KILLARI Y EL RAYO

KILLARI Y EL RAYO

Tenía 5 años cuando mama murió y no entendía mucho en ese entonces; mi abuela me contó que había muero en una tormenta por la caída de un rayo se encontraba con su prima cuando sucedió la tragedia y ella desesperada soltó un grito muy fuerte.

Mi abuela lloraba mientras la misa daba comienzo, su prima se culpaba y decía:

-si no hubiera gritado - si no hubiera gritado!!

Papá estaba sentado lo vi cabizbajo y destruido a pesar de intentar verse fuerte frente a mí y mi hermana , seguía sin entender lo único que tenía claro era que nunca más iba a ver a mi mama y mucho menos oír su cálida voz que tanto me consentía y cantaba …

Por el horizonte va, a lo lejos veo el sol

Brilla todo su esplendor… ♫♪♫

Paso tiempo para que todos en el pueblo de Huánuco-Pampa retomaran el quehacer cotidiano. Nos mudamos con mi abuela, papá se fue de viaje repentinamente al parecer habían visto una serie de problemas económicos así que viajó a la capital llevando algunas cosechas.

Me gustaba ir con mi hermana a pastear animales al cerro, mi abuelita nos mandaba una bolsita con pan y Yuria mi hermana me llevaba de la mano y siempre cantaba la canción que le enseño mamá, mientras cantaba yo miraba el cielo me entro la curiosidad así k le pregunte:

-¿Por qué caen rayos del cielo?

Ella me sentó en una piedra me limpio la cara de las migajas de pan y empezó a contar…

La luna y el sol se querían mucho y el cielo guardián de la luna y que todo lo veía estaba celoso con sus poderes los separa enviando así a la luna a la oscuridad y condenando al sol al día; las nubes y estrellas veían el sufrimiento de ambos asi que reunieron sus poderes para poder juntarlo a ambos por lo menos 2 veces al año.

El cielo al enterarse muy enfurecido desata su ira con sus hijos (el hombre) expulsando su ira con resplandecientes luces.

Permanecimos calladas Yuria estaba triste y cabizbaja paso un momento y levanto la cabeza sonrió y me llevo a casa.

De regreso nos dimos cuenta que había mucha gente en la casa Yuria se apresuro y corrimos, llegamos había un ambiente tenso y triste mis tíos me miraban y por alguna razón sus miradas hablaban y pedían disculpas; la abuela estaba llorando y tía lucha le hablaba, Yuria se acerco a la tía para hablar no paso mucho tiempo escuche sus gritos la vi estaba llorando desconsolada; sobre la mesa estaban algunas cosas que papá había llevado en su viaje, empecé a buscarlo le pregunte a la abuela donde estaba, ella me miro y agacho la cabeza, tía lucha lloraba junto con mi hermana.

Estaba pasando de nuevo, otra vez, solo que esta vez ya no quería escuchar, entre en pánico y empecé a correr, mi hermana vino tras de mi gritando mi nombre, parecía que el cielo entendía lo que estaba pasando, empezó la tormenta corrí hacia el cerro mientras escuchaba como la voz de mi hermana se desvanecía.

Me escondí tras una piedra, Yuria llego otra vez gritaba mi nombre y hasta que sucedió, un rayo atrapo el cuerpo de mi hermana la vi, todo se volvió tan lento, escuche el tormentoso sonido, mi cuerpo se limitaba a moverse y a producir sonido alguno era como si una cálidas manos me envolvían y sellaban mi boca sentía la lluvia y las confundía con las lagrimas que caían de mis ojos escuchaba el canto de mama muy cerca.

Yuria estaba en el suelo, su cuerpo había sido quebrado cual muñeca de porcelana. Eso no fue todo seguido por ese rayo otro más cayo pero esta vez era diferente junto con él un pequeño hombre bajó, tenía ojos grandes con una pestañas largas y risadas también tenía unos pómulos muy notorios una piel blanca que de alguna forma brillaba mucho resplandecía como estrella.

Pude ver cuando bajo y de inmediato empezó a recolectar el cuerpo de mi hermana de la forma más rápida que pudo hasta

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