ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Dignidad Del Deber


Enviado por   •  14 de Octubre de 2012  •  1.352 Palabras (6 Páginas)  •  367 Visitas

Página 1 de 6

La dignidad del deber

Laura del Carmen Jiménez Abud

Nacemos en un entorno delimitado generaciones atrás. Con una historia a nivel general y con múltiples historias personales de quienes nos rodearán a lo largo de la vida. Somos parecidos al copo de nieve terriblemente similar a los otros, y al mismo tiempo irrepetible, que a lo lejos se convierte en parte de una gran masa blanca.

Al asumir esta condición gracias al uso de la razón, entonces la estabilidad de lo ya sentado aflige el pensamiento humano y surge la necesidad de ver al interior, ahí donde no nos confundimos con el todo, y podemos aspirar a la dignidad de nuestra humanidad.

Cabe la posibilidad de que gracias a este ánimo se realicen manifestaciones, sutiles o no, de situaciones de choque; es decir, un pueblo europeo anacrónico, muy alejado de la urbe, se convierte en escenario de análisis gracias a la presencia de una dama francesa que desentona.

El Banquete de Babette, de Gabriel Axel, nos deja observar la moralidad rígida de una comunidad, regida fundamentalmente por ésta; siguiendo el pensamiento de Kant, donde los fines de tal moralidad intentan obedecer a leyes universales de la voluntad.

En el pueblo de Jutlandia donde se desarrollan las acciones del filme, está fundado sobre la figura del pastor del pueblo, su ideología y forma de entender la religión. El hombre respetado, vive sus normas morales con tanta firmeza que sus dos hijas adoptan como verdad única este precepto, de tal manera que se olvidan de toda inclinación y necesidad que no congenie con las normas religiosas.

Las jóvenes envejecen y nunca se someten al amor, o a cualquier otra tentación, sin embargo, como parte cíclica del ánimo del argumento, por la vía de uno de estos amores rechazados, llega hasta ellas una dama francesa que huye de París, quien se convierte en parte fundamental de su vida durante catorce años.

La misteriosa dama de pasado oculto, adopta la vida modesta del poblado. Durante todo el filme somos espectadores, como ella, de las reuniones de la congregación ahora presididas por las hermanas.

Durante las reuniones nos enteramos de que todo placer debe ser aniquilado. Comer, beber, dormir, son necesidades elementales de supervivencia y para alcanzar la comunión espiritual con el Dios, la paz en el alma, debemos eliminar todo rastro de deseo y realizar sacrificios en pro del bienestar de otros; tal como lo hacen las hermanas, no dudar en gastar el poco dinero disponible para ayudar a los necesitados, trabajar para brindarles abrigo, y una vida decente.

El deber de las hermanas, continuando con el ánimo kantiano, cree responder a una incuestionable situación de buena voluntad.

La buena voluntad, según Kant, debe ser la razón de ser, en su estado más puro, del deber mismo; sin inclinaciones, sin aspiraciones. Este es quizá el primer cuestionamiento a la moral de la congregación, pues nos enteraremos pronto que entre los ya envejecidos miembros han surgido disputas muy humanas, impropias en el lugar donde se anuncia el sacrificio y la devoción como medio para alcanzar la verdadera felicidad del espíritu.

¿Por qué son infelices aún siguiendo los preceptos de piedad, caridad y abstinencia? Realizando un acercamiento a la situación desde la filosofía de Kant, resaltan las formulaciones del imperativo categórico, en contraposición al imperativo hipotético que definitivamente podría ser el que influye a los ciudadanos de Jutlandia.

En otras palabras, la filosofía kantiana establece el principio supremo de la moralidad (denominado imperativo categórico), en la exigencia de que nuestras acciones estén determinadas únicamente por la buena voluntad, sin esperar nada a cambio, sin estar sujeto a condiciones (imperativo hipotético). En este sentido, nuestros miembros de la congregación no entienden que la vida eterna en el paraíso se convierte en una especie de motivación egoísta, que fundamenta su caridad, de esta manera su moral se contradice, y la felicidad se aleja, pues nadie asume la felicidad como un deber, sino como un fin.

Las disputas, las rencillas y los viejos rencores, así como las aventuras y la amargura del amor que se dejó pasar, se condensan

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.2 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com