM), y la introducción de más surcos por milímetro (microsurco), los discos de vinilo alcanzan los 40 minutos de duración y una buena fidelidad.
El tocadiscos
Apareció por primera vez en 1925. Está constituido por un plato giradiscos que rotaba por tracción eléctrica, un brazo cuya punta estaba dotada de una púa con una bobina e imán, sensible a las vibraciones de la púa cuando ella recorre el surco del vinilo. La salida de la cápsula va a un amplificador, el cual transmitirá los datos registrados en el disco. La reproducción eléctrica de los discos permitía tener control del volumen y del balance de graves y agudos.
Medios para el registro
Un factor elemental para el registro del sonido son los transductores electroacústicos, requeridos en el campo de la radiodifusión y la telefonía. Gracias al invento del teléfono (Alexander Graham Bell) se lograron avances en micrófonos y parlantes.
Válvulas termoiónicas
Permitían amplificar las débiles señales provenientes de los micrófonos de ese entonces, tener el control del volumen a reproducir y el control de grabación. Fue el medio de amplificación dominante durante décadas.
Transistores
Desarrollados en los laboratorios Bell, en 1947, son un elemento indispensable que dio lugar a una revolución tecnológica.
Oberlin Smith fue el primero en realizar experimentos con el registro magnético. Comenzó a grabar conversaciones telefónicas en una cuerda de piano, pero el proyecto se estancó por falta de tecnología electrónica. Smith siguió experimentando con un artefacto parecido al fonógrafo, llamado telegráfono. Funcionaban de manera similar, pero el telegráfono era más eléctrico que acústico. El telegráfono fue perfeccionado por el inventor danés Valdemar Poulsen, quien lo patentó. Este invento pasó inadvertido, y el registro magnético cayó al olvido.
Magnetofón de alambre
En 1991, un invento de Lee De Forest, el tubo Audión (conocido cono triodo) permitió amplificar los campos magnéticos y hacer realidad el magnetofón de alambre, el primer sistema magnético de audio. Fue lanzado al mercado en 1930 y utilizado por los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente la grabadora se utilizó para registrar el alfabeto morse, luego fue posible grabar sonidos más complejos. Las versiones civiles eran destruidas en poco tiempo por el óxido, y el alambre solía enredarse y romperse.
El magnetófono de bobina abierta
En 1928 Fritz Pfleumer solicitó una patente similar en cuanto al principio del grabador de alambre. Este utiliza tiras de papel recubiertas en sustancias polvorientas. La patente fue rechazada.
Stille construyó una de las primeras máquinas basada en los principios de Poulsen, pero esta ofrecía resultados pobres, mucha distorsión y ruido de fondo.
En 1930 AEG, decidió iniciar el desarrollo de la máquina magnetófono. Comercializó los primeros en 1933. Ellos querían desechar las cintas de papel, por su rápido deterioro. Por ello se asociaron a la firma química IG Fabenindustrie, filial de BASF. Desarrollaron una cinta que constaba de una lámina de acetato de celulosa, recubierto con una laca de óxido de hierro. Estas cintas plásticas eran más ligeras, lo que permitió fabricar magnetófonos más pequeños.
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